9 de diciembre de 2008

Derrota

Sale el Sol después de varios días, y salimos nosotros a saludarlo. Después de días con una cubierta de plomo sobre la cabeza, cuando se abre un ventanuco y por él asoma, todos el campo sonríe y en el campo se organiza una fiesta de luces y brillos para celebrar que todavía no nos ha abandonado.

Bueno, creo que estoy muy moña. Pero después de aguantar varios días con el cielo que parecía una cámara acorazada, un puente pasado por agua, con noches interminables y días que parecían noches, cuando hoy por fin se han abierto un ratito las nubes, he respirado aliviado. Me encanta la lluvia, pero creo que esta vez tenía ya enmohecida el alma, necesitaba orearla.

El caso es que en tal estado de ánimo nos encontrábamos, cuando en el curso del paseo nos fijamos en algo que la corriente del regato mecía.





¿Qué cojones es eso?





Un monitor!!! Un jodido monitor!!! Y de 14", añadiría. Mira que he visto mierda tirada en las márgenes de los ríos gallegos, pero ver ese monitor patas arriba entre las algas tenía un punto de surrealismo, de simbolismo quizá, que justificó que sacase la cámara. La palurdez de algunos llega a la categoría de arte.

Continuamos el paseo, las nubes vuelven a velar el sol, hasta ennegrecer el día.

A poco de llegar a la furgo, vemos que algo pende de la rama de un árbol. ¿Qué demonios será eso?





Seguimos acercándonos, y descubrimos que aquello es lo que parece:






Sé muy bien que soy algo rarito, es un sambenito del que he sido consciente desde niño. Debe ser por eso que no consigo encontrarle la gracia a esto. El sentido del humor del paisano gallego debe ser muy elaborado para mí, porque se me escapa.


¿El título de la entrada? Es el sentimiento que tengo. No hay nada que hacer. Con gente así, todo es inútil. Puedo entrar a discutir sobre la conveniencia o no de tal o cual acción, propuesta, iniciativa. Debatir, conversar, tratar de razonar sobre tal o cual asunto. Pero me es imposible ponerme a explicar a alguien que pegarle un escopetazo a un zorro para luego dejarlo colgado, o tirar el monitor viejo al río, son acciones impropias de un ser civilizado.

Si no cae por su propio peso, es inútil enseñarlo. Es rebajarse a un nivel, que me recuerda cuando le enseñaba a mi gatita a cagar dentro de la caja de arena.

Me rindo.

Esta es la gente que compone la sociedad, que opina y que vota. Los sistemas políticos, económicos, tienen por sujeto a esta clase de gente. Ellos son la mayoría.

Así que es inútil.

O me subo a un árbol, a emitir gruñidos y despiojar a mi vecino. O dejo al Pueblo Soberano ocupado en esos quehaceres y me mudo a una isla desierta.

Escojo esto último, y poco a poco la voy construyendo. Remo a un lado, remo al otro, ya voy separando mi pedacito de mundo de la orilla. Ojalá que la borren de todos los mapas, y cuando sea avistada por un barco, que pase de largo, por considerarla atolón abrupto y estéril.

Ya que no puedo ser Dios, al menos no acabar convertido en un mandril.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hala, qué exagerado.

Los monitores contienen sustancias químicas tóxicas muy beneficiosas para el medio. Y el zorro... Bueno, es lo que suelen hacer los zorros, subir a los árboles a morir.

En esta tierra a nadie se le ocurriría quemar sus montes, contaminar sus ríos y rías ni nada por el estilo. No sé de donde sacas esas conclusiones...



En fin... Comparto tu tristeza y ese sentimiento de derrota, llamaría a esa gente trogloditas, pero faltaría al respeto a esos antepasados, que desde luego seguro que eran más respetuosos con su medio. Hay cosas tan elementales que jode que haya gente que no las quiera entender.

Mendiño dijo...

No, si en sí mismo, tampoco es que un poco más de mierda en un río, o un zorro más o menos sean algo grave. La naturaleza puede con eso y mucho más.

Digamos que son sólo un par de anécdotas curiosas con las que podemos construir el paradigma del palurdo de pueblo y su relación con el medio natural: despensa-vertedero.

Esta gente se ha educado en la explotación de la Naturaleza. De la Naturaleza, pero también de la mujer o de cualquiera que esté por debajo en el escalafón social.

Todo está ahí para servirnos de ello. El mundo entero está para usarlo y tirarlo. Mentalidad de animal depredador que no ha entendido que somos parte de un conjunto de seres y sistemas. Viajamos todos en la misma nave.

Anónimo dijo...

Buf! Y esa tía (ver enlace del comentario anterior) es delegada del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid!!! Pues que [... ponga aquí su deidad preferida ...] nos pille confesados...

Mira que dicen burradas estos ppros...

Y ese es el error, el hombre cree que es más importante que todo lo demás, y que todo está ahí para él. Sin embargo, biológicamente no valemos más que una mosca. Somos simples seres diminutos en un universo gigantesco, que nacemos y morimos sin mayor relevancia.
La historia del universo consta de miles de millones de años. La del hombre, de unos poco miles. Somos irrelevantes en el universo, y lo único que tendríamos que hacer es cuidar el lugar donde vivimos, por lógica, por nuestro propio beneficio, y por respeto a los demás seres que valen lo mismo que nosotros, y en cambio lo estamos convirtiendo todo en una pocilga.

Mendiño dijo...

Pero una pocilga...de diseño. Una pocilga muy "in", alicatada hasta el techo.

La artesa, la llena Ferrán Adriá.


Estaba pensando en lo del zorro. Estas fotos están sacadas en la Limia, tú la conoces. Allí la gente vive del campo, básicamente las patatas (acojonantes).

Lo digo porque si aún fuera de uno de esos pueblos en que dejan a las gallinas fuera correteando, pues aún se entiende que quieran matar a la zorra. Pero eso ya es historia, quien tiene gallinas, las tiene cercadas. Al menos en esos pueblos, no había gallinas sueltas.

Y sin embargo, los zorros sirven a los agricultores para controlar animales perjudiciales para los cultivos (te acuerdas de la plaga de topillos en Castilla?) sin necesidad de emplear venenos.

Es decir, esa gente debería proteger a los zorros, pues les suponen un beneficio. Y sin embargo, les disparan.

¿Qué puede llevar a un cazador a dispararle a un zorro? Llevar un arma, cambia a la persona. Eso lo saben bien en los EEUU. Es algo parecido al cambio que experimenta todo aquel que se pone al volante.

Supongo que todo el mundo conocerá el chiste del gitano, que se encuentra un tricornio tirado en el suelo, se lo prueba, y ya le entran ganas de liarse a ostias con el compañero. No es el tricornio, es la pistola.

¿Por qué el subnormal que fuera disparó a ese zorro? Básicamente, porque tenía un arma, tenía el poder, y le causaba una satisfacción (¿sexual?) el usarla, repartir la vida y la muerte como si del Dios hebraico se tratase. Si no había jabalíes, ni conejos, ni corzos...pues a un zorro, o aunque sea a una señal de tráfico. El momento del disparo les debe suponer una descarga de tensión contenida similar a una eyaculación.

La predisposición mental al llevar un arma, no es muy distinta, apuntes a un animal o a una persona. Saber que tienes el poder de decidir quien vive y quien muere cargado al hombro o abrochado al cinto, es una tentación demasiado grande para la inmensa mayoría de los mortales. Precisamente quien desea tener el permiso de armas, es a quien jamás debiera concedérsele. Sólo deberían poder portar armas aquellos que jamás quisieran poseer una.

Un zorro muerto no es importante. El asesinato de Alejandro Grigoropoulos (o el de Carlo, en Génova...) a quemarropa es gravísimo. Sin embargo, la satisfacción que obtuvieron los que apretaron el gatillo debió ser similar.

Impusieron su ley, el orden dictado, contra todo aquello, naturaleza y sociedad, que no se somete a él.

Campurriana dijo...

Yo también quiero mudarme a una isla. ¡Cuánto daño me ha hecho ver sus fotografías!...(no quiero ni imaginar el "vivirlas" en directo)...

Lo triste es que muchas así podrían sacarse en un paseo por el campo. La mayoría de las veces son los que viven por allí los menos respetuosos...¿apreciar lo que se tiene?...¡menuda tontería!...

Mendiño dijo...

Hola Campu!

Lo del zorro es una pena, porque es un animal muy bonito. Pero la verdad es que no es grave.

Cada año, creo que la última vez en Celanova, hay un campeonato de España de caza en el que cazan un par de cientos de zorros en un solo día.

Eso sí que es grave, porque esquilman la población de una zona, peinándola.


Curiosamente, es lo del monitor de ordenador lo más grave. La pantalla contiene fósforo, que irá a parar a las aguas.

Venga galletita, suerte con los codos y un abrazo!

Anónimo dijo...

Este, la contaminación, es un problema que me corroe desde hace tiempo. Y al final sólo aprendes a hacer la vista gorda con los adultos (esos seres sensatos que todo lo saben), si no quieres acabar padeciendo del hígado.

La última vez que me pudo la rabia fue al ver a una señora madurita (de esas que tienen su casa impoluta), como en medio del monte, una vez finalizado el trabajo al que nos dedicamos ese día, sólo se le ocurre tirar sus guantes de goma allí mismo, en unos rastrojos. Yo al verlo no podía dar crédito y no pude evitar enfadarme al tiempo que los recogía y claro está, la sermoneaba. Yo a una persona que me saca cerca de 40 años.
Lo gracioso del asunto es que a la persona mis comentarios no le afectaron en absoluto, y el resto de la gente por no aguantar también la reprimenda decidió que en ese momento yo sería el basurero municipal. Porque, claro está, era demasiado esfuerzo cargar con unos simples guantes de goma unos minutos más hasta llegar a casa.

En este caso fueron unos guantes de goma, y en tu foto fue un monitor. Cuando no son latas de coca-cola o cascos de cerveza.
Lo gracioso del tema es que en la mayoría de los casos es por comodidad: "Lo tiro aquí y ya no cargo con la basura hasta casa". Pero lo del monitor... Quien lo tirara le tuvo que dar más trabajo llevarlo cerca del río que si lo hubiese depositado en un lugar adecudo para ese tipo de deshechos.

La inteligencia humana a veces me sobrepasa :S

Saludos!!

Mendiño dijo...

Hola Bea!

Los años no dan inteligencia. Es más, el tiempo lo que hace es embrutecer al que de por sí es ya bestia.

Lo del monitor tiene su guasa porque Xinzo es de los pocas poblaciones gallegas que tienen un punto punto verde. Algo de lo que, por cierto, Pontemierda carece. Y creo que Vigo, la mayor ciudad de Galicia, también.

En Francia todas las villas tienen su Dechetterie perfectamente indicada.

De todas formas, no es lo grave el vertido en sí, sino la mentalidad de quien arroja un monitor a un río o unos guantes de plástico al campo. Es tan absurdo como que en tu casa pretendas barrer debajo de la alfombra. No han entendido que el medio natural es nuestra casa, un sistema del cual formamos parte.

Campurriana dijo...

Gracias, Mendiguiño. ¡Voy a tener que multiplicarme!

Sí, lo cierto es que lo del monitor es algo increíble...

Besos a los dos.

Anónimo dijo...

Cuando vivia en la aldea se perseguia al raposo si venia a comernos las gallinas al corral, al lobo cuando mataba alguna yegua o a su potro, al jabalí si desastraba alguna cosecha, si no habia ataque no habia respuesta; nunca se les perseguia por deporte, por crueldad o por aburrimiento. Pasaron los años......

Mendiño dijo...

Entendiendo el daño que puede causar, por ejemplo, que entren los jabalíes en un sembrado de millo...la lógica de acción-respuesta no tiene ningún sentido tratándose de conductas animales diferidas en el tiempo. El jabalí al que mates no sabe que lo matas por haberte jodido la cosecha.

La solución es delimitar las áreas naturales de las agropecuarias, como ocurre en otros países (algo que desde aquí llevo clamando muchos años: que el Estado asuma la ORDENACIÓN DEL TERRITORIO). Y donde haya Naturaleza, que ésta imponga sus reglas. Y las tierras de labor se dedican a la producción, y se protegen convenientemente.

De todas formas, la zorra entra en el corral sólo si dejas la puerta abierta o no lo has cercado convenientemente. Es absurdo pretender que un depredador no aproveche la ocasión y organice una carnicería de gallinas o conejos. Los animales no tienen culpa, al no tener conciencia.

En cualquier caso, que en esos pueblos no hay gallinas sueltas. Y muy probablemente, el cazador ni siquiera era de la zona. Disparó porque a algo tenía que disparar, para no volver insatisfecho a casa. Y si no hubiera encontrado a ningún bicho, pues le habría pegado un escopetazo a alguna señal de tráfico, o al cartel de coto de caza.

Y luego, lo colgó, para mostrar al mundo su trofeo. Al lado de la carretera. Él, el brazo ejecutor, civilizador, que impone el orden frente a la anarquía natural.

¿Saco la lista de dictadores aficionados a la caza? (deporte de reyes, príncipes y nobles por antonomasia, preparación para los tiempos de guerra).

Anónimo dijo...

Pues a mí me parece mucho más grave matar un zorro que arrojar un monitor a un río. Quien arrojó el monitor es un ignorante, no sabe el daño que puede causar, quien disparó contra un zorro es un hijodelagranputa "consciente" de que ha matado por diversión.