3 de diciembre de 2005

La religión en las aulas



Puntos por los que considero que la enseñanza confesional de una religión está fuera de lugar en una escuela pública.

1) En una escuela ha de imperar la razón, y no la tradición; el pensamiento científico, y no la fe; el análisis y la crítica, y no el discurso dogmático.

La doctrina de la Iglesia Católica está basada en la Revelación (que es aceptada como tal mediante la fe) y en la tradición. Y una vez determinados los dogmas de fe por la jerarquía, no es susceptible de enmiendas o discusión por parte de los creyentes.

Estas tres características del pensamiento religioso lo hacen a mi juicio incompatible con la actitud ante el conocimiento que debe regir en una escuela.

2) La escuela pública debe mantener clara la diferencia entre enseñar y adoctrinar. En campos como la filosofía o la religión, en los que existan diversas escuelas o corrientes de opinión, han de mostrarse las diferentes opciones de forma equilibrada. El Estado no debe dar una formación parcial, asumiendo como propia una ideología, sino situarse a una distancia que es imprescindible para la crítica y la elección razonada. (en caso contrario, si financiamos la enseñanzas de la doctrina de Mahoma ¿porqué no las de Mao o las de Trotsky)

3) Los lugares apropiados para la enseñanza de los preceptos de cada religión son, históricamente, las iglesias, sinagogas o mezquitas: lugares de reunión para compartir unas determinadas creencias. Prestar lugares públicos para el adoctrinamiento me parece inadecuado.

Pasar esta enseñanza a las aulas no ha dado muy buenos resultados (mujaidines, madrazas, colegios religiosos…), siendo frecuentemente germen de fanáticos, integristas y desequilibrados, es decir, de adoctrinados.

4) Provoca una separación entre los alumnos, entre los que van a la clase de religión católica, los que asisten a religión musulmana, remarcando de forma gratuita unas diferencias que precisamente es lo que ahora intentan evitar en Francia. Sería mejor que en clase se ahondase en lo que tienen los alumnos en común, y no en lo que los diferencia.

El hacer grupos separados para dar una u otra doctrina hace que el niño interiorice esta división entre “los de mi grupo” y “los otros”; que además se puede apoyar en afinidades étnicas, raciales y sociales; perpetuando esos grupos en otras actividades escolares e incluso fuera de la escuela.

5) La enseñanza de una religión en la escuela implica la enseñanza de cualquier religión en la escuela. Además del catolicismo, habrá que dar clases de la religión musulmana, de religión hebraica, de las distintas iglesias protestantes u ortodoxas, de los Testigos de Jehová, evangélicos, adventistas, mormones…con sus exigencias de profesorado. El incremento de la inmigración trae otras religiones a nuestro país, que también deberán ser enseñadas en plano de igualdad: desde el animismo que estructura la vida espiritual del África negra o del altiplano andino, a las religiones orientales.

¿Es la escuela el sitio para realizar un ritual de vudú (animismo), o de culto a la Pachamama andina? Porque aceptar una religión es aceptarlas todas, salvo que sea el Estado el que empiece a discriminar entre religiones “verdaderas” y “falsas”, cometido que evidentemente le supera.

¿el Estado tendrá que pagar además de los profesores las circuncisiones? ¿y las ablaciones de clítoris? ¿Es ese el papel del Estado? Por simple reducción al absurdo, es evidente que no.

6) Es una forma de incrementar la influencia de ciertos cleros o de potenciar ideologías desde el Estado, que repito, no es su misión. Una iglesia como la Católica, en plena involución, con unas jerarquías cada vez más escoradas a posiciones ultraconservadoras, con unos obispados controlados por organizaciones de extrema derecha como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo Rey, el Camino Neocatecumenal, Miles Christi.. …., mientras que los sectores más moderados y democráticos del catolicismo son relegados de las decisiones, ninguneados y desautorizados por el mismo Vaticano

Alguien cree que es prudente dar aún mayor poder a una asociación como la Iglesia Católica, para que pueda seguir controlando las conciencias de los españoles dictando su propia moral ultramontana, medieval, creando supercherías, miedos y prejuicios ante aquello que no comparten o no entienden. Hay que recordar que los únicos países que aplican en su legislación principios morales como los de la Iglesia son los Estados Islámicos (a las madres solteras, en Occidente, ya no las lapidamos ni marginamos).

7) La indigna condición de irregularidad de un profesorado designado por los obispos pero pagado por el Estado. Sólo el que ha trabajado para la Iglesia conoce en plenitud el término “explotación laboral”. Si cobran como un funcionario, deben justificar su puesto mediante un concurso-oposición; lo contrario es crear una red de intereses y clientelismos. Un puesto de trabajo que puede ser revocado al año siguiente obliga a una situación de sumisión del profesorado rayano en el ridículo (si te divorcias o tienes otra pareja, pierdes tu puesto de profesor).

Si son profesores, que lo demuestren en oposición. Si son catequistas, que vayan a adoctrinar a la iglesia.

8) Contradicción frecuente entre los valores que se trata de inculcar en la enseñanza y los que defienden las religiones monoteístas. Posiciones de la ideología católica que vulneran el artículo 27.2 de la Constitución. La Iglesia es….

-antidemocrática: el espíritu democrático que intentamos inculcar a los niños en la clase de educación para la ciudadanía, choca frontalmente con la organización jerarquizada, castrense de la Iglesia Católica, en la que las decisiones vienen de arriba y para lo único que se toma en cuenta a los fieles es para pedir que marquen la casilla del IRPF y dejen su calderilla en el cepillo parroquial. Aún pasaran siglos para que veamos unas elecciones democráticas en el seno de la Iglesia.

-sexista: en una clase se insiste en la igualdad de derechos de hombre y mujer, en la no discriminación por sexos…y en la siguiente se da por hecho un modelo de clero en que la voz la tienen los hombres. Una religión que las ¾ partes de su historia dudó de que las mujeres tuvieran alma (y no olvidemos que parte de la doctrina es por la tradición), por no hablar de la religión musulmana….

En el Opus Dei ya no es sexismo, sino misoginia, puro y simple desprecio por la mujer, que pasa a ser la servidora del soldado cansado: Camino 946: ‘...ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas...’

-homófoba: mientras la sociedad afortunadamente ha desterrado el rechazo a la homosexualidad, excepto en sectores minoritarios de extrema derecha (Ana Botella y su cruzada contra putas y maricones) o entre las capas de menor nivel cultural; las religiones siguen tachando esta práctica como una desviación, una perversión.

A la hora siguiente, en las clases de educación sexual o de educación para la ciudadanía, se le dirá al niño que es una opción sexual más, tan válida, tan bella como la heterosexualidad, que no hay porqué estigmatizar ni discriminar.

¿Y el niño qué piensa? ¿Y si en esa clase hay un niño que ya demuestra sus preferencias homosexuales? ¿Se le dice que se contenga, que eso es pecado? ¿O simplemente le lapidan sus compañeros según la sharia?

-cómplice de dictaduras. Una iglesia que sólo condena las guerras que se hacen por intereses ajenos, pero no las guerras, terrorismo, golpes de estado, torturas… que se hacen en SU nombre. Es más, da apoyo expreso, político y doctrinal a dictaduras criminales como las de Franco o Salazar, o más cerca en el tiempo las de Pinochet o Videla. Mientras, genocidas como Isabel la Católica e ideólogos fascistas como Escrivá de Balaguer (admirador de Hitler y amigo personal del Carnicero) son subidos a los altares.

Mientras, se tapan los asesinatos de otros miembros de su Iglesia (Camilo Torres, unos arrojados al Mar de la Plata mientras los capellanes castrenses daban la absolución a los asesinos –también en guerra civil- , aplastamiento de la Teología de la Liberación, asesinato de Camilo Torres, monseñor Gerardo, Fray Antonio de Valdivieso…)

-represión de la sexualidad: la contradicción de dar clases de educación sexual, para abrir las puertas sobre un aspecto tan importante en el desarrollo del ser humano como es el sexo, cuando en la siguiente clase se le va a decirle, al niño o a la niña, que la masturbación es un pecado. (lo de que se queda ciego o le salen granos ya creo que no se lo creen).

Cómo hablar de contracepción, lucha contra enfermedades como el SIDA:… si en la otra clase se dice que los condones los carga el diablo.

Este apartado, aunque generalmente llame a chanza, me parece quizá el más peligroso. Que se inocule ponzoña en forma de moralidad católica en un adolescente que está descubriendo la sexualidad, me parece una forma de mutilación psicológica. Es echar estiércol, cubrir de culpa y miedo unas vivencias que debieran ser uno de los más bellos recuerdos que va a tener esa persona en su vida.

Tomás de Aquino, verdadera piedra teológica sobre la que se asienta el cristianismo, en su Tratado del matrimonio establecía la jerarquía de los pecados relacionados con él: es pecado mortal si existe el deseo de placer; venial si es sólo aceptación resignada del placer y si éste se odia, no es pecado.

Yo no quiero que con mis impuestos se aliene a los niños en la tradición, el oscurantismo y el absurdo. Los valores que debe dar la escuela en un país civilizado son los de la participación democrática, y no la organización jerárquica teocrática; la de la igualdad entre sexos, y no el sexismo y la homofobia; la educación para la paz, y no la justificación o aplauso de dictadores y asesinos; la educación en una sexualidad libre y sana, y no constreñida por tabúes y miedos.

La Iglesia Católica, como cualquier otra institución religiosa tiene grandes sombras, y también luces puntuales (que generalmente lucieron a pesar de la curia de su tiempo). Hoy en día es desconocer la realidad y la historia de tan poderosa institución el suponerle una autoridad moral, mucho menos para que el Estado deposite en ella parte de su misión de enseñanza. Queremos educar ciudadanos libres, no esclavos de ningún Dios.

Por otra parte, y desde un punto de vista exclusivamente económico, los colegios concertados plantean no pocas reservas. Recibiendo dinero del Estado pero sin cumplir la misión social que deberían. Todos sabemos que una de los principales motivos de llevar los niños a un colegio concertado es porque éstos burlan la ley, negándose a acoger a niños presuntamente conflictivos (léase gitanos, inmigrantes o niños con problemas de adaptación o comportamiento), que recaen sistemáticamente en los centros públicos (de aquí viene la pataleta, porque la LOE quiere acabar con estas prácticas ilegales y amorales, y los centros concertados se quedarían sin tan importante reclamo). Viniendo dinero del Estado, dinero de las familias (no siempre cobrado de forma honesta, como el dinero para la reserva de plaza o para las asociaciones)…y con menores costes, debido a la explotación laboral y ridículos salarios del profesorado, se plantea un suculento negocio.

La última vez que intentaron meterle mano a la enseñanza religiosa salió un general de África y lleno de sangre media España. La derecha conservadora española, y su brazo “espiritual” no consentirían semejante ataque a una máquina de captación y adoctrinamiento que les es tan necesaria para poder perpetuarse.

Pero, al menos, que semejante engendro económico como son los centros concertados y la enseñanza confesional de la religión en las escuelas, dejen de esta sufragadas por TODOS los españoles, incluso a aquellos españoles a quien la Iglesia insulta o desprecia.

Conclusión:. La Constitución, en el artículo 27.3: “"los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones". Así como el artículo 35 reconoce el derecho al trabajo o el artículo 47 al disfrute de una vivienda digna y adecuada. Efectivamente, pero eso no supone que el Estado esté obligado a darte esa vivienda, a darte ese trabajo, o a prestar escuelas ni pagar una enseñanza, que como he venido demostrando es ajena a lo que se supone ha de ser una enseñanza pública: libre, crítica y tolerante. (Art 27.2)

Ese necesario avance de la sociedad, que nos saca de la Edad Media en la que nos sumió el criminal golpe de Estado del 36, quiere ser detenido por sectores que jamás han creído en la libertad. Y el Estado se doblega ante ellos subvencionándoles unas clases de adoctrinamiento en una moral medieval, yendo contra los propios principios y valores de ese Estado.

Ni obligatoria, ni voluntaria. Simplemente, la escuela pública no es el lugar, ni es el cometido del Estado adoctrinar a los alumnos en una u otra opción, por muy respetables que éstas fueran.

23 comentarios:

Conejo Blanco dijo...

Para mi la 7 es la más importante, y yo creo que el hecho de acceder a un puesto de trabajo público sin concurso-oposición y que alguna parte de la población este vetada a ese puesto lo hace inconstitucional.
Y sobre todo, para mi el problema es que obliga a los que no dan religión a perder el tiempo durante esa hora, ya que no pueden avanzar en el curriculum ni se pueden ir de clase, ya que la permanencia en el centro es obligatoria y la enseñanza también.
http://decuyonombrenoquieroacordarme.blogspot.com/2007/05/ftbol.html (otra cosa que no creo que debiera ser legal)

pollito dijo...

Esas son razones por las que TÚ NO MANDARÍAS A TUS HIJOS a clase de religión. Pero como sobre la educación de los niños deciden los padres, los padres católicos tenemos derecho a que nuesTros hijos reciban clase de religión, si así lo decidimos NOSOTROS.

No hace falta pues entrar en elfondo del asunto: si la religión es buena o mala, homófoba o no, etc. etc. Basta con una cuestión de forma: ¿la desean algunos padres? Entonces debe impartirse.

Mendiño dijo...

Sí, pero fuera de la escuela pública, y no esperes que yo la pague con mis impuestos.

Si quieres adoctrinar a tus hijos en una confesión en concreto, llévalos a la Iglesia. De hecho, para eso y no para otra cosa están los templos.

En la escuela no hay lugar para la superstición y el dogma.

pollito dijo...

Verás, la superstición y el dogma son conceptos relativos; para ti puede significar la religión, para mí la educación sexual (por ejemplo).

Como cada uno tiene su criterio, lo mejor es que se haga lo que quieren los padres para sus hijos... algo que además viene exigido por el ordenamiento jurídico, sistemáticamente incumplido.

"Llévalos a la Iglesia". Eso no es incompatible con la formación estrictamente académica, no catequética, en materia de religión. ¡Ah! ¿Que no la quieres pagar con tus impuestos? Pues hijo, tendrás que aguantarte. A mí tampoco me gusta pagar con mis impuestos el cine español y me tengo que aguantar. No te corresponde a ti, ni al señor Presidente del Gobierno, decir cómo se van a educar mis hijos en la escuela.

Mendiño dijo...

Negativo. La religión, al menos las religiones teístas, se sustentan en el dogma de la existencia de Dios (además de otros muchos).

Como la existencia de Dios no puede ser probada, debe ser impuesta a la razón por el dogma.

La religión es asimismo supersticiosa porque necesita de la creación de seres fabulosos para sostener su discurso. Es una explicación del mundo más allá de los hechos, de la demostración empírica y del razonamiento deductivo.

Igual que el supersticioso que no pasa por debajo de una escalera, ya que establece un nexo imaginario entre la escalera y la mala suerte. La religión crea vínculos sancionados por el dogma, no por la razón. Por ejemplo, para la religión islamojudeocristiana (no sois más que una rama herética del judaísmo) es un pecado la práctica sexual entre dos personas del mismo sexo. ¿Por qué? ¿Por alguna razón racional? No, porque así lo ha dicho Dios. ¿Qué Dios? El mismo ser criminal y despreciable que describe el Tanaj judío (al que vosotros llamáis Antiguo Testamento).

Muy por el contrario la educación sexual no se basa ni en el dogma, ni la superstición; antes bien es una enseñanza básica para acabar con la cultura de la represión y el miedo que ha sembrado en la sexualidad la doctrina católica.

Veamos. Mostrar a un niño en qué consiste la sexualidad, los cambios de la pubertad en su organismo...no es en modo alguno dogmático. Es empíricamente demostrable que los niños, en general, tienen pene, y las niñas, por lo común, vagina. Existe un consenso científico en que existen unos cambios hormonales que se reciben el nombre de pubertad, que conducen tras la adolescencia a la madurez sexual. El niño se siente intrigado y desconcertado y es normal darle información sobre ello.

También hay un consenso entre los especialistas en que la represión sexual en esas épocas (la masturbación es pecado, las relaciones extramatrimoniales son pecado...) provocan de adultos problemas sexuales graves. Retirar el tabú del sexo, poder hablar de ello con los niños, entender que las relaciones sexuales son una parte muy importante de la vida de una persona...es vital.

De todas formas, al no ser un dogma, todo esto puede ser discutido y argumentado con estudios y datos estadísticos en la mano.

... lo que no puede hacerse con la religión.

Y te pondré un ejemplo: la población femenina (muchas veces, niñas) que acuden a las clínicas para abortar que más ha crecido en los últimos años, son inmigrantes de países sudamericanos, en los que el catolicismo ha impuesto la ignorancia y el tabú en el sexo. Así, rechazando por ignorancia, religiosidad y machismo, que es todo una misma cosa, el uso de métodos anticonceptivos, consienten en tener relaciones sexuales sin prevención. Lo cual acaba, indefectiblemente, en enfermedades, abortos o alumbramientos indeseados.

Ante el oscurantismo, el tabú, la culpa y la represión, que ha sido la enseñanza sexual recibida durante generaciones por la cultura católica, llega un tiempo en que lo que dice la ciencia tiene prevalencia sobre lo que dice la Tanaj.

Entre otras cosas, que masturbándote no te quedas bizco, y que no es ningún mal que sientas afección por alguien de tu mismo sexo.

Mendiño dijo...

Y eso sólo para el primer párrafo (decir que la educación sexual es supersticiosa y dogmática, me ha sorprendido, la verdad).

Bien, el segundo, más breve que corre el tiempo. Quien elabora los curriculos escolares es el Estado. ¿Que tú quieres que a tu hijo se le enseñe ajedrez? Se lo pagas, como actividad extraescolar. Mira que digo ajedrez, realmente una buena gimnasia mental y hay quien defiende que debiera ser materia lectiva. Podría decir cosas más absurdas como religión (no sólo la tuya, la islámica, la animista...porque si enseñamos catolicismo en el colegio, también tendríamos que enseñar vudú y chamanismo si un número suficiente de padres africanos lo demandasen).

Por lo tanto, eso de que el ordenamiento jurídico dice que los niños deben estudiar lo que digan los padres es una estupidez. Los contenidos los decide el Ministerio de Educación, y los desarrollan las CCAA. Ahora va a venir cada padre a decir que no quiere que su niño estudie matemáticas, pero que quiere que le busquen un profesor para que aprenda a hacer calceta.

Más cosas. La enseñanza que se da en clase de religión es doctrinal. Porque una enseñanza no doctrinal sobre las religiones del mundo se da como contenido transversal en historia y en filosofía (y es bueno que así sea, y es un tema que me apasiona).

Igual que, por poner un ejemplo, en educación para la ciudadanía se puede hablar de los distintos sistemas políticos, de las derechas y las izquierdas...pero un padre no puede pretender que a su hijo sólo se le hable de las derechas, que omita la existencia de las izquierdas o viceversa, y que la clase se convierta en un meeting político, una clase de afirmación en una ideología en concreto.

Eso es adoctrinar a los niños, en una religión, en una línea política, y eso es exactamente lo que jamás debe hacer un enseñante, ni en una dirección ni en otra.

Un enseñante debe presentar hechos objetivos, científicamente demostrados, y que sean los alumnos los que escojan con libertad (pero con la autonomía que les da el conocimiento) su propio camino.

Con autonomía, también, de los padres que quieres guiar a sus hijos por el camino de la superstición, haciendo que la represión sexual se transmita como una carga genética.

Vamos a ver, pollito. ¿No te sentías mal cuando, de pequeño, te hacías pajas? Pero Dios lo veía todo, y creías que estabas haciendo algo sucio. ¿De verdad quieres pasarle ese miedo, ese sentimiento de culpa a tus hijos?

¿No es mejor que aprendan en clase a masturbarse, que no a escondidas, como si cometieran un crimen?

No crees, finalmente, que ya va siendo hora de descriminalizar el sexo, y criminalizar lo verdaderamente grave, a lo que tu Iglesia lleva mirando de soslayo durante siglos: la injusticia de un sistema que quita a los que nada tienen y acumula las riquezas en muy pocas manos. La opresión (bendecida y sacada bajo palio por tu Iglesia, cuando la dictadura le mantenía sus privilegios). El crimen institucionalizado llamado guerra, que se emplea invariablemente para alcanzar mayor poder político y económico, y que es promovida por miserables como el que casó a su hija muy cristianamente en el Escorial?

¿Qué tal si dejamos de darle importancia a que la niña fuera o no con el himen íntegro al altar, superstición machista antiquísima, y nos centramos en lo importante?

Si el bastardo de Ratzinger pusiera tanto empeño en luchar contra la exportación de armas que el primer mundo manda a África, como puso contra los preservativos con tesis científicamente aberrantes.

Por cierto, que lo sepas. No es ningún rumor ni leyenda urbana: la masturbación femenina existe.

:P

Mendiño dijo...

Por poner un ejemplo. La educación sexual, así como la educación para la ciudadanía, son necesarias para que en el futuro nuestro hijos no reproduzcan estos comportamientos:

Agresión a un joven gay el día contra la homofobia.

¿De dónde han sacado esos jóvenes fascistas la idea de que la homosexualidad es una "enfermedad"? La Iglesia en su apostolado del odio y la represión sexual, es evidente.

Rouco señala, y los meninos nazis ejecutan (las agresiones fascistas se ceban, además de contra indigentes y extranjeros, contra homosexuales).

Mendiño dijo...

Otro enlace sobre los centros religiosos:

Abusos sexuales crónicos en centros católicos de IrlandaMiles de menores fueron objeto de torturas físicas y psíquicas en instituciones estatales regentadas por sacerdotes y monjas

pollito dijo...

A ver, que no te enteras. Que esta no es una cuestión de si la religión es buena o mala, es una cuestión de LIBERTAD DE ENSEÑAMZA y de AUTONOMÍA PARENTAL.

Si te gusta hablar de religión (a mí también) hay otros foros; yo me paso mucho por infocatólica o por Religión en Libertad; allí podemos discutir de eso si quieres.

Pero aquí se trata de que, según el progrepensamiento, quien quiera que el Estado le pague la educación de sus hijos tiene que pasar porque esa educación sea atea; por ahí no paso. Y no debería pasar nadie. Aunque tú no quieras llevar a tus hijos a clase de religión, deberías defender mi derecho a que los míos sí lo hagan. Eso es pluralismo. Eso es democracia. Eso es libertad.

pollito dijo...

El ordenamiento jurídico manda expresamente que haya clase de religión católica, con es asignatura eqiparada al resto de las materias e igualmente evaluable.

Ya sé que clamáis al cielo con los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede, pero existen, son Tratados Internacionales y forman parte de nuestro ordenamiento.

Y sí, claro que debería haber clase de cualquier religión con un número suficente de padres que lo pidiesen. Incluso de la religión atea: porque vosotros confundís vuestra increencia con neutralidad, cuando en realidad tenéis un conjunto de dogmas tan férreo como el de cualquier religión organizada. Enseñádselos a vuestros hijos, me da igual. Pero no pretendáis imponérselos a los de los demás.

Mendiño dijo...

¿También debería haber clase de ajedrez si un número importante de padres lo pidiesen? Fíjate que soy generoso, pues el ajedrez sí que lo considero positivo para el desarrollo de un niño. En cambio, contarle rollos sobre fantasmas, no.

La educación que se debe dar en los colegios no es atea: es laica. Que es distinto.

No niega la existencia de un Dios, o de múltiples Dioses. Simplemente no la contempla, pues no es el objeto de la ciencia.

¿La investigación astrofísica es atea por no tomar en cuenta a Dios? ¿Los aceleradores de partículas son ateos? ¿Los es el desarrollo de nuevos polímeros, la antropología comparada, la geología...?

No, simplemente no se interesan por ese tema. No necesitan de Dios para explicar las cosas.

La ciencia es laica.

¿Era ateo Darwin? por poner un ejemplo muy claro. Parece ser que no, aunque depende del momento de su vida en que le cojas. No, podemos decir que no era ateo. Sin embargo, su teoría no necesitaba de la idea de un spaguetti volador para explicar las cosas, se remetía a los hechos.

Eso es ciencia. Eso es lo que hay que estudiar en los colegios.

Estudiar ateísmo sería si se les enseñase a los alumnos que Dios no existe. No, estoy en contra de eso. La enseñanza laica simplemente no se ocupa de esos temas, deja libertad para que cada quien piense lo que quiera. Son dos órdenes distintos del pensamiento.

La escuela debe formar, no adoctrinar. Puede dar información contrastada y veraz de todas las religiones, pero no puede dar el dogma católico en exclusiva.

Por supuesto que defiendo el derecho de que adoctrines a tus hijos en lo que quieras: pero no con dinero público. Igualmente no esperes que pague con dinero público los cursillos de ajedrez o de judo.

Ahora bien, si fueras una persona que ama la libertad de conciencia, lo que deberías hacer es darles información objetiva sobre todas las religiones, y esperar que ellos, cuando sean mayores, escojan su propio camino.

Adoctrinar a un niño, en vez de educarle, me parece vergonzoso. Igual que politizarlo, llevándoselo a los meetings. Los niños son muy débiles a esa edad, y un adulto debería guardarse de escribir en ellos, de intentar reproducir sus creencias en su pensamiento, de condicionarlos.

Los temas ideológicos no son propios de una familia, sino de la persona. Esa autonomía parental, también la podría usar un violador para abusar de sus hijas. En cierta manera, quien adoctrina a sus hijos, los está violando. Está aprovechando su indefensión para encauzar su vida.

Un ejemplo de lo que es una buena enseñanza me lo dió una amiga mía. Atea hasta el tuétano, sus hijos hicieron la primera comunión, porque los de su clase lo hacían. Iban a misa, a la parroquia, y tan felices. En casa siempre respetaron las decisiones que iban tomando, sin forzarles a seguir el camino que habían tomado los padres. Luego, ya bien adultos, acabaron separándose de la religión. Pero esa fue su decisión.

Aprende.

Más cosas: el concordato. Es una vergüenza para los Españoles y debe ser inmediatanmente derogado. Supedita la política de una nación a los intereses de una Iglesia en concreto. Una ingerencia inadmisible. Imagina que los manuales de texto de Historia tuvieran que tener el visto bueno de Portugal, o los profesores de matemáticas los nombrase el gobierno francés a dedo, aunque luego los tuviera que pagar el Estado español.

Porque el concordato no es un acuerdo internacional, porque el Vaticano no es una nación. Precisamente, la composición de sus habitantes es plurinacional y no cuentan con una sociedad (sería una sociedad estéril, más que las parejas homosexuales que tanto os molestan).

¿Qué es el Vaticano? ¿Un Estado? No tiene autonomía monetaria, ni en defensa, ni...podríamos decir que es algo así como las islas del canal o Andorra, una anormalidad política, una aberración jurídica, un paraíso fiscal.

Mendiño dijo...

Más tonterías ¿Quiénes somos "nosotros"? ¿Ya me has incluido en un grupo? ¿En cuál, si puede saberse?

Más cosas. ¿Qué dogmas tengo? Un conjunto férreo de dogmas... ¿hablas por hablar o vas a decirme cuáles? La libertad. Pero no es un dogma, es el eje de un sistema de valores. Supongo que notas la diferencia.

Yo no asiento mi doctrina sobre la idea de existencia de libertad. De hecho, reconozco que no existe, al menos de forma plena. Y baso mi pensamiento en la idea de que la humanidad, toda la humanidad (no sólo los blanquitos que vais a misa regularmente), pueda vivir mejor, tener más libertad.

La libertad es un bien absoluto. Pero eso no es un dogma, es una escala de valores.

Mía, tampoco intento forzar a mis hijos a que la aprendan. Ellos tendrán que recorrer su propio camino.

Así que, en resumen, si a fin de cuentas todo este rollo es económico. Vamos a ver, nadie de coharta en tu libertad de llevar a tus hijos a ser adoctrinados en una creencia en concreto. Nadie. Me parece repugnante, violentar la libertad del niño, pero se supone que tenéis ese derecho. Peor sería hacer niños-soldado o prostituirlos.

Pues bien, coje, y lleva a tus hijos a catequesis, o págale una enseñanza en tu religión.

Pero fuera del sistema educativo oficial. El Estado no está para enseñar cuentos de brujas.

O si no, demuestra científicamente la existencia de tu Dios, y entonces entrará directamente y por derecho propio en el currículo.

Vamos a ver, imagínate que la gente de izquierdas fuera igual que tú. ¿Tú te imaginas que en un colegio, los padres pidieran que hubiera una clase, evaluable, de pensamiento marxista?

En serio, una asignatura de Marxismo. Ha existido en otros países, y me parece igual de detestable. Odio condicionar a un niño.

Y desde luego, el marxismo es una teoría filosófica mucho mejor pergueñada que la religión judía y sus variantes. Más que nada, porque tiene treinta y pico siglos de ventaja, en el desarrollo humano, y se pudo aprovechar de ello.

Sin embargo, rechazaría de plano que en una escuela se diera a los niños. Se puede tratar del marxismo en clase (a partir de ciertas edades), como del existencialismo, el liberalismo político o económico, las distintas religiones... Pero desde una perspectiva de objetividad científica, no de adoctrinamiento en una en concreto.

Clases de adoctrinamiento en, por ejemplo, el nihilismo ruso...inaceptable.

Clases de adoctrinamiento en el sentimiento nacional (español, vasco o murciano)...inaceptable.

Clases de adoctrinamiento en una religión en concreto, o en la negación de la misma: el ateísmo...inaceptable.

El niño ha de dársele libertad. De otra forma, estamos abusando de nuestra fuerza y violando su libertad.

Por eso considero repugnante afiliar a los niños a un partido político, llevarlos a catequesis, o meterlos en su Seminario, en un deporte de élite o en una academia militar.

Los niños, a esas edades, no tienen los mecanismos de defensa para valorar adecuadamente cuestiones que afectan su propia esencia como personas.

Precisamente, la educación debe darles ese conocimiento, que les servirá para poder tomar un camino u otro. Pero esas decisiones las habrán de tomar de mayores, cuando puedan valerse por sí mismos.

En resumen, fuera la religión, como todo conocimiento doctrinal, de las escuelas.

Eres muy libre de adoctrinar a tus niños en lo que quieras, pero pagándolo tú. De todas formas, es una lástima que lo hagas (y demuestra poca seguridad en tus creencias, pues si tan buenas fueran, podrías esperar a que tus hijos fueran libres para escoger, confiado en que ellos escogerían tu fe libremente, ya que tan óptimas razones ofrece).

Con Dios!

Mendiño dijo...

P.S: Yo trato tus temas. ¿Podrías responderme las preguntas que te he formulado? Este es tan buen sitio como cualquier otro. ¿De verdad quieres que a tus hijos se les enseñe que la masturbación es un pecado? ¿Un padre puede desear que inoculen ese sentimiento de culpa, ese miedo, a sus hijos? ¿Y luego las relaciones sexuales prematrimoniales? ¿Vas a cohartar el desarrollo psicoafectivo de tus hijos por unos tabús, unas normas de hace tres milenios y medio de un pueblo del desierto de Siria?

Peor aún. Imagina que uno de tus hijos tiene esa grave "enfermedad" de la homosexualidad. ¿Querría un buen padre hacerle pasar al niño por el calvario de negar su propia condición y forzar sus natural inclinación? Para un adolescente homosexual, eso es un infierno en vida. ¿Preferirías mantenerte fiel a tu creencia, a costa de torturar a tu hijo? ¿Enseñarle que su naturaleza, su ser íntimo es corrupto y pecaminoso, y que debe cambiar, porque a tu Dios le place que le gusten los del sexo contrario?

¿Podría más tu fanatismo que tu hijo?

Responde. ¿Aceptarías su homosexualidad con naturalidad, o le forzarías a cambiar porque tal inclinación es pecado en tu religión?

Nada, nada que ver con el comportamiento del ejemplo que te puse antes, de mi amiga.

Deja crecer a tus niños libres, no los condiciones. Espera que sean mayores y, entonces sí, intenta convencerlos. ¿Ahora? Es demasiado fácil, demasiado cobarde.

pollito dijo...

En realidad me opongo a cualquier injerencia del Estado en la educación de los niños: no debería haber escuelas públicas, ni planes de estudio obligatorios.

Pero mientras llega ese feliz momento, reclamo mi derecho, como contribuyente, a que mis hijos reciban, con cargo al Estado, la educación que yo quiero. Como educación es mucho más que enseñanza, debe incluir un componente moral, ¿y ésa moral cuál debe ser, la de otros o la que elijan los padres?

El Vaticano es ciertamente un Estado, te guste a ti o no, y los Acuerdos de 1978 son Tratados internacionales, que el Estado no puede "derogar" sin más (mírate el art. 96 de la Constitución).

Mendiño dijo...

Supongo que sabrás que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el rogatorio de otro juez, para dilucidar si el Concordato es o no Constitucional.

Más cosas, el Vaticano será un Estado, una nación o una país si le gusta o no al diccionario. Es decir, si se adapta a la definición de diccionario. No por decir que soy un pájaro me salen plumas y vuelo.

De la educación se encargan los padres. Los profesores enseñan. También forman en valores ¿Cuáles? Aquellos que son comunes a nuestra sociedad: la no-violencia, la no-discriminación (tampoco a los homosexuales), la solidaridad entre las personas y los pueblos, la paz.

La moralidad, supongo que no hablarás de la moral católica. La misma obsesionada por la conducta sexual de sus fieles, por mantener a la mujer como coneja paridora, por mantener el orden patriarcal de la sociedad. La misma que riega con el hisopo los cañones, que bendice los vuelos de la muerte, que declara la guerra al que hable de justicia y libertad.

¿Cuántas veces ha convocado la Conferencia Episcopal una manifestación para condenar el orden mundial que condena a la miseria a tres cuartas partes de la humanidad? Yo no he escuchado al cerdo de Wojtyla, en tantos años, condenar el capitalismo criminal. No le escuché condenar el fascismo, antes bien recibió a Pinochet con los brazos abiertos.

¿Cuántas veces la basura de HazteOir ha convocado una manifestación para protestar por el genocidio en el Congo? No se les veía en las manifestaciones condenando la masacre de Gaza. No vi a ningún obispo manifestándose contra la guerra en Iraq.

¿Moral católica? Represión machista. No llega mucho más allá. Y, en lo concreto, la Iglesia Católica ha sido un actor más en el saqueo urbanístico que ha sufrido España en estos años, y que nos ha llevado a la ruina actual.

Inmoralidad católica, la de curas pederastas y fieles hipócritas.


Y ya, por fin, te descubres: NO DEBERÍA HABER ESCUELAS PÚBLICAS.

Muy bien, muchas gracias. La enseñanza pública es uno de los ejes fundamentales para el progreso de la sociedad, y así lo ha demostrado la Historia. Eje básico de la movilidad social, motor de igualdad.

Mucha gente creemos, y nos esforzamos cada día en conseguirlo, que una enseñanza pública de calidad formará los librepensadores del mañana. Es la simiente para que mañana podamos tener un futuro mejor, un mundo mejor.

Una generación que crezca libre, sin miedos ni prejuicios. Lo intentó la II República. La Iglesia Católica no consintió perder la llave de las conciencias, quería seguir adoctrinando niños para perpetuar su poder. Entonces, azuzó a los militares golpistas, mientras que los otros tentáculos del Vaticano movían los hilos para que las democracias occidentales privasen de ayuda a la joven República.

Hasta ahí llega la importancia que le concede la Iglesia a tener el monopolio de las conciencias infantiles.

Así que quieres acabar con la enseñanza pública. Pues bien, aquí me tendrás en frente. Esta vez, no pasaréis.

Ya te puedes ir mucho a la mierda, por aquí no vuelvas a entrar.

Arreando.

Anónimo dijo...

Enhorabuena Mendigo, le has "dao pal" pelo al tal pollito.

Al final estos "fichajes" se acaban desenmascarando solitos.

Saludos y gracias por tu blog( lo pongo en favoritos para ir viendolo mas detenidamente)

Loscercarlos dijo...

Vaya masacre, me ha encantado leer esto. Ese pollito se habrá ido a esconder tras su mamaíta. Enhorabuena por este blog que acabo de descubrir.

Anónimo dijo...

La fuerza de la razón destrozó al pollito. Excelente mendigo.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tan poco rigor, tanta opinión arbitraría y tanta teoría pretendidamente científica, cada línea me hace más gracia. Discursos bien aprendidos, falacias, verdades a medias, mentiras enteras. De verdad no sabría por dónde empezar, es como intentar rehacer la epistemología desde Ockham hasta Pierce.
De verdad, me hace reir tanta confusión... tanta mezcla... tanto sesgo... el culmen es hablar de la segunda república española como de un intento liberador...
NO veo ni historía ni filosofía ni nada de nada en estos comentarios. Me indigna el poco criterio. Si de verdad quieres argumentar hazlo sin apasionamiento ni ideología. Lo de la educación religiosa me ha parecido una excusa para meter morcilla rellena de piñones... en fin me gustaría poder decir algo más agradable pero sinceramente no puedo, y eso que pensé que podría ser una cosa cabal, me equivocaba de nuevo.
Un saludo

Mendiño dijo...

Yo aporto razones, tú ni una.

Mucho calificativo, poca sustancia.

Anónimo dijo...

Excelente, para adoctrinar y descerebrar que lea la razón.La educación pública es para formar personas críticas y librepensadoras.

Adrian Bellesguard dijo...

Personalmente creo que en un estado laico la enseñanza de cualquier tipo de religión en un colegio público debería estar estrictamente prohibido. Sin embargo una asignatura que de forma democrática, abierta y objetiva enseñe al niño y al muchacho lo que es su país, que le de nociones sobre su diversidad etc. y que le ayuden a ser solidário y sentirse parte de ello no creo que sea en absoluto negativo.
La personas religiosas y en nuestro país especialmente las católicas, deben comenzar a aceptar que los demás no tenemos ninguna obligación en respetar sus creencias, que probablemente (mientras no interfieran en la vida pública o civil) tenemos obligación simplemente a tolerarlos.
¿Religión en las aulas? ¿religión protegida y subvencionada por el estado con nuestros impuestos? NO NO NO y mil veces NO

Guillermo Hispánico dijo...

Mereces la muerte, hijo de la gran puta por las sandeces que escribes.