
I) Las tres generaciones de Derechos Humanos.
II) Democracia Radical y Participativa
III) Compromiso con la Paz.
IV) Laicidad
V) La Austeridad
VI) Una República Federal
VII) Una Europa Federal
El otro día estaba leyendo una entrevista a Julio Anguita en la revista El Gran Poder.
Me pareció muy interesante esta respuesta del Califa.
EGP: ¿Cree que veremos la III República de España?
Anguita: Hombre…yo estoy trabajando no saben ustedes cuanto para eso, lo que pasa es que se choca con varias dificultades. La primera es la tendencia de la gente a conmemorar la segunda República, incluso conmemorar la primera, y a mí con eso me llaman los demonios.
Porque yo quiero hablar de la tercera, lo que pasa es que es más cómodo hablar de la segunda República, de cómo fue abatida por el fascismo… y la Segunda República tuvo muchos fallos, como decimos aquí más que una escopeta de caña, hay que bajarla también de los altares… y entonces hay que plantear la tercera.
Pero hablar de la tercera república diciendo que se va a distinguir porque cambiamos a un Rey por un Presidente… para eso me quedo jugando al dominó. La tercera república o es una en la que las tres generaciones de los Derechos Humanos se perciben en los derechos políticos, sociales, y medioambientales con una participación popular sabiendo lo que es y creando ciudadanos republicanos, que son aquéllos conscientes de sus derechos, o no merece la pena.
Pero eso hay que crearlo… yo voy dando conferencias por ahí y he puesto en marcha un documento que se llama la propuesta republicana donde intento adelantar cuales serían los ejes y los contenidos de la tercera república… pero no se lee. Eso sí, me llaman y me dicen ven aquí que vamos a hacer un acto para la Segunda República y digo: pues no quiero ir.
Somos un país de conmemoraciones, pero la conmemoración exige poco esfuerzo mental, somos un país perezoso, radical porque la radicalidad es cómoda.(...) Crear la tercera república es un esfuerzo ciudadano y político de tesón, de dificultades y no estamos por eso. Yo soy muy adversario de las conmemoraciones, las de la Segunda República ya empiezan a aparecer. Viniendo para acá me han llamado tres veces, uno de Granada, otro de Pontevedra, para un acto de conmemoración…y no voy. ¿Estoy en contra de la Segunda República? No, pero ya estoy harto de mirar al pasado.
EGP: ¿Qué libro le regalaría al rey Juan Carlos?
Anguita: ¿Yo? No sé, cualquier libro, no creo que Su Majestad el Rey sea muy dado a leer… No, yo es que no le regalaría nada. En todo caso, dicho en broma le regalaría un buen billete de AVE para el exilio, pero ya está, nada más.
Me picó la curiosidad y fui a leer ese documento del cual Anguita se lamenta que haya pasado desapercibido: la propuesta republicana.
Si escribo sobre él, es evidente que me gustó. Me gustó porque no es un sermón ni una perorata, sino un esquema de trabajo, una propuesta abierta al debate y a aportaciones. Se limita a exponer las bases ideológicas sobre las que se tendría que crear la III República.
El Califa jubilado me ha contagiado su entusiasmo por crear un nuevo Estado. Lo que propone es...ilusionante, justo lo que le falta a las manidas propuestas de mínimos y paños calientes que vemos en la izquierda.
Sé que el texto es algo largo (triste época de los comentarios telegráficos, donde todo escrito que tenga más de 10 líneas es considerado "ladrillo"), sin embargo, creo que merece la pena. Copio sólo una de las partes, en la que considero está el meollo y el peso de la propuesta:
Desde nuestro punto de vista son 7 los ejes que vertebran la alternativa republicana. Pasamos a relacionarlos y desarrollarlos con brevedad a fin de que sean enriquecidos y pasen a formar parte del acervo común de estas jornadas.
I) Las tres generaciones de Derechos Humanos.
Una constitución del siglo XX debe incluir en su articulado como parte esencial la solemne Declaración de DDHH de la ONU de 10 de Diciembre de 1.948. En ella se especifican los llamados derechos de la primera y segunda generación: los políticos y los sociales así como- y en su artículo 28- la facultad de cualquier ser humano de incidir, preocuparse y demandar soluciones para cualquier lugar del planeta; es una base fundamental para poder establecer las relaciones de un internacionalismo humanitario y transformador. Esta declaración fue desarrollada en 1.966 con carácter vinculante para los signatarios, mediante el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En España entró en vigor el 27 de Julio de 1.977. En ellos se desarrollan los compromisos de los Gobiernos y se incluye- entre otros derechos- el de Autodeterminación de los pueblos.
En la actualidad hay un debate y una acción socio-cultural importante para incorporar a las dos anteriores generaciones de Derechos Humanos los Derechos Medioambientales. Las declaraciones y acuerdos sobre Medio Ambiente son abundantes en las NNUU pero no han tenido el rango que confiere la Declaración de DDHH. Es una lucha que debe intensificarse.
Es cierto que en vigente Constitución de 1.978 y en Título I se incluyen contenidos sociales de lo que se llama Derecho tuitivo y que en su artículo 10 se afirma que se incorporan al Derecho español y a la Constitución aquellas declaraciones y acuerdos sobre DDHH. No obstante la propuesta que hacemos es que se incorporen en su totalidad, añadiendo partes sobre los derechos medioambientales con carácter vinculante y mayor precisión en su articulado. Para mayor rigor sería conveniente reflexionar sobre este apartado teniendo delante un texto de la solemne Declaración de 1.948 y otro del Pacto Internacional que los desarrolla.
A modo de concretar en propuestas que expliciten objetivos claros y necesarios proponemos un polinomio que formulamos así: SPE+ RT+ DS+ PSP + FP y en el que:
SP es Sociedad de Pleno Empleo y ocupación
RT es disminución de la jornada laboral y reparto del trabajo
DS es Desarrollo Sostenible según la primitiva formulación que negaba el concepto de Crecimiento Sostenido.
PSP es Protección Social Plena
FP es Fiscalidad Progresiva
Recomendamos tener en cuenta a la hora de precisar en un texto constitucional determinados instrumentos públicos para coadyuvar a esta tarea el artículo 44 de la Constitución republicana de 1.931.
II) Democracia Radical y Participativa
Plantear la expresión Democracia Radical es, en el fondo, una obviedad. Tanto en sentido etimológico como en el de la racionalidad más estricta la Democracia o es radical o no lo es. No obstante la degradación del concepto en su aplicación a lo largo de la Historia y especialmente desde la Revolución francesa así como la penuria sobre su desarrollo en la actualidad (la democracia demediada), nos lleva a recalcar esta adjetivación.
Cuando planteamos la radicalidad no sólo lo hacemos para indicar que el concepto debe profundizarse en la práctica hasta llegar en sus últimas consecuencia a lo que ha convenido en llamarse Democracia Participativa sino que también se hace in extenso; es decir, el concepto Democracia se refiere también a aquellas otras parcelas que le han sido sustraídas: la Economía, la Cultura, la Política en todas sus ámbitos, el funcionamiento de las Instituciones, etc.
La Radicalidad democrática somete a sus decisiones aquellos campos que el Pensamiento Único ha desligado de la decisión del Soberano mediante la sacralización y posterior independencia de tres conceptos: el Mercado, la Competitividad y el Crecimiento Sostenido.
Es obvio que estas propuestas necesitan de desarrollos concretos no sólo en el marco institucional sino también en el conjunto de derechos y deberes ciudadanos inscritos en los ámbitos de participación. Más adelante aparecerá un listado de propuestas sobre esta cuestión.
Sin embargo no quisiéramos pasar a otra cuestión sin aclarar cual es la ideal central que guía nuestra propuesta. Referirla, siquiera sea someramente, ayudará a moverse con mayor comodidad dentro de ella.
Creemos que la República es la forma más avanzada de Democracia y que superarla mediante otra forma de auto-organización supone el agotamiento de todas sus posibilidades. Si aceptamos definir la Democracia como “Convenio permanente entre seres humanos libres e iguales para seguir permanentemente conviniendo” es indudable que en determinado momento ese convenio pase a ser algo consustancial y no reglado. Y eso depende de la capacidad de ir creciendo en conciencia ciudadana, responsabilidad, aprendizaje y libertad. En ese sentido la Democracia no es sólo marco de convivencia sino también meta, instrumento, ciencia y auto-desarrollo.
III) Compromiso con la Paz.
La Constitución de la II República mantenía en su artículo 6º lo que sigue: “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”. La existencia del ejército se mantenía en virtud de la defensa del territorio de la República como consecuencia de una agresión. Era una actitud estrictamente defensiva. Y aún así esa guerra defensiva se mantenía, tal y como indicaba el artículo 77, en el marco más estricto de la legalidad internacional que por aquel entonces lo representaba la Sociedad de Naciones con sede en Ginebra.
Creemos que la Paz como objetivo y meta debe ser servida mediante medios concordes con ella. Se trata de ir haciendo girar el concepto de Seguridad del campo militar al campo de lo estrictamente civil. Y en ese caso una sociedad segura es aquella que atiende las necesidades de sus miembros y procura establecer mecanismos económicos, sociales, políticos, ideológicos y culturales que conformen unos nuevos valores sociales.
Es evidente que ello nos lleva a afrontar varias cuestiones tanto en el campo nacional como en el internacional (y por supuesto en el de la UE):
- La pertenencia a la OTAN reestructurada en 1.998 sin que las Cortes Generales dijeran nada.
- Los acuerdos hispano-norteamericanos sobre las Bases de “utilización conjunta”.
- La política presupuestaria de gastos militares: material bélico e I+D+i .
- Una política educativa, cultural e institucional en la que los valores y comportamientos que configuran una situación de Paz sean explicitados continuamente.
- Una política militar con graduación en su ejecución que desarrolle dos objetivos:
a) Una fuerza militar reducida con capacidad de maniobra y de intervención rápida preparada para acciones de carácter estrictamente defensivo.
b) La transformación del contingente militar en un cuerpo hiperespecializado para intervenir en misiones de interposición, catástrofes naturales, ayuda humanitaria, etc
- Una política de Paz mantenida consecuentemente en los foros internacionales en los que la República asista o pertenezca.
IV) Laicidad
Creemos que en esta hora del siglo XXI y teniendo en cuenta la Historia de España, que el artículo 3º de la Constitución de 1.931 cuando afirmaba “ El Estado español no tiene religión oficial” se impone la total separación de las distintas iglesias y confesiones religiosas del Estado. A través de un proceso gradual pero con fecha límite el Concordato con el Vaticano será denunciado. La Religión no se impartirá en la Escuela.
Queremos apuntar algunas ideas acerca de la Laicidad.
- La Laicidad se poya en dos pilares: la Ética, en sí misma libertad absoluta de conciencia y el status cívico que define la separación de las iglesias del Estado.
- La Laicidad establece estrictamente la diferencia entre dos universos distintos: el interés general y la convicción individual.
- La Laicidad es explícitamente consustancial con la República.
- El Humanismo laico reposa sobre el principio de la libertad absoluta de conciencia.
- La Laicidad dirige todos sus esfuerzos para liberar a la infancia y a los adultos de todo aquello que les aliene o pervierta su pensamiento, especialmente de las creencias atávicas, los prejuicios, las ideas preconcebidas, los dogmas, las ideologías opresoras, las presiones de orden cultural, económico, social, político y religioso.
- La Laicidad sostiene desarrollar al ser humano en el marco de una formación intelectual moral y cívica permanente, en el espíritu crítico y en el sentido de la solidaridad y la fraternidad.
- El rechazo al racismo y a la segregación en todas sus formas es inseparable del ideal laico.
- En una sociedad laica el único medio de desarrollo social es la integración (diferente a la asimilación), la participación de todos en una colectividad de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes. Los únicos grupos sociales aceptables reposan sobre la alternativa, la libre pertenencia y la apertura.
- La Ética laica conduce inevitablemente a la Justicia Social: igualdad de derechos, igualdad de deberes, igualdad de oportunidades. La instrucción laica, la escuela, el derecho a la información y el aprendizaje de la crítica son las condiciones de esta igualdad.
V) La Austeridad
Constituye casi un axioma la afirmación de que una sociedad fundamentada en el desarrollo sostenible y en el equilibrio ecológico de la naturaleza no solo es alternativa a la sociedad presente sino que necesita el ejercicio de la Austeridad. El consumismo, el derroche energético y la explotación desaforada de las riquezas naturales son incompatibles con un una sociedad que no haga de la consecución del máximo beneficio económico su valor central.
Pero más allá de esta obviedad, planteamos la Austeridad como una virtud cívica que debe informar los valores y las actuaciones de todas las instituciones públicas. Se ha instalado en el seno de la sociedad y por ende en la mayoría de los grupos, colectivos y personas de las instituciones la asimilación de dignidad institucional a boato, lujo, exhibición y aparatosidad. La idea central de que la autoridad se ancla y sustenta en el ejemplo y en la virtud (en sentido jacobino) es considerada como de otros tiempos.
Hay en los presupuestos generales de las distintas administraciones que componen el Estado excesos suntuarios de todo tipo. Pero aún más, excesos en cargos de confianza, subvenciones de todo tipo que fomentan el clientelismo y reduplicación de funciones y tareas con sus equipos humanos correspondientes.
La Austeridad informa otro tipo de Cultura y de manifestaciones públicas en torno a ferias, fiestas festejos porque intenta hacer de la participación creativa y de la superación colectiva el eje de una actividad que en muchos casos y en la actualidad, se expresa por los “cachés” de artistas. La Austeridad invierte el rol cultural actual en el que el espectáculo lo es todo y la participación activa nada.
Induciríamos a error si no dejásemos claro que el concepto Austeridad no tiene nada que ver con aquella política económica que emanada de Mäastricht y Ámsterdam propugna el Déficit 0. La Austeridad es Racionalidad y sintonía entre Necesidades sociales y aportaciones presupuestarias y de infraestructuras necesarias.
Campañas electorales, populismos, remuneraciones, contratos blindados, contratas, subcontratas, etc son también objeto de una política austera.
Pero con ser importantes el conjunto de medidas que hemos indiciado es mucho más importante aún la formación de una conciencia cívica que a modo de presión social vaya erradicando el derroche y la exhibición epatante de lo superfluo. La Educación, la Cultura, los valores ciudadanos y las actitudes de quienes deben ser ejemplos vivientes desde sus responsabilidades pueden lograr una potenciación de esa conciencia.
VI) Una República Federal.
La Historia nos repite hasta la saciedad que todavía no hemos llegado a un acuerdo acerca de la construcción de un Estado en el que todos sus integrantes naciones, nacionalidades, regiones, etc convengan en asumir como propio sin reticencias.
España o el Estado Español es una construcción tanto más necesaria que cuanto más necesaria es la construcción de una Europa Federal., Vivimos procesos en los que la emotividad interesada y la manipulación son obstáculos para una búsqueda racional y equilibrada del acuerdo necesario. Desde las posiciones nacionalistas (incluidas las que mitifican la Historia y sacralizan el nombre de España) hasta la invertebración de las políticas de campanario y aldeanas en esta cuestión hemos vivido y vivimos de consignas, lugares comunes y tópicos.
Desde la serenidad, la información y el debate reposado debemos asumir que la sociedad española, o si queremos de las Españas, es la única que podrá poner y final a una pugna , a veces interesada por que desvía la atención de los conflictos económicos entre poseedores y desposeídos.
Esta propuesta parte de una voluntad de Construcción libre, voluntaria y democrática ¿Cómo queremos que se vertebre este conjunto social e histórico- conflictivo que hemos llamado España o Estado Español. Decía Eliseo Reclus que el Federalismo estaba escrito en la Geografía y en la Historia de España. Nuestra propuesta federal pare de un reconocimiento sin ambages del Derecho de Autodeterminación. La formulación del mismo está reconocida por el Gobierno español al firmar el Pacto de los Derechos Políticos y Sociales de las NNUU de 1.966. Debido a la inercia del rechazo se pone le acento en la posibilidad de la secesión o separación sin caer en la cuenta que también puede servir para todo lo contrario; el problema estriba en que contenidos concretos motivan y consolidan a las mayorías sociales.
La construcción del acuerdo debe partir de una serie de premisas a nuestro juicio fundamentales y aplicables a todas y cada una de las federaciones, naciones, nacionalidades y regiones.
1ª. Los territorios que acuerdan federase para construir el nuevo Estado aceptan como patrimonio común los siete ejes que desarrollan la propuesta republicana. El desarrollo legislativo de los mismos corresponde a las Cortes Generales de la República y el desarrollo ejecutivo al Gobierno Federal.
2ª. El Estado tiene tres Administraciones: la General, la de cada ente federado y la municipal.
3ª. La provincia desaparece y se procede a la comarcalización de cada federación.
4ª. En la atribución y ejecución de las competencias se tendrá siempre en cuenta el principio de Subsidiaridad.
VII.- Una Europa Federal
Por principio político, por sintonía con la realidad presente y futura y por proyecto de futuro la III República española debe hacer suya una propuesta de construcción europea de estructura federal. Sabemos que una tarea de esta enjundia no es fácil pero tampoco debe nacer con vocación de inferioridad o sentido de fracaso anticipado; es cuestión de saber conectar con afinidades, necesidades, urgencias y sobre todo con aquellas propuestas que abran el camino diseñado por las contradicciones de todo tipo.
Planteamos un proceso de construcción federal de Europa sobre dos ejes:
1. Impulsar un proceso constituyente europeo con cinco sujetos:
El Parlamento europeo
Los parlamentos estatales (y en nuestro caso con la concurrencia de los de las federaciones)
Los pueblos europeos
El Consejo Europeo
La Comisión europea.
2. Utilizar como materiales para sistematizar y desarrollar en una futura Constitución europea fruto del proceso constituyente anteriormente descrito, los siguientes grandes Tratados:
a. La solemne Declaración de Derechos Humanos de la ONU y los Tratados que la desarrollan.
b. La Carta Fundacional de las NNUU
c. La Carta de París de 21 de Noviembre de 1.990
d. Los textos de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE)
e. Los Tratados Constitutivos de la CEE
f. La Carta Social Europea. ¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo?
Creo que merece la pena trabajar por ello, por hacerla posible.