19 de diciembre de 2007

La fanfarria verde




Hoy me siento abuelo cebolleta, así que permitidme que cuente una historia de mis comienzos en la red, hará unos ocho añitos.

De aquella, estaba enredando con el chat, y solía entrar en el IRC_Hispano. Habitual del canal #revolución (los dos, con y sin acento, según nos cerraban uno u otro) y de otros canales "levantiscos", era habitual que entrasen trolls fachorros a tocar los cojones (y viceversa).

Llevo a gala el haber entrado en canales como #división_azul o #falange y, tras advertir que no venía a trollear sino a mantener una discusión civilizada, no sólo no haber sido expulsado sino el haber mantenido un debate que, si no cordial, si era constructivo e interesante.

Creo que es la cortesía y al respeto al adversario (nunca a sus ideas) lo que nos permite confrontar nuestros argumentos y crecer con ello.

Así mismo, cuando he tenido que cargar con la arroba de administrador, sólo he empleado el kick o ban en aquellos casos en que era imposible razonar para que el sujeto depusiera su actitud de violencia verbal, y siempre como último recurso.

Dicho ésto, paso a contar la anécdota que, para mí, es realmente reveladora de una clase de gente.

Uno de las pocas veces que me han baneado de un canal, y no quiero decir la única no sea que mi memoria me falle y haya habido alguna más, fue del canal #trébede.

Trébede es un canal del programa homónimo de RNE3 que en teoría debía tratar sobre música tradicional popular (lo que unos llaman folk, y otros celta). Como es un tipo de música (como casi todas) que me encanta, es normal que entrase a ver qué se cocía.

El caso es que estaban con los embalses. Que muy malos, que malísimos. Yo quise abrir un poco el debate, diciendo que los embalses tenían unas consecuencias para el medio ambiente, pero que sus alternativas no eran mejores: la nuclear con los resíduos, la solar y eólica con bajo rendimiento e impacto en las zonas donde se instalen los parques. Y no se podía dejar todo en manos de las térmicas convencionales, pues incrementaban el efecto invernadero con sus emisiones y eso sí que llevaba a un problema ecológico de los gordos.

Tengo que decir que ahora todo el mundo pierde el culo con el efecto invernadero y el cambio climático, pero hace ocho años era algo que la inmensa mayoría de la gente, incluso gente culta, tomaba a risa, a exageración de unos catastrofistas.

Me cayó un torrente de insultos (me acuerdo de uno que me llamó provocador, cosa que es cierta pero no me parecía justificada en ese momento). El administrador del canal me advirtió que mis opiniones no eran bienvenidas en ese foro.

¿?¿?¿?¿?¿?

Curtido en discusiones muy duras entre troskos y estalinistas en el canal, yo flipaba que por una pequeña llamada al sentido común hubiera esa reacción. Yo traté de explicar que no es que estuviera a favor de multiplicar los embalses, que conocía muy bien sus efectos sobre los valles anegados, pero que había que dar alternativas y ninguna era buena (al fin y al cabo era estudiante de último año de ingeniería y sabía más de lo que hablaba que la inmensa mayoría, por no decir todos los que ahí estaban).

Fuí quickeado.

Me quedé atónito. Recuerdo que estaba estupefacto. ¿No me quickean los de #rojigualda y me van a echar en un canal en el que comparto sus principios ecologistas? ¿Sólo por decir que las cosas no son así de sencillas? Entré de nuevo para pedir explicaciones al moderata sobre el particular. No me dio tiempo: fui baneado. Creo que por primera y única vez en mi vida, y habiendo mantenido en todo momento un tono no sólo correcto, sino hasta conciliador (cosa rara cuando discuto, que me gusta cebarme).

Sobre esta anécdota me he vuelto a acordar en otros momentos de la vida en los que me he encontrado gente que, aunque en teoría estaba próxima a mis posiciones ideológicas, se encontraban en las antípodas de lo que yo entiendo debe ser una persona honrada y sabia.


Lo cierto es que el canal hacía honor al programa de radio, y a su presentador, Iñaki Peña. Un botarate que gustaba de hablar de cosas que ignoraba en absoluto. Su forma de hablar me recordaba a la de Jiménez Losantos, dando por sentado que él estaba en el bando de la verdad absoluta y que en frente estaban ellos, los otros, los malos, que por intereses siempre espurios querían hacer mal al planeta y a la gente. Un nivel intelectual propio de los dibujos animados del Baron Pierre Nodoyuna. Un demagogo que, en vez de dedicarse a hacer un programa sobre música, empleaba el tiempo en radiar su "ideología way", que consistía en abrazar toda causa que sonase bio y progre. Una amalgama de tópicos y lugares comunes en un mundo polarizado entre lo natural y lo artificial, entre el pueblo y la ciudad, entre los buenos y los malos.

Y como Losantos, también Iñaki Peña tenía su rebaño de borregos.

En esos años, el diablo cojuelo eran los pantanos (Riaño, Itoitz...). Hace poco, las últimas veces que lo oí clamaba ya contra el cambio climático. Vaya -me dije- ahora no te importan tanto los embalses y no te parecen tan inocuas las centrales térmicas.

Vaya cara más dura. Por decir lo mismo fuí expulsado unos años antes.

La última vez que le oí, llamaba al voto por Ciutadans de Catalunya, un partido que según él era una rebelión cívica contra los partidos tradicionales, que se verían superados por esta nueva forma de hacer política, un nuevo régimen sin ideologías en que los ciudadanos de bien tuvieran el mando.

Algo próximo al fascismo, vamos.

No lo pude aguantar más (es notorio el desprecio que siento por ese partido y su ideología, y más cuando se emplea la radio pública para hacer publicidad tan artera) y apagué la radio, sabiendo que de todas formas ese día tampoco podría escuchar algo de música tradicional: tocaba panfleto.

Al poco, supe que le cerraban el chiringo al Gran Charlatán. Me alegré, cómo no, de que sacaran de las ondas a semejante sacamuelas.

¿Por qué me acordé de esto?

Porque estoy convencido que son los charlatanes ecolojetas, esos que hablan sin tener datos; esos que van de guays y concienciados con la naturaleza, pero que a la que los sacas al campo se muestran nerviosos y sólo recuperan la tranquilidad cuando se encuentran de nuevo en el coche. Jipipollas que gastan una pasta en ir convenientemente ataviados con un look alternativo y solidario. Urbanitas que hablan de las maravillas de vivir en un pueblo cuidando vaquiñas precisamente porque no tienen ni puta idea de lo que es esa vida.

Ese tipo de basura bienpensante, ecológicamente comprometida, son los que, por el bien de la Naturaleza, habría que crucificar boca abajo.

Primero fueron las nucleares.

Luego, los embalses.

Después los transgénicos.

Luego apoyando los biocombustibles (si fueran partidarios de la bomba atómica, no le habían hecho más daño al planeta)

Y ahora, ya se han caído de la burra del cambio climático, que ha pasado a ser el gran coco. Y como judío converso, ahora son más papistas que el papa y se encargan en demonizar hasta el absurdo todo lo que difiera un pelo de sus vaticinios catastrofistas. Al Gore es el Gran Sacerdote de esta maniquea inquisición.

Y en todos estos temas, a la que intentas poner un poco de racionalidad, eres tachado por esta chusma bienpensante como enemigo del planeta. Yo, que hace años que vengo dando el coñazo con las emisiones de CO2 y H4, que sé bastante bien los peligros de los resíduos nucleares, que sufro los embalses, tan abundantes en esta tierra; que me sublevo contra el abuso de las multinacionales que hacen negocio vendiendo transgénicos a comunidades pobres, creando dependencia y reduciendo la diversidad genética. Pero yo, que digo que todas ellas son tecnologías que deben ser empleadas con racionalidad y responsabilidad, pero que no son intrínsecamente rechazables si se manejan con respeto por la naturaleza y la población, y que de hecho pueden ayudar a solventar el difícil momento en el que se encuentra la humanidad (en parte, gracias a las estupideces, irracionalidades y tabúes de los ecoloways).

De hecho, aquí van mis claves para un futuro de sostenibilidad energética a corto-medio plazo. Sería curioso dentro de 10-20 años releer esto.

1) La producción de energía eléctrica es contaminante. No existe "energías verdes", y el único kilowatio que no contamina es aquel que no se consume. Así que, toda solución pasa por el ahorro, abandonando el modelo desarrollista que nos quieren vender desde la cuna del capitalismo como único posible y adoptando un modelo más frugal de consumo.

2) El futuro de la energía a largo plazo puede que sea la energía nuclear de fusión. Mientras llega ésta, y no sé si nosotros lo podremos ver algún día, las plantas nucleares de fisión de nueva generación son una magnífica alternativa para complementar la producción de energía eléctrica. Hay que seguir investigando en la desactivación de los residuos continuando el proceso de fisión nuclear de forma inducida: se obtienen peores rendimientos pero también residuos con una vida media de siglos e incluso de décadas, en vez de milenios.

3) El grueso de la producción eléctrica deberá ser encomendada a las centrales térmicas de carbón, combustible muchísimo más abundante que el petróleo (y mejor repartido). Para ello hay que desarrollar la tecnología por la que estas centrales puedan anular sus emisiones de CO2 por medio de algas genéticamente modificadas en un cultivo intensivo. Estas colonias de algas, aunque ahora se habla de hacer combustible (etanol) con ellas, podrían simplemente servir de abono (controlando su fermentación para no emitir metano).

4) Prohibir los paneles solares fotovoltaicos: son un desperdicio estúpido de recursos para una exigua producción eléctrica. No así los térmicos, que pueden ser útiles para aumentar la eficiencia de viviendas y procesos industriales.

5) Los aerogeneradores son ineficientes y poco aptos para alimentar la red eléctrica, pero pueden ser reconvertidos para disociar el agua generando H2 necesario en aplicaciones no estacionarias (transporte).

Así, dejaremos en breve de quemar una materia tan valiosísima como el petróleo, y podremos utilizarla para crear nuevas fibras que mejoren la eficiencia energética de nuestra sociedad (fibra de carbono, extremadamente ligera y resistente).

Para terminar, un análisis de un tío que no me sorprendería que fuese muy de derechas (es un portal de inversión) pero que puedo suscribir punto por punto. Me parece de enorme interés porque dice cosas muy sencillas pero muy importantes en sólo unas líneas, por eso no sólo lo enlazo, sino que lo publico:


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Bueno, el Gobierno de España ya ha publicado el flamante plan de generación eléctrica para nuestro país denominado “Prospectiva de Generación Eléctica 2030“, y la verdad es que, después de leerlo en sus grandes rasgos, uno se pregunta si o bien está viviendo en el mundo de Yupi o en el de Alicia en el País de las Maravillas.

Aquí van las grandes líneas del plan maestro que han diseñado nuestros estrategas:

En el 2030, por fuentes de generación de energía, está previsto que tengamos la siguiente potencia instalada:

1- Energía Eólica: 35.000 MW

2- Ciclos Combinados: 29.187 MW.

3- Hidroeléctrica: 18.385 MW.

5- Cogeneración, tratamiento residuos: 9.100 MW

6- Nuclear: 7.728.MW

7- Carbón: 581 MW

Francamente sin ser un experto, creo recordar que la energía no se almacena, por lo que cerca del 35% de la potencia instalada dependa de una energía tan poco previsible cómo la eólica, me parece un poco temerario. (Espero que en un futuro no nos digan que ha habido un apagón porque hoy ha soplado poco viento). Si creéis que la reflexión que hago es una tontería, no acudo al estudio de un primo mío que es científico, sino que simplemente os cito las palabras de Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica:

“… Es necesario un debate social para decidir qué cesta de energía queremos tener a medio y largo plazo. Red Eléctrica, al menos, quiere tener el máximo de opciones. Debiéramos reflexionar hasta qué punto queremos tener al gas natural como única energía que nos garantice la potencia. Porque la eólica es muy importante, aporta ya casi tanto como la hidroeléctrica, pero no es gestionable porque no aporta garantía. El viento no sopla cuando queremos y pese a que tenemos 11.000 megavatios instalados, un día nos pueden aportar 8.000 y otro sólo 400 .” Fuente Wikipedia.

Bueno, una vez que ya sabemos que para nuestro gobierno nuestro futuro energético queda en manos de una fuente de energía limpia pero poco gestionable, creo que es interesante entrar en el tema de la energía nuclear. Ya sabemos que el gobierno se ha comprometió en no abrir más centrales nucleares e incluso hasta ir cerrando las existentes. Pues bueno en el nuevo plan, nos vamos a quedar con la misma potencia instalada que tenemos actualmente, para ello no vamos a cerrar las centrales que tenemos, sino que han considerado que debe ser más seguro alargar la vida útil de las centrales nucleares que tenemos que construir alguna central de nueva generación que las substituya. Extraña paradoja.

Para acabar, una mención especial, a la previsión que han realizado sobre el incremento de las necesidades energéticas de nuestro país. Según el plan, España necesitará aumentar su potencia instalada en un 2% anual, hasta el 2030, y esto a pesar de que el PIB aumentará a un ritmo del 3,6%. La explicación la tendremos en las políticas de ahorro que permitirán que nuestras necesidades de energía crezcan por debajo del crecimiento de la economía. Un objetivo sin duda muy loable, pero que hasta el día de hoy no hemos alcanzado nunca.

Por cierto, no quiero pensar mal, me imagino que la publicación del plan no tendrá nada que ver con la salida a Bolsa de Iberdrola Renovables.

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Me queda una explicación por dar: el de la foto del encabezado. Escogí esta foto por la risa que me da la oposición que ponen algunos a que haya un cementerio nuclear en su región.

Las imágenes de animales con deformidades y personas con cáncer son aventadas por los ecolojetas más miserables e irresponsables en el imaginario común de esos gañanes con pancarta.

Nadie les dice que las radiaciones en superficie, en un cementerio nuclear construido debidamente, son tan próximas a cero como lo pueden ser en cualquier otro lugar del planeta.

Y mientras la mayoría de la población se opone, con tozuda ignorancia, al desarrollo de la tecnología nuclear en España...hay un profesor de Santiago que ve languidecer sine die su proyecto de estudio de la radioactividad natural en el territorio gallego.

Los gallegos, para el que no sea de aquí, tienen una predisposición genética a considerar sólo como casa buena aquella que tenga granito, siquiera sean chapas de un centímetro, revistiendo los muros.

Una casa fetén es aquella que está hecha enteramente de granito, a pesar que eso sea una aberración constructiva por las malas propiedades de aislamiento térmico de este material.

Tantos siglos viendo como los ricos vivían en un pazo de piedra labrada, ahora todo gallego aspira algún día a tener su propio mini-pazo revestido de piedra.

Que sería una debilidad de nuevo rico como otra cualquiera, si no fuera porque el granito gallego suele tener una pequeña composición en uranio que, por si sola en la naturaleza es inocua, pero usado como material constructivo en una casa puede causar patologías oncológicas.

En otras palabras, que puede estar más expuesto a la radiación un paisano en su casa de piedra de un municipio gallego, que un habitante de las poblaciones próximas a Almaraz o Vandellòs. Y sin embargo, de este peligro cierto nadie se hace cargo, y no conceden ni tan siquiera una pequeña subvención para estudiar el alcance del problema.

Pero eso no lo explican los ecolojetas, que se encargan de agitar el miedo irracional al átomo; probablemente ni ellos mismos entienden que una casa tradicional, construida con materiales naturales, pueda provocar cáncer en sus habitantes por contener uranio.

En su maniqueismo estúpido: natural-bueno, artificial-malo-peligroso-dañino.

Una puta ensalada de amanitas verna aderezada con bayas de tejo les servía yo a esos amantes de lo bio. Eso sí, con mucha soja.



Hay cuestiones tan complejas que simplificarlas supone poco menos que mentir.

El modelo energético es la más importante de estas cuestiones para el futuro de la Humanidad.

13 comentarios:

Mendiño dijo...

Ups!

Parece que saqué el látigo antes de las Navidades. Lo siento, pasó la etapa del mendigo romanticón y cultureta.

¡Caña!

Desesperada dijo...

bueno, tras semejante documentación y dominio del tema sólo me queda felicitarte, en todo caso, aunque no me lo he leído a fondo en líneas generales estoy de acuerdo contigo, sobre todo en que en esta sociedad opinamos todos sin tener datos, y cuando nos los aportan, si no nos gustan, los ignoramos. la producción energética debería plantearse en términos racionales.

Mendiño dijo...

No, no, dominio ninguno, compi.

Yo no tengo la verdad bajo el brazo, ni la solución al déficit energético al que nos encaminamos.

Sólo me permito recordar que el debate no es sencillo, y no hay una única solución. Debemos echar manos de todas las fuentes de energía a nuestro alcance y, sobre todo, echar el freno en este gasto loco, estúpido de energía y recursos.

Sólo condeno los simplismos, los apriorismos, los dogmatismos.

La cuestión está muy abierta, el debate no ha hecho más que comenzar.

Mendiño dijo...

Una página muy interesante:

Crisis energética


Y un libro muy interesante:

"Un planeta en busca de energía"
Pedro Gómez Romero
Editorial Síntesis, 2007

Desesperada dijo...

buf, es que yo para debatir de esto tendría que prepararme, ja ja ja. a ver, yo intento ser una consumidora eficiente: apago las luces, la cale la tengo a una temperatura adecuada, etc etc. pero esto no evita que necesite toda esa energía, que es el quid de la cuestión, porque llegará un momento en que las fuentes tradicionales estarán en cuarentena. pero aún así el tema de las centrales me da pavor. sí, son las más seguras, es cierto, pero cuando hay un incidente, puf.veo que tú controlas del tema más que yo: ¿qué hay de las renovables? son una alternativa real o simplemente están de moda? es que intenté poner placas solares en mi casa y flipé, me salía más caro que volar a saturno.

Mendiño dijo...

A ver, cuando me hablas de paneles solares, me figuro que te refieres a los térmicos (colectores solares).

Esos son muy baratos, ya que son más simples que el mecanismo de un chupete: un panel negro por el que circula agua que es calentada. Luego usas ese calor para ducharte o para la calefacción (tienes que instalar un acumulador, una especie de termo gordo). Generalmente no basta con eso para la calefacción, pero sirve de apoyo para no gastar tanto.

Eso no debería salir muy caro, así que, si te han dado un presupuesto alto, deberías mirar en otras compañías.

Otra cosa son los paneles fotovoltaicos, que convierten los rayos solares en electricidad. Su rendimiento es muy pequeño y su precio muy elevado (cada vez más, por la fuerte demanda, las compañías no dan fabricado para abastecerla). En mi opinión son una chorrada. Sólo son rentables porque el Estado obliga a las eléctricas a comprarte la energía que produces y no gastas, y te paga el kilowatio veinte veces más caro que cuando tú lo consumes.

Por hacer la gracia, vale. Pero está claro que es una mierda de negocio para las eléctricas (que al final se lo devuelve el Estado a final de año) y, si la potencia instalada va a más, el Estado acabará por bajar el coste.

Luego hay una tercera modalidad, que está empezando a desarrollarse aquí en Galicia, que es usar los paneles solares como foco caliente de un sistema convencional de aire acondicionado (en este caso, funcionando como una bomba de calor). Este sistema puede alcanzar unos rendimientos muy elevados (aunque al final consume electricidad el compresor, claro) y me parece muy adecuado para los sitios de costa.

Aunque por lo que hay que empezar es aislando térmicamente la casa (aquí en la costa no hace mucho frío, pero aún así los euros gastados en aislamiento compensan).



En cuanto a las energías renovables, para la producción de energía eléctrica:

-eólica...pse, creo que sale 10 veces más caro. Está por ver la fiabilidad de los aerogeneradores (si visitas un parque, puedes ver que siempre hay alguno parado o sin aspas, reparándose).

Para que te hagas una idea, cada uno de esos bichos tiene de 300KW hasta 1,3MW de potencia.

Supongo que esa cifra no te dice nada. Pero si te digo que la central das Pontes tiene 4 turbinas de 350MW...que pueden estar funcionando todo el día todos los días del año.

Haciendo el cálculo con el factor de carga de viento, me salía que para producir tanta energía como As Pontes, tendrían que sembrase unos 5000 aerogeneradores de los grandes.

- La fotovoltaica es una chorrada, una tomadura de pelo, una moda. Se dice que una placa solar tarda veinte años en producir la energía que ha sido gastada en su construcción. Son carísimas y no dan una mierda de potencia. Puedes poner motores robotizados para ofrecer siempre un ángulo perpendicular al sol. Pero el gasto en equipo y mantenimiento no compensa el aumento de rendimiento.

- La biomasa...me chirrían los dientes cada vez que lo escucho. Parece que todo lo que tenga Bio es way. No, es una basura. Primero: porque el bosque necesita del sotobosque para regenerar el suelo (onde se quita e non se pon, acábase o montón). Segundo: porque como todo lo que quemamos, producimos más CO2.

- La mareomotriz viene a ser una especie de central hidroeléctrica, y tiene un cierto impacto ecológico según como la concibas. En cualquier caso, no pueden dar mucha potencia porque falta un salto, la diferencia de alturas es mínima, por mucho que el caudal sea grande.

Hay en experimentación otras que aprovechan la energía de las olas (en Santoña) o la velocidad de los ríos (más apropiadas para los caudalosos ríos tropicales).

Se habla de usar las eólicas para acumular agua en los embalses. Como he dicho, creo que su futuro está en la producción de hidrógeno (te imaginas un coche que sólo eche agua por el tubo de escape? mola la idea, eh?).

En cualquier caso, los que saben dicen que la red no aguantaría más del 20% de potencia instalada que venga de fuentes renovables (no confiables).

Luego faltan la estrella de la producción de la electricidad. La forma más sencilla y barata de producir electricidad en grandes (inmensas) cantidades, sin emitir CO2 ni costos de combustible de ningún tipo, pues también es renovable: las hidroeléctricas. Pero claro, hay que inundar todo un valle.

Y las minicentrales, que son una mierda: tienen los inconvenientes de inundar pequeños valles pero no dan a cambio la barbaridad que pueden dar embalses como o das Portas o Belesar.

Picando en la etiqueta de energía, ahí abajo, verás que no es la primera vez que hablo del tema. Me parece importantísimo, y creo que la gente sabe muy poco al respecto. Lo que yo expongo es sólo lo más básico.

Desesperada dijo...

oye, muchísimas gracias por molestarte en darme estas explicaciones... tienes razón, sabemos poquísimo al respecto y este resumen me ha parecido de lo más revelador. efectivamente, pedí presupuesto de solar térmica, pero nos dijeron que para dos, en una casa, no nos compensaba. me temo que tendré que pedir más presupuestos y opiniones. nuestra casa era un galpón que hemos ido arreglando poco a poco, pero hasta ahora sólo hemos podido instalar doble cristal en una parte de ella... aunque se nota muchísimo, efectivamente.

un biquiño

Anónimo dijo...

Hola Mendigo,
a pesar de dedicarnos al mundo de la economía algunos, por increible que parezca, no somos de derechas.
Saludos.

Mendiño dijo...

Unas contraventanas para la noche vienen muy bien. Además de meterle lana de vidrio o poliuretano a los muros.

Que por cierto, te vendrá muy bien para verano.

Además, para verano hay sistemas muy interesantes para refrigerar la casa sin un duro. Uno que me gustó mucho por su sencillez es instalar una entrada de aire en el jardín, a la sombra y orientado hacia el Norte, hacer pasar ese tubo por dentro de la tierra, para refrigerar el aire, y meterlo a la casa a baja altura. Unos aireadores dejan escapar el aire caliente (menos denso) por arriba.

Simple, económico y efectivo.

Si tienes la suerte de tener una casita (quen ma dera!) tienes un montón de posibilidades.

Otra cosa: si eres un poco mañosa (o tu pareja, o algún colega) puedes instalar el panel solar térmico tú misma. Un colega lo hizo, símplemente leyendo unos manuales. Es poner el colector en el tejado, orientado hacia el Sur. Un intercambiador de calor (en el desván) y el depósito (que necesitará un refuerzo para cuando no haya sol, una resistencia eléctrica o unos quemadores de gas). Si sólo lo quieres para el agua caliente, la instalación puede ser mucho menor.

Es mejor usar doble circuito con intercambiador de calor para poder usar líquido con anticongelante en el primario, y que por el secundario corra directamente agua de la traída. Es mucho más sencillo y barato que instalar que instalar un dispositivo de protección para las heladas, y el rendimiento no cae mucho.

Y no hay nada que agradecer. Yo encantado de hablar de energía y de como ahorrarla sin perder ni pizca de comodidad.

Mendiño dijo...

Apreciado gurú.

Me da igual que seas de derechas, de izquierdas o ambidiestro. Me basta y sobra con que seas inteligente.

Sé bienvenido.

Desesperada dijo...

sí que es bastante mañoso, de hecho el galpón lo convirtió él en casa, pero fue una laboriosa tarea. era de cemento, una parte, y acristalada, otra. la parte cementada la forramos por dentro de poliespán o como se escriba y pladur, y la de fuera de poliespán o cómo se escriba y madera. parte del ventanal lo metimos doble, aunque el que ya estaba lo hemos dejado hasta que tengamos más pasta. también pusimos contraventanas. miramos los paneles solares pero nos salía más caro que el resto de sistemas así que al final metimos radiadores de calor azul...

Anónimo dijo...

Yo pertenezco a la generación de Nuclear? No gracias y lo cierto es que nunca me he preocupado de documentarme al respecto, pero sí le tengo una aversión especial a ese tipo de energía, porque serán las centrales más controladas y con más protocolos de actuación en caso de accidente, pero lo cierto es que si algún día fallan esos controles... ¡¡¡pumba!!!... siglos, y tal vez milenios, de destrucción y muerte. Y los controles seguro que son la rehostia, pero al principio y final de la cadena, hay seres humanos que cometen fallos. Tal vez, al igual que todos los miedos, sea un miedo irracional y causado por el desconocimiento, pero yo no estaría tranquilo a menos de doscientos kilómetros de una central nuclear.
Por cierto, voy a comprobar ahora mismo a cuantos kilómetros está Garoña de mi casa ;-)

Mendiño dijo...

Los controles no son todo lo rigurosos que debieran. En ese tema hay una política de secretismo que aumenta la inseguridad.

Además, la mayoría de las centrales son viejas y tendrían que estar ya cerradas. Lo que pasa es que el gobierno no puede construir otras nuevas y, hoy por hoy, son insustituibles.

Es una cuestión muy compleja, que supera desde luego mis conocimientos. Sólo quería aportar algo de contraste al debate, casi siempre simplón.

Por cierto, si Garoña peta y el viento sopla del Sur (raro) ten por seguro que te afecta. Pero vamos, es rarísimo que vuelva a pasar un Chernobyl. En ese accidente se dieron un cúmulo de despropósitos humanos que hicieron que uno de los reactores saltara por lo aires.