18 de diciembre de 2007

Esposos



Siempre saldrá más barato que ir de putas.

Y además, te hace la comida...

9 comentarios:

Desesperada dijo...

dios, resulta hasta tenebroso

Mendiño dijo...

Es la foto ganadora del certamen que organiza UNICEF.

Él, 40 años.

Ella, 11.

Repugnante es la palabra que se me viene a la cabeza.

Y si sólo fuera para follarla una vez...pero es para ser su esclava el resto de su vida hasta que el asqueroso barbudo le de por morirse, momento en el que pasará a depender de algún otro miembro de su familia. Será una viuda cuando puede que ni tan siquiera tenga nuestra edad.

Pero no pasa nada, son las costumbres de cada sitio y hay que respetarlas.

Me intriga saber cuánto pago el barbudo a la familia de la cría. Cuanto cuesta hoy, en el 2007, una esclava.

Los romanos, con lo que les gustaban de jovencitos/as, tenían una ley que prohibía a los amos tener relaciones sexuales con esclavos/as de menos de 14 años.

Esta niña habría tenido suerte de nacer esclava en Roma hace dos milenios. Al menos podría aspirar a comprar un día su libertad.

Un matrimonio como Dios manda.

Raíña Loba dijo...

Que impresiona es decir poco. Robarle la juventud a esa niña no se la va a devolver a él, pero le debe bastar el poder que tendrá sobre su vida.

Qué suerte tengo de poder elegir con quién quiero follar, con quién quiero vivir.

Anónimo dijo...

Si miramos la situación con nuestros ojos occidentales, puede parecernos repugnante, pero en una sociedad como la afgana, es lo más normal del mundo. Entiéndaseme. Viven con costumbres y ritos medievales, pero imaginad que nuestra civilización fuera visitada por seres de un planeta lejano (sí, ya sé que es mucho imaginar, pero en estos momentos no se me ocurre mejor forma de explicarme) y que esos seres observaran nuestras costumbres occidentales y decidieran que somos unos retrasados. ¿Sería lícito que intentasen cambiarnos de la noche a la mañana? ¿o es más normal dejar a cada civilización que recorra por sí sola los pasos necesarios para su "madurez"? Creo que hasta los documentalistas del mundo animal hacen lo imposible por no interferir en el desarrollo de la vida de las manadas que filman.
Jó, lo dejo, porque me temo que estoy algo espeso esta noche :-/
Por cierto, personalmente me gusta mucho más la fotografía clasificada en tercer lugar. Tanta dureza y esa sonrisa hace que parezca que hay esperanza.

Mendiño dijo...

No, Picapiedra, si lo has explicado muy bien y en cierta forma estoy de acuerdo contigo.

Veamos: los Derechos Humanos son comunes a todos los hombres y mujeres del mundo. Por encima de culturas, por encima de religiones, por encima de costumbres...está el ser humano.

Ahora bien, lo que no podemos es llegar e imponer esos valores "manu militari". Como bien dices, han de ser esas sociedades las que progresen y se desarrollen. Se puede ayudar en ese proceso y hasta forzar el cambio (como ocurrió con la política de aislamiento internacional a Sudáfrica por su política de apartheid). Pero no instaurarlo por decreto.

Pero mira, has puesto un ejemplo muy bueno. Los naturalistas (que no los que documentalistas, que esos emplean mil trucos) procuran no interferir en el comportamiento de los animales que son sujeto de estudio. Si una cebra es atacada por una leona, no van a intervenir para salvar a la pobre cebrita.

Pero es que las personas no somos cebras. Por muy interesante que me resulte la cultura afgana, por encima de eso está el ser humano y su libertad.

Y están los derechos de la infancia.

Europa tendría que exportar valores humanos, y no armas. Es una guerra por la superioridad moral que el islam nos está ganando.

No es que nuestras costumbres sean diferentes. Yo no tengo ningún interés en que los afganos beban coca-cola y vistan nike. No quiero aculturizar a los pueblos. Sino humanizar sus costumbres y su religión, como nosotros estamos haciendo con las nuestras.

Con humildad, pues hasta no hace demasiado tiempo, en nuestra moderna Europa los derechos de la mujer o del niño estaban al nivel que ahora pueden estar en agujeros como Afganistán, Somalia o Jamaica.

Por contra, hace tan sólo un siglo, una mujer musulmana podía tener más derechos que una cristiana. Y ni qué decir de hace cinco siglos.

Los rasgos culturales que no dañen la libertad humana, bienvenidos sean. Pero aquellas que atenten contra la dignidad del hombre, deben ser desterradas.


Por cierto, casarse un viejo con una niña ha sido objeto de reproche y burla en todo tiempo y en todo lugar. Otra cosa es que el barbudo de mierda ése tenga el dinero de permitirse el capricho y los pocos escrúpulos de destruir la infancia de una niña...y una sociedad patriarcal que lo consiente y calla.

Como aquí callábamos hasta hace pocos años con la violencia conyugal, o los asesinatos "de honor".

Mendiño dijo...

Ah! Sobre las fotos.

La foto que he puesto es buenísima.

La que tú dices, la niña saltando en el sofá rojo, también. Como no entiendo ni papa de alemán (y las he encontrado en unicef.de) sólo entiendo que está sacada en Manila.

La verdad es que no me gustan especialmente los niños. Más bien los detesto. Pero su sonrisa es una promesa de esperanza.

Promesa que el mundo se encarga de romper. Imagina la mueca que tendrá esa niña dentro de veinte años cuando quiera mostrar una sonrisa.

Ese sería mi sueño: construir un mundo donde no se le quebrara la sonrisa a un niño cuando crezca.

flor de un día dijo...

Además, con ese trasfondo adornado haciendo como que la cosa es solemne, como debe ser si se hace bien, con sus cortinas adornadas en rojo y dorado, la alfombra con sus cojines... Y esa pared pestilente (casi me parece olerla)...
Ni para follársela una vez, mendiguito. No. Incluso eso de dejar que las cosas ocurran, que la gente debe de madurar, equivocarse, retroceder... mira, con lo de la autogestión, casi que lo acepto (casi, pero ya no sigo con el temita, que para estar tú y yo dándole vueltas a lo mismo tol rato...). Aquí, no. Evidentemente, sé que voy a ser una más de las que simplemente ponen el grito en el cielo. Y mañana no volveré a recordar a esa niña de ojos atemorizados. O quizás sí, pero volveré a hacer lo mismo. Se me hará un nudo en la garganta y tragaré hasta que baje.
Y por supuesto, no creo que sea sólo el follar o el decidir con quién vivir, de qué trabajar... Es su vida, toda su vida. Toda. Se la hemos truncado.
Suponiendo que dentro de unos pocos años muriera el marido que le ha tocado, quedar viuda no sé si en esa sociedad será lo mejor. En muchos países las viudas son rechazadas, ya nadie las quiere.
Las otras dos fotos también tienen mucho, por supuesto. La tercera me parece algo diferente a las otras dos. Tiene un aire melancólico que me gusta. Lo que muestra simplemente me parece lo que es: una niña. Aun viviendo de la manera más miserable, seguirá siendo una niña, por eso ríe y salta. Pero yo no siento esperanza, viendo la foto. Me conmueve, pero no siento esperanza. Puede que haya visto más tristeza en niños de este supuesto mundo desarrollado, en sus ojos y en sus almas, que en esa niña tan expresiva. Luego, me imagino que a medida que vaya creciendo, se le irá torciendo o mutando la sonrisa, como bien dices. Es una lástima, porque la tiene preciosa.

Mendiño dijo...

La solución es difícil, en una sociedad construida sobre los cimientos de la superioridad del hombre ante la mujer.

Antes habrá que ir destruyendo ese edificio y, sólo entonces, llegar a los cimientos.

Hasta que en ciertas partes del mundo entienda que una mujer vale tanto como un hombre...

Ahora, pasa como con Hitler en los JJOO de Berlín, ridiculizado por atletas negros en lo que se esperaba fuese una fiesta de afirmación de la superioridad de la raza aria.

Esta basura barbuda se basa en la discriminación de la mitad de la humanidad por lo que tienen entre las piernas. Es fácil humillarlos con el ejemplo. Cualquier mujer que haya nacido libre puede ser más fuerte, culta, inteligente o hábil que ellos.

Hay que hacer frente con los hechos a las religiones machistas que mantienen la superioridad del hombre. Ridiculizarlas como se ridiculizó el nazismo y la eugenesis ese verano de 1936.

nugallán dijo...

Totalmente de acuerdo.

La expresión facial de la niña mirando de reojo a su marido vale mas que millones de palabras.

:S .