2 de febrero de 2007

Surplus




Éste es el efecto que el "apagón masivo" de ayer produjo en el consumo de energía eléctrica nacional. El planeta debe haber respirado aliviado durante 5 minutos, con esa caída del consumo del 0,5%.

He ahí el fruto de los bienpensantes. Esa es la medida de su éxito. De sus campañas de buen rollito con lema pegadizo. El día sin coches, el día sin humos, el día de...

Ahora, a ver si nos dejamos de hacer gilipolleces y vamos a lo serio. Primero, quitarnos esa asquerosa conciencia de niño pedigüeño del Domund. Voluntariamente y por el buen rollito no se soluciona una mierda.

Que una persona muera o no de hambre no puede depender de que ese día me levante generoso y de una limosna en la parroquia. Que un mendigo tenga algo de comer, que se construya un pozo en la India, un hospital en el Congo o un dispensario médico en Guatemala no puede depender de nuestra buena voluntad.

¿Acaso nos preguntan si de buen rollo queremos pagar impuestos? ¿o cumplir las leyes?

La atención de las necesidades sociales no puede depender de caridades, limosnas, ni trabajos altruistas de la gente de las ONGs. Ha de ser una obligación de los Estados, como la Sanidad o la Educación.

La atención a colectivos sensibles, desprotegidos (minusválidos, toxicómanos, inmigrantes, mendigos...) no puede dejarse al capricho de la benevolencia.

La redistribución de la riqueza no es un acto de caridad de los ricos hacia los pobres, es un acto de justicia por el cual los pobres desisten de cocinar a los ricos si estos acceden a compartir un poco de lo que les roban.

Y, por fin, para lograr una sociedad en equilibrio ecológico no se puede dejar que sea cada uno quien, voluntariamente, decida apagar 5 minutos las luces al año. O ir en bici al trabajo. O...

¿Acaso para hacer una autopista se abre una cuenta con donaciones? Quien tenga buen rollito, que aporte unos euritos, y así poco a poco vamos haciendo la autopista. ¿Acaso pasan la gorra entre la población para comprar más carros Leopard, o costear las fuerzas de seguridad?

-¡Una limosnita para los sueldos de los policías y militares, por caridad!

¿Porqué la atención a personas desfavorecidas, el desarrollo del mundo pobre, o la ecología sí que son voluntarias?

¿Acaso son menos urgentes?

¿Menos importantes, quizás?

Los tres puntos que acabo de tratar constituyen el pilar de las prioridades que yo exigiría garantizar a un gobierno para recibir mi voto. Muy por delante de necedades como el absurdo AVE a Galicia, que parece que son el tema principal de las campañas.

¿Porqué se toman a coña por los políticos? ¿Creen que es broma?

¿El sufrimiento o la muerte de personas es broma?

¿Les produce gracia la degradación de los ecosistemas en todo el mundo?

¿Arreglar esos problemas entonces, es sólo cosa de ciudadanos concienciados y generosos que quieran echar una mano? ¿Al resto no le atañe?

¿Es moral que la vida de una persona al otro lado del estrecho dependa de la generosidad de otra persona a este lado?

¿PUEDE SER VOLUNTARIO EL EJERCICIO DE LA JUSTICIA?

¿Y EL DE LA RESPONSABILIDAD ECOLÓGICA?

¿ACASO NO VIVIMOS TODOS EN EL MISMO MUNDO?


No vamos a cambiar el mundo repintando la fachada. Habrá que construirlo sobre unos cimientos sólidos, sobre una tierra firme y saneada. Habrá que construir un edificio nuevo aprendiendo de lo que ya se ha hecho, que es mucho. Se necesita gente que diseñe los planos, se necesita pensar y hablar mucho.

Lo que no se necesita es ponerle parches a un mundo que se desmorona. Repintando la fachada podemos disimular las grietas. Con ello nuestra conciencia puede quedar satisfecha, pero el edificio sigue amenazando ruina.

Es hora de apuntalarlo mientras construimos uno nuevo. Sostenerlo con puntales de acero y hormigón, y no echando arena en la base con los cubitos de la playa. En el pensamiento mágico del niño que acude a ayudar, su cubito de arena ayuda a sostener el muro. Es disculpable, es un niño.

Si todos los habitantes de la tierra pusiéramos un granito de arena...tendríamos una puta carretilla de arena. Con una retroexcavadora podemos hacer mucho más, ¿verdad?

Ante la estúpida alternativa democrática y bienpensante que ofrecemos el mundo desarrollado de apagar de buen rollito las luces, y en ausencia de alguien que diga algo más inteligente, me quedo con ideas algo más serias:




Las sociedades de consumo destrozaron el medio ambiente, liquidaron millones de especies de plantas y animales, envenenaron los mares, los ríos y los lagos, contaminaron el aire, saturaron la atmósfera de bióxido de carbono y otros gases nocivos, rasgaron la capa de ozono, agotaron yacimientos de petróleo, carbón, gas natural y enormes riquezas de minerales sólidos, exterminaron nuestros bosques y arruinaron los suyos.

¿Qué quedó para nosotros? El subdesarrollo, la pobreza, la dependencia, el atraso, la deuda y la incertidumbre.

Para las sociedades superdesarrolladas el problema no es crecer sino distribuir, y no solo distribuir entre ellas, sino distribuir entre todos. El crecimiento sostenible de que se habla es imposible sin una distribución más justa entre todos los países. No puede haber crecimiento sostenible para una parte del mundo y subdesarrollo para todos los demás.
Quiérase o no, la humanidad es hoy una sola familia, y todos tendremos el mismo destino.

Ante la profunda crisis actual, nos ofrecen un futuro todavía peor, en el que no se resolvería jamás la tragedia económica, social y ecológica de un mundo que será cada vez más ingobernable, donde habrá cada día más pobres y más hambrientos, como si una gran parte de la humanidad sobrara.

Es hora de reflexión serena para los políticos y hombres de Estado. La creencia de que un orden económico y social que ha demostrado ser insostenible pueda ser impuesto por la fuerza es una idea loca.

Las armas cada vez más sofisticadas que se acumulan en los arsenales de los más poderosos y ricos, como ya expresé una vez, podrán matar a los analfabetos, los enfermos, los pobres y los hambrientos, pero no podrán matar la ignorancia, las enfermedades, la pobreza y el hambre.

De una vez por todas debiera decirse “adiós a las armas”.

¡Algo tiene que hacerse para salvar la humanidad!

¡Un mundo mejor es posible!








Está extraído de dos discursos. Uno de 1994 y otro del 2002. ¿De quién? Bueno, creo que es sencillo reconocer la voz:





El enlace a la mulita:
Surplus: terrorized into being consumers

6 comentarios:

flor de un día dijo...

Un mundo mejor es posible. Sí. Pero habría que cambiar muchas cosas. Puede que ya demasiadas, no lo sé.
Llevamos años hablando (más bien cotorreando) sobre los males del planeta. La justicia, la ecología… todo son cuentas pendientes que nunca se acaban de saldar. Porque no hay nadie que le dé la importancia que de verdad tienen. No sé quién ni cómo podría dar un paso adelante para de verdad empezar a hacer algo. Todo el mundo se altera en cuanto aparece alguno de estos temas, pero nadie aporta verdaderas soluciones. Y si alguien las da (verdaderas o posibles al menos), nadie le hace caso. Se deberían de exigir, no?

Mendiño dijo...

Ese "de" sobra, es dequeísmo. Se deberían exigir.

flor de un día dijo...

Una frase con DEQUEísmo:
-No recordaba DE QUE te gustaba tanto ser un listillo.
Si al menos en “se deberían de exigir” hubiese algún QUE tendrías una mínima disculpa, pescao…
Pero eso. Aunque igualmente incorrecta, mi frase no ha sufrido ese desliz que mencionas, so lince.
:p
Creo que, como siempre, he tenido una más de mis interferencias.
Pero vaya, gracias por el intento de explicación.
:pppppppppppp
Hoy mismo, intentando decir en clase algo así como que “la gente esconde sus sentimientos”, la chica con la que mantenía la conversación me miraba con cara rara. Y al final me di cuenta de que estaba usando el verbo “kachat” (algo asín, se pronuncia). Me sonaba un montón, sabía que existía ese verbo y por lo tanto insistí hasta la saciedad con el maldito verbo, pero al final caí y significa “balancear”. El verbo que me estaba haciendo interferencias era el “cacher”…
Qué le vamos a hacer!

Mendiño dijo...

Bueno, pues no es DEQUEísmo, sólo DEísmo. Aún peor, además de burra, hereje.

:pppppppp

JOAS JOAS JOAS

Además, no te escaquees con los cortocircuitos lingüísticos, que en francés el devoir tampoco lleva la preposición de.

Hevita, tómatelo con calma lo de los idiomas. Yo creo que como metas en tu cabezota otro más, al final van a acabar rompiéndose los muros internos que los separan en tu cerebro y acabarás hablándolos todos a la vez.

Saldrás a la calle como Remigio, el dulciniano de El nombre de la rosa.

Penitenziagite!

Joas joas joas joas

Juas juas juas juas

Un besote, pequeñaja!

Raíña Loba dijo...

Pues yo paso mucho, no voy a estar pendiente de si me equivoco en lo que escribo. Vaya remilgos.

Me gustó más el libro que la película, porque como siempre puedo imaginarme a los personajes y lugares, aún así el ambiente de la película me encantó (quisiera pasarme por esas tierras).

flor de un día dijo...

Niño, niño...
No lo decía por el francés (sé que va sin preposición). Lo decía por el catalán (se diría "s'hauria d'exigir"). Memo.
xppppppppppppp
Y como me sigas picando, te muerdo en todos los idiomas habidos y por haber (incluso los que desconozco).
xxxxxxxxxxxxxPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPP