Prioridades políticas

Hay edificios que son la sublimación en piedra de la belleza, del poder, de la imaginación. Sobre ellos, se eleva, y ya van varias veces que hablo de ella, a Cidade da Cultura.

Este proyecto podría servir de ejemplo si hubiera una entrada en una enciclopedia que fuese: "Estupidez y deshonor de los políticos". Un artículo sobre el tema e, ilustrándolo, la foto de la maqueta da Cidade da Cultura.

El mismo proyecto que a la oposición le parecía (y con razón) un megalómano esperpento sin una utilidad definida y que quebraba los presupuestos comunitarios, ahora es...
...un momento que lo lea...
«un puente, un enlace cultural entre Europa, España e Iberoamérica".

Bueno, os dejo el artículo y recomiendo encarecidamente su lectura, ya que es el arquetipo de palabrería de politicastro, palabras políticamente correctas amontonadas sin sentido con el único fin de crear una cortina de humo que tape la verdad: la anterior legislatura dejó un muerto y ahora no saben qué coño hacer con él.


A Cidade da Cultura, un proyecto de Estado

Cuando estaban en la oposición reclamaban saber cuánto cobraba Peter Eisenman por este trabajo. Ahora que están en el gobierno, no sueltan prenda, y aún dicen que va a cobrar más por rehacer le proyecto para que tenga alguna utilidad.

Digo digo donde dije Diego.


Éste es sólo el ejemplo más llamativo, más pintoresco, de despilfarro inútil de dinero público. Otro es el tema del AVE gallego, por el cual todos los gallegos suspiran, y que me lleva a la conclusión que los gallegos merecen lo que tienen, y aún algo mucho peor.

Veamos otro artículo:
Zapatero presume de que en el 2010 España será el país del mundo con más kilómetros de AVE, ninguno en Galicia

De nuevo, se dilapida en hormigón lo que se escamotea en bienestar social, educación, sanidad. Las constructoras pueden estar tranquilas, la alternancia democrática no prevé horas de vacas flacas para las empresas del cemento.

Es emocionante vivir en un país tan rico que se permite aventajar a alemanes, franceses y japoneses en trenes de alta velocidad. Se ve que aquí realmente van bien las cosas.

Un par de pinceladas sobre este tema:

1.- La resistencia aerodinámica depende de forma cuadrática de la velocidad. Es decir, doblar la velocidad implica cuadruplicar la resistencia al avance y, por lo tanto, la potencia de la maquinaria y la energía consumida para vencerla.

2.- El radio de acuerdo para mantener las fuerzas centrífugas constantes también varía de forma cuadrática con la velocidad. Así, varían en proporción cuadrática las dificultades para adaptar el trazado de la vía a la orografía, y por lo tanto el coste de ejecución.

El problema es que la inmensa mayoría de los gallegos y la totalidad de los apestosos políticos desconocen la formidable barrera natural que supone el Sistema Galaico para la entrada a Galicia. De hecho, la mejor forma de salvar las barreras que suponen la Sierra Segundera y los Ancares para acceder a Galicia es hacerlo por Portugal, vía natural de comunicación entre los dos pueblos hermanos.

Al final, las dificultades son tantas que hacen absolutamente disparatado el diseñar un tren que circule por Galicia a 300 Km/h. Por lo tanto, bajan la velocidad de diseño a 220 Km/h; sin embargo, siguen manteniendo las locomotoras "tipo AVE", en vez de aprovechar las del Talgo, que son suficientes para alcanzar esas velocidades (aunque luego en Castilla perderían terreno).

La cuestión es similar al palurdo adinerado que se compra un superdeportivo para ir por las carreteras comarcales de su pueblo. Por muchos cilindros y caballos que tenga, la velocidad viene limitada por la vía. Pero fardar, ¡cómo farda el puto AVE con su morrito aerodinámico!

Y digo yo: si con cada kilómetro de AVE podemos hacer cuatro de buena vía para que los modernos Talgos puedan coger los 200 Km/h, y con una vía aprovechable para que circulen los mercancías QUE ES LA VERDADERA NECESIDAD DEL TEJIDO INDUSTRIAL GALLEGO ¿porqué seguimos insistiendo en un tren contaminante y elitista, que va a destrozar aquellas tierras por las que pase, ineficiente y mal aprovechado...cuando podemos aprovechar esa inversión para remodelar toda la red de ferrocarril gallego, hoy en día de una sola vía y sin electrificar en su mayor parte?

La razón: ceguera política.

La razón última: la teoría del 97.

Nos quedaremos para el 2013 con una conexión rapidísima con la meseta, y con el resto de vías tercermundistas que tenemos ahora. Desde Coruña, se llegará antes a Madriz que a Gudiña. Claro que...¿quién quiere ir á Gudiña? Los coruñentos y vigueses, van a Madriz. Y los madrileños, van a Vigo y Coruña. Los que quieran ir a Monforte, a Campobecerros, a Baños de Molgas...que vayan en coche. ¿Desde cuando la Xunta ha hecho las cosas pensando en los gallegos?

Por cierto, para los que os quedó la duda. La teoría del 97 es un axioma de aplicación universal. Es válido en todas las épocas, en todos los lugares, y reza así:

EL 97% DE LA GENTE ES GILIPOLLAS

Y mientras el dinero se gasta en unas y otras gilipolleces, lo importante, lo verdaderamente importante que son las personas, quedan desatendidas.

En España hay 30.000. Perdón, recomienzo. En España se calcula que existen en torno a treinta mil (así, con letra, parece más respetuoso) personas viviendo en la puta calle.

Esto, para mí, es un motivo de vergüenza. Acabar con esta situación, también evidentemente para mí, debería ser una prioridad política.

De ellas, 3000 personas. Perdón. Tres mil de ellos viven en las putas calles gallegas. El año pasado, murieron doce personas en las putas calles gallegas. En España, setenta y siete.

Además de radical, sectario, amigo de los terroristas y antidemocrático, ahora seré demagogo pero... ¿cuántos centros de acogida se podrían construir con el hormigón que se necesita en un viaducto del AVE?

Será que los albergues no son rentables, por eso los cierran. Los AVEs si, sobre todo para la economía personal de los que licitan los tramos, así como para las generosas empresas constructoras.

Unos enlaces más para acabar:

ONGs advierten que en España hay 30.000 personas sin hogar
Red nacional de entidades que trabajan con personas sin hogar
Indigencia: las experiencias de un sin techo

Por cierto, los franchutes son de lo mejor y lo peor. En su gusto por ponerle siglas a todo, llaman a los "sin techo", que es nuestra forma políticamente correcta de llamar a los vagabundos y mendigos, SDF. Sans domicile fixe. Ni fijo ni móvil. Los cojones.

Son lo peor, pero también lo mejor: