21 de octubre de 2008

Falsarios

Hoy voy a proponer algunos vídeos.

La segunda parte de Zeitgeist: Zeitgeist Addendum.

En este caso, pongo los enlaces a las tres primeras partes.
ZEITGEIST ADDENDUM I (podéis empezar a ver a partir del minuto 6, si tenéis prisa)
ZEITGEIST ADDENDUM II
ZEITGEIST ADDENDUM III

Estos son los que competen en este caso, pero podéis seguir el documental completo (son casi dos horas) en esa misma página de You Tube o, por supuesto, en la mulita.

Si dudáis de su interés, sólo decir que son recomendaciones del Picapiedra. Garantía de calidad. ;)

También el ser cavernario nos recomendó hace poco otro documental:

El dinero como deuda

Ambos documentales versan sobre la estructura piramidal de la deuda, pilar en el que se basa el sistema monetario y financiero de nuestro globalizado mundo.

Como corolario, podéis ver este vídeo que, entre mantra y mantra, nos ofrece Helena: La historia de las cosas.

Entre todos no suman una hora de visionado, así que os aconsejo que los veáis. Si sois tan burros como yo, o sólo un poco menos, incluso os recomendaría que, al menos ciertas partes, las rebobinarais y repitierais porque, sobre todo en el caso de "El dinero como deuda", dan mucha información en muy poco tiempo.

¿Ya los habéis visto? Con calma, tomando notas...

Bien. Vamos a charlar de ello.

-Imaginemos que soy un banco. Como soy un banco, tengo dinero, pongamos 100 monedas.
-Viene un cliente y me pide esas 100 monedas, para comprarse un coche. Ningún problema, para eso están los bancos. Yo le doy esas 100 monedas, con la promesa que el cliente me devuelva en un año 100 monedas (aún no he llegado a la parte que algunos estáis pensando, eso vendrá después, aún ni tan siquiera he pedido intereses).
-Con esas 100 monedas paga un coche, y el dueño del concesionario, no las va a tener en un calcetín, viene a mi banco a depositarlas. Normal, soy un banco.
-De ese depósito, la ley sólo me exige guardar el 10%, a lo que se le llama sistema bancario de reserva fraccional. El otro 90%, 90 monedas, soy libre de volverlas a prestar.
-Y las presto, a otro cliente, con la promesa de que me devolverá al cabo de un año 90 monedas.
-Esas 90 monedas que presté, cuando ese cliente se las gaste, acabarán en mi banco (o en el de al lado, y yo recibiré el dinero que salió del banco de al lado, el dinero es todo igual).
-De esas 90 monedas, he de guardar 9, y las otras 81 las vuelvo a prestar....

Y así, sucesivamente.

¿Cuanto recibirá el banco al cabo de un año?.

Bien, matemáticamente el resultado serían esas 100 monedas, multiplicado por el sumatorio de 0,9^n, n=0-->infinito.

Esto es, y podéis calcularlo con una calculadora o una hoja de cálculo, que el banco obtendría, al cabo de un año, 1000 monedas.

Más un prudente 5% de interés, 1050 monedas.

¿?¿?¿?

Recapitulemos. Había 100 monedas, sólo 100 monedas, el banco las prestó, volvieron al banco en forma de depósito, el banco las volvió a prestar, volvieron, fueron, volvieron...siempre las mismas monedas. ¿Entonces?

El banco tenía 100 monedas a 1 de Enero, y a fin de año, hay un montón de gente que tiene la obligación de devolverle al banco una cantidad que en total suma 1000 monedas.

¿Cómo coño puede ser esto posible? ¿Cómo podemos deberle al banco esas 1000 monedas, si el banco sólo tenía 100? Como decía otro genial vídeo que colgué por aquí ¿Dónde está el dinero? ¿De dónde han salido esas 900 monedas?

De la nada. El dinero ha prestado, una y otra vez, un dinero que no era suyo, que no poseía, que no existía. Pero cada vez que alguien firmaba una hipoteca o un préstamo, se comprometía a pagarle al banco, con lo que ese dinero se hacía realidad.

Viene a ser algo así como si yo pagase un coche con un cheque sin fondos. No tengo ese dinero, pero me llevo el coche. La diferencia es que si lo hago, voy a la cárcel. En cambio, un banquero puede prestar un dinero que no tiene, y no sólo no va a la cárcel, sino que es recompensado.

ESTA ES LA BASE DEL SISTEMA.

Un Sistema de Reserva Fraccional es un multiplicador del dinero, que les permite a los bancos CREAR DE LA NADA el dinero, mediante el préstamo de un dinero que aún no existe, que empieza a existir en el momento en el que nosotros firmamos el compromiso de entregárselo, y que se materializa definitivamente cuando nosotros devolvemos, al cabo del tiempo convenido, ese dinero. Porque eso sí, nosotros no tenemos la bula de crear dinero, así que tenemos que ganarlo vendiendo nuestro trabajo.

Con paciencia, podéis seguir el asunto en la Wiki inglesa:
Fractional-reserve banking
y
Criticism of fractional-reserve banking

En la Wiki hacen las cuentas para el caso de que la ley les imponga un 20% de reservas. En tal caso, de las 100 monedas iniciales, el banco obtendría 457 monedas (esto es, sólo se crearían de la nada 357 monedas).

No sé si a estas alturas, os estaréis imaginando lo mismo que yo. Una enorme rotativa que, dándole a un manubrio, imprimiese billetes a placer. Uaaaauuuuuuuu!!!!

Aunque esto no es exactamente correcto, ya que los billetes y las monedas, la representación física del dinero (recuerdo, el dinero es sólo una idea), sólo los emite la Casa Real de la Moneda y Timbre.

El ejemplo más cercano a lo que hacen los bancos, sería poder entrar en tu cuenta con el ordenador, y multiplicar el saldo a cada golpecito de Enter.

Yujuuuuuu!!!!!

Vale, vale, bajad de la nube. Vosotros no sois un banco.

En la Grecia clásica, se tuvo mucho cuidado en perseguir a los falsarios. El mismo Diógenes fue expulsado de su Sínope natal por adulterar la ley de las monedas. Esto es absolutamente lógico. Si cualquiera pudiese fabricar monedas de la nada, que es lo que se hace al modificar las proporciones de la aleación (ley), obteniendo 11 monedas de donde sólo había diez y un poco de plomo...entonces, el resto de las monedas que tienen el resto de los ciudadanos perderían su valor, se devaluarían.

Un Estado fuerte, íntegro, sancionaba con su sello o cuño una oblea de metal precioso, asegurando que tenía un peso y una ley determinados. Una moneda tenía valor porque era confiable. Los falsificadores de moneda introducían descrédito en el sistema monetario, devaluaban la moneda, y por lo tanto eran, y son, perseguidos.

Ya os imagináis donde voy.

Al principio, las monedas valían el oro, la plata, el cobre, el electro o el vellón que contenían.

Luego, apareció el dinero fiduciario (fiat currency), monedas y billetes sin valor intrínseco, pero que representaban una cantidad de riqueza, normalmente medida en oro. Generalmente se ha usado el oro porque es escaso, difícil de conseguir, y también difícil de destruir (sólo se corroe con el agua regia (HNO3+HCl).

Insistimos: el oro es valioso porque es escaso (recordáis eso de que: si la mierda fuese oro, los pobres no tendríamos culo).

Creo que está más que claro:

Si se crea dinero sin aumentar proporcionalmente la riqueza, si se crea dinero de la nada...EL DINERO NO VALE NADA. Es un simple convencionalismo, el dinero tendrá el valor que nosotros le queramos dar.

El oro es valioso porque es escaso, cuesta extraerlo de la tierra (hay que remover toneladas para obtener unas onzas) y es difícil de destruir.

Hoy en día, el dinero es todo lo contrario. No vale nada porque los bancos lo crean de la nada, inyectándolo al sistema. Y a diferencia del oro, su valor se corroe por la desconfianza. Millones de euros pueden pasar a valer menos que una piruleta.

Sigo sin encontrar una foto que me encantaba, de unos niños alemanes del periodo entreguerras, haciéndose una cometa con billetes de diez mil marcos.

El dinero, hoy en día, no está referido a una riqueza. El dinero es una idea, un fantasma, es humo. Y los ciudadanos vendemos nuestro trabajo diario a los bancos a cambio de humo.

Un ejemplo, este es el gráfico histórico del índice Dow Jones de industriales. ¿Me podríais explicar de dónde ha salido toda esa brutalidad de dinero? Si las riquezas en el mundo son, más o menos, las mismas del siglo pasado. No hay mucho más oro, ni más plata... (y de hecho hay mucho menos petróleo y gas, porque los hemos ido consumiendo)...¿Cómo es que hay muchísimo más dinero en la bolsa?

Esto no es sólo cuestión de Wall Street, ni hace falta remontarse al s.XIX. Yo, que no soy ningún dinosaurio, recuerdo el índice de la Bolsa de Madrid en los 200 puntos. Ahora, después del desplome, está a más de 1000. Y llegó a 1700 hace un año.





¿De dónde ha salido todo ese dinero? ¿Acaso los españoles tenemos cinco veces más riquezas que hace unos años? No, la riqueza del conjunto de España es más o menos la misma. Hemos aumentado nuestra calidad de vida, por el avance de la tecnología, pero riqueza...
Entonces...¿de dónde coño ha salido todo ese dinero? De la nada. Ni está referido a nada. Y así como ha sido fácilmente creado, se puede destruir. Como estamos viendo estos días.

El siguiente gráfico es del IBEX35.



Esto es un gigante con los pies, no ya de barro, sino de humo. De ilusiones.

Conclusión: los trabajadores creamos la riqueza; y los bancos, el dinero.


Pasemos a otra cuestión.

Ejemplificaremos con un sistema cerrado.

Yo soy un agricultor, y planto tomates.
En el sistema, además, está mi amigo Juan, que planta pimientos.
Y un banco,
Los tres contamos con 100 monedas.

Inicialmente, es un sistema en equilibrio.
Yo planto tomates, que me como y mis excedentes los vendo a Juan.
Juan hace lo propio, y me vende los pimientos.
Y el banco, que sigue con sus 100 monedas.

Yo quiero aumentar mi producción, para poder comprarle más pimientos a mi amigo, con lo que cometo el gran error: pido prestado al banco diez monedas, para instalar un sistema de regadío.

Estupendo. Tengo una producción mayor de tomates.

A partir de aquí pueden pasar dos cosas.

Juan no sigue mi ejemplo y sigue plantando como siempre sus pimientos. Como él no gana más dinero, pues no produce más, no puede comprarme más tomates. Y de aquí, se derivan dos sucesos: o bajo el precio de los tomates, vendiendo más tomates por el mismo precio. O me los como yo.
En cualquier caso, no como más pimientos. Sin embargo, la inversión está hecha y tendré que devolverla. Luego quedaré empobrecido.

Por lo tanto, si quiero tener éxito, tengo que convencer a mi amigo Juán que él también acuda al banco a pedir un préstamo, y así que él pueda aumentar su producción con la que pagar mi mayor cantidad de tomates.

Volvemos a otra situación de equilibrio. En la que tanto mi amigo como yo comemos más tomates y pimientos, pero ambos tenemos un préstamo que devolver.

¿De dónde? Es un sistema cerrado, el número de monedas es finito. Podría encarecer el precio de los tomates, para sacar dinero con que pagar al banco, pero entonces empobrecería a mi amigo Juan (le daría al banco el dinero que de él obtengo). Y, de la misma forma, Juan podría obrar de la misma forma, subiendo el precio de su producto.

Tenemos una deuda, pero no hay dinero para saldarla en el sistema.

Esto sólo tiene dos soluciones:
Mediante el comercio, por definición un intercambio desigual, por el convenzo a mi amigo de que mis tomates valen más que sus pimientos. A la larga, es evidente que yo podré pagar al banco, e incluso quizá me quede algo para hacerme más rico. Pero a Juan se le acabará algún día el dinero.

También es evidente que he perdido un amigo.

Porque hay más bienes (más tomates y pimientos), pero no hay más dinero en el sistema. ¿Cómo vamos a pagar, entre Juan y yo, unos intereses que no tenemos? Engañando al otro y empobreciéndole.

Entonces el sistema queda desequilibrado.

¿Cómo el sistema se mantendría en equilibrio? Yendo al banco a pedir más dinero. Si el principal se mantiene constante, el monto de los intereses no está en nuestro poder. Y lo tiene que inyectar el banco, mediante más préstamos. De esta forma, el banco crea el dinero, y nos lo presta para nosotros a su vez podamos pagarle los intereses.

A simple vista esto no está tan mal. El banco se hace monstruosamente rico y poderoso, pero tanto mi amigo como yo comemos más pimientos y más tomates.

¿El problema? Bueno, en este mundo nada es infinito más que la necedad humana. No podemos operar un sistema que tiende al infinito, en un mundo limitado.

En verso: para que funcione este sistema tenemos que seguir incrementando nuestra producción, para cubrir los intereses de la cada vez más gigantesca deuda. Pero todo tiene un límite, y la tierra también. Por muchos nitratos, regadíos, maquinaria, herbicidas y OGM que utilicemos, habrá un momento que no podremos obtener más cosecha que el año anterior. Es más, a ese ritmo no se podrá regenerar la tierra y en un plazo de entre 5 y 20 años la producción comenzará a decaer.

¿Cómo pagaremos entonces nuestra deuda? No hay solución posible. Nuestras tierras, nuestra maquinaria, nuestras vidas pasarán a depender del banco.

Este es otro de los grandes problemas de este sistema económico: necesita de un crecimiento perpetuo. Necesita que comamos tomates y pimientos hasta reventar. Como los tiburones, si el sistema deja de avanzar, muere (en el caso de los escualos, porque no les llega oxígeno a las agallas).

Y repito: esto es imposible en un mundo finito. En algún momento hemos de topar con los límites de este mundo. Y más allá, el abismo.

El Peak Oil es sólo el efecto más estudiado. Pero hay más. El efecto invernadero es otro. La crisis alimentaria mundial, otro. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria, otro.

No se puede pretender que el dinero crezca hasta el infinito, porque las riquezas son limitadas: las materias primas que nos ofrece la tierra y el trabajo de los hombres para extraer de ellas riqueza.

Si la riqueza del mundo es sensiblemente constante, o incluso decrece (se consume más petróleo del que se descubre), es absurdo que cada vez exista más dinero.

La consecuencia lógica es que el dinero, al ser hiperabundante (con el dinero que los bancos crean se compran países y a sus gobiernos), cada vez vale menos.



De hecho, estamos a un paso de que pase a valer cero.

El gráfico anterior lo saqué de un artículo interesante. Por si os interesa seguir leyendo:

De este modo, algo más de 37 centavos de cada dólar que recibe el gobierno americano amparado por la Decimosexta Enmienda es destinado al pago de los intereses de la deuda pública. Esta cantidad no incluye el pago del capital principal, tampoco incluye las deudas locales de los estados.

Este retorno no está nada mal para la Reserva Federal que literalmente crea el dinero de la nada.


37% de los ingresos en pagar deuda. Estamos hablando de la en teoría organización más poderosa del mundo, el gobierno de los EEUU.

¿Quién creeis que manda en el mundo? ¿El títere de Bush? ¿El Gobierno de los EEUU? ¡Pero si cualquier familia española está menos entrampada! (la sabiduría popular propone este expresivo sinónimo para "endeudado")

De seguir con esta política, el mismo gobierno de los EEUU no podrá pagar LOS INTERESES DE LA DEUDA en cuestión de pocas décadas. Cuando menos el principal. Y no lo podría pagar, porque ese dinero NO EXISTE. Existirá cuando el Gobierno, las empresas o los particulares vayan al banco a pedirlo. En ese momento, con el compromiso de devolverlo, el banco habrá creado mágicamente ese dinero con que podrán pagar sus intereses, prestanto un dinero que (aún) no tiene, y que los prestatario conseguirá para él.

Es un círculo cerrado.

La banca gana.






Ésa es la solución al acertijo. El banco crea el dinero. Porque si no lo hiciera, si fuera un sistema cerrado con sólo 100 monedas, jamás se podrían pagar los intereses. De esta forma, el banco crea dinero para poder ir pagando los intereses, pero jamás se podrá pagar el principal.

Con estas reglas, el resultado del juego es indefectiblemente el mismo: los bancos se quedan con todo.

9 comentarios:

Mendiño dijo...

Por cierto, si queréis podemos también comentar el resto del documental de Zeitgeist Addendum.

Las 5 primeras partes en las que está dividido en la cuenta de Albasilente (el que lo ha traducido, a veces no muy afortunadamente) en YouTube se encarga de analizar la situación actual.

Las tres primeras partes, el sistema financiero, basado en la deuda. Las dos siguientes, en como se utiliza esa deuda y ese sistema financiero, a través del BM, del FMI y de la OMC para dominar otros países.

Hasta aquí me parece un documental ejemplar, muy bien narrado, conciso, y sin efectismos superfluos.

Hasta aquí el análisis de la problemática. Del sexto al décimo, presentan la solución: un régimen tecnocrático. Es interesante, os recomiendo que también los veáis pero...bueno, en muchas cosas no estoy de acuerdo.

Básicamente, presentan una sociedad de la abundancia, cuando precisamente, y cada vez más debido al descontrol demográfico de medio mundo, vivimos en un mundo donde lo que hay que gobernar es la ESCASEZ.

Plantean en su "Proyecto Venus" una isla de la Utopía al estilo de la de Tomás Moro. Una tecnología redentora nos salvará y procurará un paraíso en la Tierra. Esta mezcla de voluntarismo y pseudociencia fue muy común en algunos visionarios del s.XIX.

Por el contrario, yo entiendo que en todo sistema han de existir fuerzas contrapuestas, intereses encontrados. Un sistema estable ha de encontrar el equilibrio entre las distintas fuerzas.

Por poner un ejemplo físico: a la fuerza centrífuga del coche se le ha de oponer el agarre de los neumáticos para no salirse de la curva. Al poder del patrón de despedirte, ha de oponerse la fuerza de la unión de los trabajadores para pararle la producción.
Y así, con todos los sistemas. Es un problema de balancear las fuerzas.

Supongo que la ingenuidad de las propuestas de este documental no tiene cabida en el mundo real.

Anónimo dijo...

Chapó Mendi. El sistema ha quedado en evidencia y los "líderes" mundiales ya tienen la receta. Cambiémoslo todo para que todo continúe igual.

Mendiño dijo...

¿Has leído los enlaces?
Al menos los que están en castellano (el inglés te da tanto dolor de cabeza como a mí, ya lo sé).

En serio, te los recomiendo, son (al menos, a mí me lo parecen), muy interesantes para entender algo de todo esto.

Anónimo dijo...

Por aquí la que anda entre mantra y mantra para no terminar más asqueada del mundo de lo necesario. Lo peor de todo esto no es haber creado dinero de la nada, que ya es decir, es las consecuencias e injusticias que se han cometido por esos millones y millones de dolares y de euros. Delata todo ello una estupidez humana supina, sólo equiparable a vida extraterrestre desconocida, pues no quiero insultar ni a los hongos ni a las amebas. Grandes empresas para extraer beneficios que rozan lo incalculable están dispuestas a enfermar a gente y destruir ecosistemas enteros, sino la biosfera (ya puestos...) por dinero que no existe.
Animo en la difusión de tu mensaje, pero no te amargues demasiado, las preocupaciones no son buenas para la salud. Vaya bien!

Anónimo dijo...

Se me olvidaba, no sé si te fijaste que respondí tu comentario sobre si había algún lugar donde estuviera transcrito el documental, El dinero como deuda. Esta web tiene los subtitítulos de dicho documental: http://jusore.blogspot.com/2007/12/dinero-es-deuda-solucion-la-economia.html Salud!

Mendiño dijo...

Helena, yo me imagino tu casa con rodillos de oración, y flores de loto en la bañera...

XDDDDDD

No me había dado cuenta que me habías contestado. Muchas, muchas gracias. A ver si le pego un repasito a los subtítulos y los cuelgo. O los incrusto y los subo a la mulita.

Lo que me pone de increíble mala ostia, es que estas cosas las mueven, las difunden, las crean y las traducen particulares.

En cambio, ciertos partidos políticos y grupúsculos que se dicen "anticapitalistas", se dedican a perder el tiempo en nimiedades.

Esto es una puta bomba en el sistema, pero parece que nadie quiere enterarse.

Bueeeeno.

Y mientras tanto, el Secretario General del Partido SOCIALISTA Obrero Español y, a la sazón, Presidente del Gobierno, lloriqueando porque quiere participar en la (sic) REFUNDACIÓN DEL CAPITALISMO.

Yo ya no sé si están todos gilipollas, o el gilipollas soy yo. Esto es como imaginarse al Benito XVI con una camiseta de MCD o Bad Religion. O a los Public Enemy con caperuzos del KKK. Es ya absurdo, grotesco, irracional.

Anónimo dijo...

Sinceramente Mendi, solamente los he ojeado y los reservo para el fín de semana (si no ocurre ningún imprevisto). Si es que no me cunde el tiempo, Mendigo, no me cunde...

Mendiño dijo...

Qué me vas a contar a mi, compi...

;)

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Nada puedo añadir que no se diga ya en tu apunte y en los enlaces a documentales y textos. Tan solo comentar que el sitio de Adrián Salbuchi ya está en mi lector de feeds. Por cierto, acabo de hacer una criba en el bloglines y lo he dejado en los mimbres :-)