11 de octubre de 2008

El gran robo: Privatizaciones de ayer, nacionalizaciones de hoy



Todo esto surge de un comentario en el espacio de III República, en el que se trataba el tema de la nacionalización de la banca.

En él sugería que, ahora que están de rebajas (y más que estaremos) en la sucursal que tiene la cadena Capitalism S.A en Madrid, en la Plaza de la Lealtad, nº1 (al lado del Hotel Ritz), podría aprovechar el Estado para entrar en el accionariado de las empresas clave de este país. De esta forma, los ciudadanos podríamos recuperar el control de sectores estratégicos como el energético o el de telecomunicaciones. O, excusa decirlo estos días, el financiero: los bancos.

No hace falta su nacionalización completa, basta con que el Estado entre en su accionariado de forma significativa, para tener asiento en el Consejo de Administración, así como para participar de sus beneficios. Es decir, en vez de que el Estado compre deuda a los bancos, el Estado puede comprar parte de esos bancos (y otras empresas estratégicas). De esta forma, el Estado introduce capital en el sistema y, a cambio, gana el control (parcial) de esas empresas.

Bueno, todo ese rollo ya lo solté en el blog de Hugo, y tengo la impresión de que me repito como las morcillas cebolleras, así que podéis leerlo en su cubil, y sigo adelante.

Creo que la cuestión que nos podemos hacer a continuación cae por su propio peso. Si esas empresas eran de titularidad pública, fueron privatizadas a finales de los '80 y los '90 durante las legislaturas de Felipe González y José María Aznar, y ahora las volvemos a recomprar (siquiera parcialmente)...¿Cuánto dinero ganaríamos o perderíamos los españoles (el Estado) con esa jugada?

Vendemos algo que es nuestro, para volverlo a recomprar diez años después.

Bien, vamos a tomar como ejemplo Telefónica. Telefónica tiene un tesoro, que es una red de pares de cobre extendida por toda la geografía española, pagada en su día con nuestros impuestos (los de nuestros padres y abuelos). Con un cambio en las centralitas, es ahora la red que lleva el ADSL que utilizamos.

Esa empresa tiene un valor en bolsa actualmente de 64.800 millones de ouros (hoy, Sábado 11 de Octubre, quizá dentro de una semana la mitad).

Aunque ya no bajase más (improbable, con la que se avecina), es un precio de ganga, si lo comparamos con los 111.000 millones de ouros, su valor en bolsa en las Natividades pasadas.

No sería descabellado usar parte de esos 50.000 millones que el Estado piensa inmolar en el altar del capitalismo, en hacerse un hueco en el Consejo de Administración de Telefónica.

Pero veamos: ¿Cuánto obtuvo el Estado por ceder ese puesto que queremos recuperar?

En 1987 y 1995 hubo dos OPVs (Oferta Pública de Venta) que le reportaron al Estado español 250.000 millones de pesetas (1.500 millones de ouros).

En 1997, otra OPV colocó el 20% que le restaba al Estado de la compañía, por la que el conjunto de los Españoles nos embolsamos la enorme cantidad de 660.000 millones de pesetas. En euros, como nuestro salario, todo parece un poco más canijo: algo menos de 4.000 millones de ouros.

Podemos ver lo que escribía el In-Mundo en aquellas fechas:
Las Ventajas de la Ultima Privatización de Telefónica
Habla, por supuesto, de ventajas para los inversores. Lo cual ha sido rigurosamente cierto.

No tengo la paciencia de hacer los cálculos en moneda constante, pero por poner una cifra, a día de hoy esas pesetas tendrían un valor de unos 10.000 millones de ouros (si algún amable lector tiene ganas de echar las cuentas, inmediatamente publico el valor exacto).


Recapitulemos.

Los españoles poseíamos una compañía telefónica. La única, sobre la que se escribió todo lo que se pudo para subrayar lo mala e ineficaz que era, y la carga que le suponía al Estado.
Fue vendida, durante los gobiernos del P$OE y del PP, y cambio de la cual el Estado recibió el equivalente a unos 10 millones de ouros actuales.

Ahora nos planteamos recomprarla, pero nos encontramos que esa compañía tiene un valor en bolsa de 64.400 millones de ouros. Una ganga, pues hace unos meses costaba el doble.


No sé si se me pilla el concepto, como diría Manquiña.

Vendimos una empresa por 10.000 millones de ouros, y ahora, una década más tarde, en plena crisis y debacle bursátil, resulta que vale 64.400 millones de ouros. Es decir, Telefónica fue vendida por una cantidad que es la sexta parte de lo que vale ahora.

Los beneficios de Telefónica el año pasado fueron de 7.848 millones de ouros. Que ya no irán a parar al Estado, sino a los accionistas.

Y a cambio de liberar al Estado de semejante "carga", los españoles recibimos 10.000 millones de ouros.


El término que se me ocurre para definir esto, es TRAICIÓN.

traición.
(Del lat. traditĭo, -ōnis).
1. f. Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.
2. f. Der. Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria.
alta ~.
1. f. La cometida contra la soberanía o contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado.
a ~.
1. loc. adv. Alevosamente, faltando a la lealtad o confianza.

Según la definición de la RAE, los gobiernos de Felipe y Aznar comentieron ALTA TRAICIÓN.

Si ahora los españoles quisiéramos retomar el control de esas empresas, tendríamos que pagarlas entre seis y diez veces más caras de lo que recibimos a cambio por ellas.

Esto sí que fué EL GRAN ROBO.

Por supuesto, Telefónica ha invertido y aumentado su valor debido a ello. Pero esas inversiones también las podría haber acometido el Estado (basta con reservar, como ha hecho siendo privada, una parte de sus brutales beneficios). Pero el gran activo que tiene Telefónica es su red de cobre extendida por toda España, que utiliza o alquila al resto de compañías telefónicas (excepto las cableras, que están desangrándose en cablear las zonas más densamente pobladas, una inversión que Telefónica ya tiene hecha y pagada con el dinero de todos los españoles).

Podemos decir lo mismo de Caja Postal-Argentaria. De las refinerías de Repsol. O, sobre todo ¿quién pagó los descomunales embalses de las eléctricas? El Estado español. Y buena publicidad tuvo Franco con ello.

Las centrales hidroeléctricas, las centrales termonucleares, las térmicas de hulla y lignito...todo eso fue pagado por el conjunto de los españolitos. Todo eso era de todos, y fue vendido por la milésima parte de su valor actual.

Una traición de este calibre, malbaratar las posesiones de España de tal forma, es de las que exige pelotón de fusilamiento.

Como este espacio se declara radicalmente en contra del asesinato, también del asesinato legal judicializado o pena de muerte, sólo reclama a los responsables de haber dilapidado el patrimonio de todos los españoles la pena máxima de cárcel, más el desprecio unánime de toda la ciudadanía.

6 comentarios:

Duende dijo...

privatizar beneficios,socializar perdidas, la vieja escuela neoliberal

wenmusic dijo...

Hace unos días que había visto esa viñeta, no sé donde. Es memorable.

El tema... Bueno, es uno de los que más duelen. La privatización de esas empresas no nos ha traído mejores servicios por su parte, en cambio sí mayores precios y aniquilación de la competencia real.

Tengo entendido que en Japón las líneas son del Estado, y todas las compañías pagan alquiler por usarlas para dar el servicio de Internet a los ciudadanos. Huelga decir que allí tienen muchas más opciones de velocidades y precios que aquí, además de muchísima más calidad de conexión.

Ahora (tarde) nos damos cuenta de que las cosas públicas no son tan malas, y de que muchas competencias básicas (como la energía, la sanidad o la educación) deberían ser públicas, lo que no quita que existieran complementos privados (para quien los pueda/quiera pagar).

En fin... Pequeños bastardos que se ríen de nosotros en nuestra cara mientras meten sus sucias manos en nuestros bolsillos para robarnos lo poco que tenemos. ¡Y luego nos lo venden bien caro!

Anónimo dijo...

Tengo la "suerte" que el adsl que tengo en casa lo paga integramente la empresa donde trabajo, pero si tuviera que salir el importe de mi bolsillo para regalarlo a los accionistas de Telefónica ¡estaría un poco mas cabreado! ¡¡Pagar casi 60 eurazos al mes por un servicio (que deja mucho que desear) cuyo principal soporte ya lo pagaron mis padres y abuelos!! Y con Zaplana incrustado en puestos directivos. Seguro que el resto de directivos son parecidos, pero ¡¡Zaplana!!

Mendiño dijo...

Picapiedra, no sé yo si será una "suerte".

Ya sabes a qué me refiero

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Te has equivocado en el cambio, 600.000 millones de pesetas son 4000 millones de euros, no 4. Así los españoles ganaron 10000 millones, que sigue siendo un robo y alta traición como tu dices. Y lo de los 470.000 de alemania, 400.000 de francia y compañía;unos 1,8 billones de euros, que se dice rápido (es más de un 10% del PIB europeo), no hay palabra para describir eso.
Siempre perdemos, siempre.

Mendiño dijo...

Joooder!

Me dan ganas de esconderme debajo de una losa. Soy toooonto. Ya decía yo que lo que me salía era absurdo.

Disculpa anónimo. Hice las operaciones al vuelo y me olvidé de devolverle los ceros que le había quitado. Te agradezco sobremanera tu corrección y pido disculpas públicas por el error.

¡Muchas gracias!

Eso ya me cuadra algo más con la cotización de Telefónica: ha multiplicado su valor en bolsa por 10, no por 10000 (lo cual es absurdo) en esta última década. Sabía que algo no cuadraba, pero no me detuve en analizarlo (falta de tiempo).

Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa.