13 de septiembre de 2008

Tribunal islámico


Hace poco hablábamos de religiones, todas la misma mierda.

Las diferencias son leves, pero existen.
Para el catolicismo, el matrimonio es indisoluble. No existe pues divorcio, sino sólo la nulidad matrimonial, por causas como la incapacidad reproductiva (pues precisamente es ése el fin del matrimonio).
En el islam existe el divorcio, pero para ello requiere del consenso de las partes. Esto es, por mucho que el marido forre a ostias a la mujer, ésta no podrá alejarse del marido mientras éste no de su consentimiento (¿y por qué iba a hacerlo?).

Al final, el objetivo de ambas es el mismo: que la mujer tenga que servir, quiera o no. El matrimonio como condena a perpetuidad para la mujer (el hombre siempre tuvo el recurso de repudiar a la mujer, las leyes las hace el que tiene el poder).


En la política española, los nacionalistas españoles se dividen entre católicos y musulmanes.

Los católicos, que defienden la indisoluble unidad de la Patria. Y los musulmanes que, mas tolerantes, consienten en que pudiera haber divorcio entre los pueblos españoles, pero de mutuo acuerdo. Como dice Raxoi, en un referendo independentista (será hipotético, porque hasta ahora no se ha planteado tal cosa), tendrían todos los españoles que poder votar. ¡Pues cómo se va a romper un matrimonio sin la opinión de una de las partes! Y sobre todo de una parte "tan importante de nuestro país, como es el País Vasco".

No sé si se dan cuenta que ellos mismos están reconociendo explícitamente que Euskadi es un país, cada vez que lo nombran. Y por lo tanto, el organismo que aglutine a varios países no podrá ser un país. Si Euskadi es un país, no lo puede ser España, así como tampoco es un país la Unión Europea.


El Tribunal Constitucional ha zanjado el asunto de la consulta no vinculante, diciendo que un ejecutivo autonómico no puede convocar referendos. Recuerda el típico caso del camarero sordo/tonto, que le pides una cerveza y te dice que la cafetera está apagada. ¿?¿?

La base de la argumentación del Tribunal Constitucional es que el único sujeto de soberanía es la totalidad del pueblo español, y no una de sus partes. Por lo tanto, no hay vascos, no hay turolenses, no hay gaditanos. Sólo una masa informe de españoles sin ninguna relación con el grupo social en el que vive. Porque la única sociedad es la española. Diferente de la portuguesa o de la francesa, y la marroquí, ¡por supuesto! Pero una sola dentro de las fronteras patrias.

Por lo tanto, una porción de ese todo indiferenciado, con una sola lengua, una cultura, un único destino en lo universal; no puede autogobernarse, tomar decisiones en los temas que le afecten. Sólo el pueblo español es soberano (no para todo; para elegir Jefe de Estado, por ejemplo, no).

Por lo tanto, el Tribunal Constitucional ha dejado claro que ese grupo de españoles que habitan en la Comunidad Autónoma del ¿País? Vasco no pueden decidir sobre su status político. En todo caso, tendrían que tener también opinión el murciano, el madrileño, el gallego a la hora de decidir sobre el marco político del que se tengan que dotar esa parte de ciudadanos españoles que habitan en la Comunidad Autónoma Vasca (antes llamados, vascos).

Pongo en itálica el término dotar, ya que eso implica que un grupo construye algo para sí mismo. En este caso, como es un segundo grupo el que da algo que ha de servir a esos primeros, sería más correcto el término imponer. En democracia, los ciudadanos se dotan de un gobierno, de unas instituciones, de un marco político. En el Estado Español, el conjunto del Estado impone ese marco político a Euskadi.

Pero como no cabe recurso ante las sentencias del Tribunal Constitucional, entonces no nos queda más remedio que acatarlas. Por lo tanto, admitimos que el único sujeto de soberanía es el pueblo español, y no una de sus partes. Y pulpo como animal de compañía.

Estupendo, si un murciano puede decidir sobre cosas de Euskadi, parece del todo normal que un ciudadano de Barakaldo pueda votar para elegir el Presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia. ¿O acaso Murcia no es parte del Estado Español? Pues entonces, todo lo que ocurra en Murcia es competencia de todos los españoles.

¿Cómo vamos a permitir los españoles que los murcianos elijan a un gobierno salpicado hasta las orejas de corrupción? Murcia es tan suya como mía. No podemos consentir que los murcianos elijan con su voto la destrucción de todo el litoral y la mitad del territorio, sólo porque les beneficia económicamente. No, la costa murciana es de todos los españoles y no pueden ser los murcianos los que elijan destruírla para su propio beneficio.

Madriz. Madriz es la capital de la Patria, y es, más que ninguna otra región, de todos los españoles. ¿Cómo entonces vamos a permitir lo españoles que el alcalde de Madriz sea elegido sólo por una pequeña parte de los españoles? ¿Acaso el Ayuntamiento de Madriz no es parte del Estado? ¿Acaso la deuda de 6000 millones que acarrea el Ayuntamiento de Madriz no es una deuda del Estado, de todos los Españoles? Si el único sujeto de soberanía es el pueblo español, el pueblo español en su conjunto debiera decidir sobre el soterramiento, por un importe descomunal, del tramo Sur de la M-30, que ha dejado al consistorio madrileño endeudado hasta el cuello.

¿Cómo podemos consentir todos los españoles la vejación que sufrimos cuando, tras el desastre ecológico del Prestige, los sobornados gallegos da Costa da Morte revalidaron el mandato a alcaldes que menguaban o directamente negaban el desastre, desastre magnificado por las decisiones de sus superiores en Santiago y Madriz? ¿Acaso las costas gallegas no son de todos los españoles? ¿Acaso no fue gente de toda España a ayudar a limpiar? ¿Cómo puede haber ese ataque a la soberanía española, que se permita sólo a unos paletillos elegir al cacique que les va a seguir dando mangoneando?

¿Acaso las costas y los espacios naturales, el paisaje rural y urbano, que están siendo destruídos sistemáticamente por el Dios ladrillo....acaso no son de todos los españoles? ¿Cómo entonces puede hurtarse la decisión de recalificar un terreno o permitir una construcción al Gobierno de la Nación? ¿Cómo puede tomar tal decisión un Ayuntamiento que, como mucho, representa a una ínfima parte de la población Española? ¿Acaso no es eso una tremenda agresión a la Soberanía de España?


Por lo tanto, en cumplimiento de la doctrina expresada por el Tribunal Constitucional en la reciente sentencia, exijo la disolución de ayuntamientos, diputaciones provinciales y comunidades autónomas. Sólo el pueblo español es soberano, y nunca una de sus partes. Una parte no puede decidir sobre lo que es de todos.


Los principios, o tienen validez universal, o no son principios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La pregunta ahora para quienes habitamos en la Comunidad Autónoma del País Vasco es: ¿y ahora qué? ¿acatará la sentencia el Gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco limitándose a poner una denuncia ante el Tribunal de Estraburgo y esperaremos los años precisos hasta que dicho Tribunal se pronuncie (total, treinta o cuarenta años más de espera que más dá)? o ¿haremos valer nuestro derecho a ser consultados (porque de eso se trataba) sobre el marco político en que deseamos vivir la mayoría?. Por cierto, para vivir en unpais tan demócrata ¡¡qué jodido miedo que les da a quienes detentan el Poder consultar al pueblo!! Y que conste que soy de los casi convencidos que una opción independentista (que es el coco que han sacado a escena) tiene muy pocas posibilidades de ser la elegida por la mayoría.

Anónimo dijo...

Javier Ortiz vuelve a poner el dedo en la llaga en su escrito de hoy y las declaraciones de Jon Abril, vicecoordinador de Aralar son para enmarcar:
“Y, una vez más, han utilizado la Constitución para cercenar la democracia. Euskal Herria, aunque no tenga estado, tiene una sociedad, y esa sociedad tiene derecho a decidir; en Euskal Herria, en España y en cualquier lugar del mundo”.

Mendiño dijo...

Ostia, José Manuel!

De nuevo, este Ortiz me ha vuelto a pisar la idea. XDDD

Para un día que no leo su columna...(hoy no leí ningún blog, sólo entré para escribir eso y volví a marchar).

Pues sí, la idea es similar. Solo que si no existe una sociedad vasca, sino sólo un porción indiferenciada de la sociedad española, no sé por qué entonces existe el gobierno del país vasco. Bueno, ni vasco, ni cántabro, ni valenciano...ni cualquiera de los ayuntamientos.

Todos sabíamos a ciencia cierta que los jueces del Tribunal Constitucional iba a cumplir con la misión que le habían encomendado aquellos que les pusieron ahí. Ahora, con lo que cobran, podrían haberse esmerado en hilar más fino, porque su argumentación, para soltarla en un bar de tapas, pase. Pero en una sentencia...

¡La única soberanía es la de la sociedad española! Ostias. No me digas que no queda bien. Dicho bien alto, para que se oiga en el bar lo machote que eres, sin que te tape el sonido del televisor narrando un partido de fútbol o una corrida de toros.

Es una sandez, pero...joder lo bien que quedas.


En cuanto al Anónimo...¿y ahora qué? Pues y ahora igual, querido anónimo, y ahora igual.

Ibarretxe cargó las pistolas con munición de fogueo, para ver lo que pasaba.

Si proponía un referendo de independencia, sabía que podían echárselo atrás. Entonces planteó una consulta pública no vinculante (y no existe ley que prohíba hacer tal cosa, lo cual habla por sí solo del escaso respeto al Derecho que tienen los miembros del Constitucional) y, aún así, se la echaron atrás.

Y eso que no planteaba la independencia, sino dos preguntas bastante insípidas.

Ibarretxe, en mi opinión, ha ganado: ha demostrado lo demócratas que son los psocialistas y los ppulares. La misma mierda de herencia franquista, que pone la Unidad de la Patria por encima de la libre voluntad de los ciudadanos.

Por cierto, los vascos, como cualquier otra sociedad, no tenéis derecho a ser consultados. ¿Consultados? No ostia, no. TENÉIS EL LEGÍTIMO E IRRENUNCIABLE DERECHO A QUE LO QUE DECIDÁIS, SE HAGA. Y ni un milímetro menos. ¿O qué es si no la democracia? Los políticos son sólo los encargados de hacer lo que nosotros digamos. Y deberían estar siempre a la espera de nuestras órdenes, como un perro de caza con su amo. Porque somos su amo, y ellos, sólo nuestros perros. Ellos sólo debieran ejecutar nuestra voluntad, y debieran estar prestos a escucharla.

Los perros nos están mordiendo la mano.

Pero vamos, no sólo los vascos, cualquier sociedad del mundo tiene el derecho a gobernarse según su voluntad. Otra cosa es que no se le reconozca ese derecho, como así ha sucedido a lo largo de toda la historia.

Lo triste, lo verdaderamente trágico, es que los pueblos han tenido que organizar una buena matanza, para que se les reconozca el derecho a existir y autogobernarse.

Véase por ejemplo los portugueses. Portugal es independiente porque organizaron en Aljubarrota una tremenda masacre de castellanos. Y por último, aprovechando que las tropas de Felipe IV estaban en el NE "convenciendo" a los catalanes de las ventajas de ser español, declararon la independencia, esta vez sí definitiva, del Reino de Portugal de la Corona de Castilla.

¿Hasta cuándo vamos a seguir con este ejemplo? ¿Hacemos como en Irlanda? Una guerra larvada de siglos hasta que se consintió en aceptar los deseos de independencia del pueblo.

La violencia, las guerras, son cosa del pasado. El futuro se tiene que construir sobre la Democracia.

La soberanía recae sobre la sociedad. Y cada sociedad es soberana en aquello que le concierne. ¿Tan difícil es de entender para los jueces del TS?

¿El pueblo español es soberano? Pues tampoco lo es. Por ejemplo, por mucho que Solbes pida al BCE una bajada de tipos, le recuerdan que España es sólo una parte de la Unión Europea.

Sería divertido imaginarse, por ejemplo, un escenario en el que España vea que su participación en la Unión Europea no le es ventajosa, y quiera salirse de ella. Entonces, el resto de miembros de la UE se niega, y le dicen a los españoles que no podrán irse de la UE mientras el resto de los europeos no les de su consentimiento. De tal forma, que España seguiría forzosamente unida a la UE a pesar del rechazo de los españoles a pertenecer a ella.

Aún es más, cuando el gobierno español quisiera consultar a los españoles sobre su opinión al respecto, la UE declararía ilegal tal propósito y lo impediría.

¿Divertido, verdad?

Imaginad que estáis en un club, en el que una vez dentro ya no te puedes marchar. Eso no es un club, es una secta.

Justicia. Libertad. Democracia.

A lo que el nacionalismo español responde con (tribunales de) justicia, libertad (de empresa) y democracia (representativa).