5 de febrero de 2006

¡Por las barbas del profeta!




No pensé que la cosa pudiera llegar a tanto: embajadas incendiadas, amenazas de muerte...

Lo peor es que esta locura me parece un PLEITO ficticio inventado por alguien a quien le interesa que el río esté revuelto.

Porque vamos a ver, la razón de las protestas es la representación de la imagen de Alah o de su profeta, que viola la doctrina coránica.

Me parece magnífico, pero es que la doctrina coránica sólo obliga a los musulmanes.

Entiendo que para un musulmán la representación de su Dios o del profeta (e incluso para las corrientes más integristas cualquier imagen humana por lo que de Dios hay en nosotros) pueda ser blasfema. Pero claro, no hay mayor blasfemia que negar la existencia de Dios, o la supuesta inspiración divina de Mahoma (un santón analfabeto que curiosamente empezó predicando la vuelta a la religión hebrea, hasta que le rechazaron los propios sacerdotes judios y creó una nueva religión).

La inmensa mayoría de los habitantes del planeta blasfemamos a sus ojos al negar la existencia de su divinidad. Qué se le va a hacer! rezamos a otros dioses, o no rezamos a ninguno. ¿Se nos va a imponer el silencio para no molestar a los que si que creen?

Es esta una cuestión absurda, porque en el mundo occidental, siempre se ha representado al profeta de una forma u otra, en códices, en los frescos de las iglesias, en libros y ahora en la red.
No es desde luego nada nuevo ni especialmente hiriente. No sé dónde está la novedad. Si buscamos en Google - Imágenes el término Mahoma, Mahomet, Muhammad o Mohammed, obtendremos miles de representaciones de la imagen del profeta, de todas las épocas y estilos.


¿Piensan ponerse estos iracundos fieles a quemar servidores de internet? ¿Y porqué no lo hiceron antes? ¿Porqué ha saltado justo ahora y con esas caricaturas? ¿Quién ha sido el que ha dicho: "vamos a hacer leña de ésto"?

No comprendo dónde está la novedad en que una revista danesa publicase (en Septiembre!!!) una serie de caricaturas. ¡Como si fuera la primera vez que alguien caricaturiza a Mahoma o a Alah! ¡Esto es absurdo!

Sin ir más lejos, en la revista de humor "El Jueves" es frecuente que aparezca Alah o su profeta al lado del Dios judeocristiano o de Jesusito en las viñetas de "Dios mío". Y llevan publicándose 30 años esas viñetas! (desde la muerte del Dictador, que tampoco tenía mucho sentido del humor).

Esta prohibición coránica, tiene su objeto en la prevención de la idolatría en la cual, según creen los musulmanes (y yo mismo), caen frecuentemente los devotos cristianos. Pero es que esta norma a veces ha sido tomada de forma más laxa dentro del propio mundo musulmán, evitando sólo las tentaciones idólatras pero no negándose a representar la figura Mahoma con fines divulgativos.


Esto es una discursión ficticia, un problema artificialmente creado que debiera resolverse en mi opinión de un forma más digna para Europa, sobre la defensa de la libertad de culto, pero también la defensa de la libertad de expresión para criticar las ideas de los demás, también las políticas o religiosas.

El silencio es lo que les conviene a los integristas para que nada cambie, nada evolucione.

La crítica, o mejor aún, la autocrítica, es lo que constituye el progreso, también para las religiones (porque las religiones tienen vida, evolucionan junto con las sociedades adaptándose a ellas, a veces a regañadientes y con retraso).

A la religión islámica le va a ser duro adaptarse a los tiempos modernos, como le está sucediendo a la Iglesia Católica, en los que existe democracia, libertad de pensamiento, libertad de prensa. Ahora tus ideas son puestas en cuestión y tienes que entrar en la batalla dialéctica.

Es más cómoda, desde luego, la posición anterior, lanzar las consignas desde un púlpito, arropado por el poder de un estado teocrático, sin tener ningún oponente al cual hacer frente, sólo oídos abiertos y bocas mudas.

Pero lo siento por ellos, tendrán que adaptarse. La sociedad civil no admite espacios blindados a la crítica, sabe por experiencia que huelen mal.


Hasta ahora ésto ha sido aceptado naturalmente (no se sabe que ningún sultán persa se haya quejado ante un príncipe europeo de que en sus bibliotecas existían representaciones de Mahoma...porque la respuesta es evidente:"¿y a tí que te importa?")

En resumen, aquí hay alguien que está creando un problema donde no lo había, calentando los ánimos y lanzando a la gente a la calle, ignoro con qué motivo, pero me figuro que ninguno bueno.

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