Les presento al señor Javier Solana, otro criminal de guerra como Aznar, pero esta vez de las filas de PSOE (último responsable del uso de armas de destrucción masiva como las bombas de racimo, o munición con uranio empobrecido contra la población serbia).
Pues ahora, el señor Solana apoya la petición de los países musulmanes de que la blasfemia se tipifique como delito.
Solana y la blasfemia
Pero es que rebuscando...parece ser que existe un artículo en el Código Penal que reza...
1. Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.
2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.
¿escarnio?
Según dicen los guardianes de la verdad, escarnio es:
(Del ant. escarnir, mofarse, y este del germ. *skernjan). | |
1. m. Burla tenaz que se hace con el propósito de afrentar. |
Es decir, que toda burla que no tenga propósito de ofender (aunque ofendiere)...no es ilegal. Bueno, puedo estar de acuerdo con esta redacción. Defiende la libertad de expresión, condenando el ánimo ofensor.
Lo que se me escapa es cómo el juez va a saber la finalidad del blasfemo. Al final, hará lo que le dé la gana con la ley, que para eso es juez y tiene que limpiar de basura el territorio patrio...
Lo siento por la Iglesia, por las barbas de Ali y por los rasurados craneos de los lamas pero...cagarse en todas las divinidades, denostar al empíreo entero...es uno de esos placeres mayúsculos que todo hombre libre debe probar alguna vez. Verdaderamente el sentimiento de alivio, de levedaz que se le queda a uno después de soltar la más grandilocuente y descomunal de las blasfemias tiene mucho que ver con esas cuestiones que se solucionan en el excusado.
La blasfemia es una suerte de exorcismo, en la que te liberas toda la opresión de este mundo, de toda la mierda que te tensa las intestinos, cargándola en los hombros del Divino Hacedor. La blasfemia es pues un linimento para el alma, un bálsamo para el espíritu que, más leve por ese acto de rebeldía última, se yergue altivo por un momento para de nuevo encorvarse y seguir soportando la carga de esta vida.
Ostia puta!
(nota: Mahoma era un subnormal y un palurdo, y no lo digo con ánimo de ofender, sino pq después de leer su estrafalaria obra, así me lo parece).
No hay comentarios:
Publicar un comentario