Desde mi madriguera también pude disfrutar de una hermosa tormenta el otro día (he de reconocer que me encantan estos enfados del cielo, rayos y truenos). Incluso, me levanté de la cama para verla desde todas las ventanas de las habitaciones....en un piso alto y al descubierto, uno puede permitirse estos lujos...
Por cierto, la teníamos justo encima y a la mañana siguiente me desperté con una noticia de radio que indicaba que en La Coruña se habían sufrido algunas averías... ¿Acaso lo dudaban?.
Tengo entendido que fotografiar tormentas (sobre todo los rayos) es un ejercicio de paciencia, precisión y un poquito de suerte. Felicidades porque el reportaje te ha quedado precioso. Yo soy uno de los que se queda con la boca abierta, por lo sorprendido y maravillado, cotemplando una buena tormenta "en vivo". Y si es sobre el mar ya ni te cuento, claro que, de estas, he tenido ocasión de ver menos.
Es cierto, yo sobre el mar sólo he podido contemplar una, en Asturias. Acojonante.
Campu, con las vistas que tiene desde su piso, seguro que ha visto más de una ¿a que sí? ;)
Lo de fotografiar una tormenta tampoco tiene nada de particular. Lo principal es estar ahí. Luego, buscar un sitio donde no te mojes (nosotros, en la ventana del último piso de la escalera).
Como el rayo es tan rápido, no puedes esperar a enfocarlo. Entonces tiene que hacer un enfoque al infinito usando algo que también esté muy lejotes (yo enfoqué las luces del pueblo de la primera foto).
Lo demás, usar una ISO muy baja para que la exposición sea lo más larga posible y tengas más oportunidad de sacar al puto rayo (lo cual, sí es casualidad o suerte) y, si tu cámara te lo permite, ponerle un F lo más cerrado posible (para lo mismo).
Y nada, a darle a ver qué es lo que pillas. Creo que sacamos unas 170 fotos para luego quedarnos con la que os mostramos.
Ah! Los rayos tienen una cierta pauta. Es como sacar la luz de un faro. Cuando descarga uno grande, hay unos segundos de pausa hasta la siguiente descarga.
Es un truqui que a veces funciona.
Por cierto, tampoco hace falta tanta paciencia. Mucho peor es intentar sacar a un pájaro, o a una mariposa. Que te dan ganas de pegarlo con loctite a una puta rama para que se esté de una jodida vez quieto y se deje sacar. ¡Eso sí que exige paciencia! ;)
Cierto, Mendiguiño. Me encanta mirar por la ventana y quedarme horas observando los barcos que llegan, los que se van, las luces de la ciudad por la noche y, obviamente, ese concierto de truenos y luces que nos dejan las tormentas de verano... Realmente me encanta. :)
5 comentarios:
Desde mi madriguera también pude disfrutar de una hermosa tormenta el otro día (he de reconocer que me encantan estos enfados del cielo, rayos y truenos). Incluso, me levanté de la cama para verla desde todas las ventanas de las habitaciones....en un piso alto y al descubierto, uno puede permitirse estos lujos...
Por cierto, la teníamos justo encima y a la mañana siguiente me desperté con una noticia de radio que indicaba que en La Coruña se habían sufrido algunas averías...
¿Acaso lo dudaban?.
Increíbles retratos, Raiña. Me encantan.
Tengo entendido que fotografiar tormentas (sobre todo los rayos) es un ejercicio de paciencia, precisión y un poquito de suerte. Felicidades porque el reportaje te ha quedado precioso. Yo soy uno de los que se queda con la boca abierta, por lo sorprendido y maravillado, cotemplando una buena tormenta "en vivo". Y si es sobre el mar ya ni te cuento, claro que, de estas, he tenido ocasión de ver menos.
Es cierto, yo sobre el mar sólo he podido contemplar una, en Asturias. Acojonante.
Campu, con las vistas que tiene desde su piso, seguro que ha visto más de una ¿a que sí? ;)
Lo de fotografiar una tormenta tampoco tiene nada de particular. Lo principal es estar ahí. Luego, buscar un sitio donde no te mojes (nosotros, en la ventana del último piso de la escalera).
Como el rayo es tan rápido, no puedes esperar a enfocarlo. Entonces tiene que hacer un enfoque al infinito usando algo que también esté muy lejotes (yo enfoqué las luces del pueblo de la primera foto).
Lo demás, usar una ISO muy baja para que la exposición sea lo más larga posible y tengas más oportunidad de sacar al puto rayo (lo cual, sí es casualidad o suerte) y, si tu cámara te lo permite, ponerle un F lo más cerrado posible (para lo mismo).
Y nada, a darle a ver qué es lo que pillas. Creo que sacamos unas 170 fotos para luego quedarnos con la que os mostramos.
Ah! Los rayos tienen una cierta pauta. Es como sacar la luz de un faro. Cuando descarga uno grande, hay unos segundos de pausa hasta la siguiente descarga.
Es un truqui que a veces funciona.
Por cierto, tampoco hace falta tanta paciencia. Mucho peor es intentar sacar a un pájaro, o a una mariposa. Que te dan ganas de pegarlo con loctite a una puta rama para que se esté de una jodida vez quieto y se deje sacar. ¡Eso sí que exige paciencia! ;)
Cierto, Mendiguiño. Me encanta mirar por la ventana y quedarme horas observando los barcos que llegan, los que se van, las luces de la ciudad por la noche y, obviamente, ese concierto de truenos y luces que nos dejan las tormentas de verano...
Realmente me encanta.
:)
Muy bonitas fotos. Me encantas las fotos de tormentas. Aún no hice ninguna. Gracias por tu comentario.
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