25 de marzo de 2008

Estrellas



Clara Bow 1905.
Pelirroja y llamativa, destacó en el cine mudo, quedándose fuera de ese mundo cuando apareció el sonoro, como muchas otras estrellas.
Entre sus numerosos romances estuvo Bela Lugosi, el inconfundible actor que encarnaba a Drácula.




Edna Purviance 1895.
Fue la actriz principal y compañera en muchas de las películas de Charles Chaplin. The Kid es una de ellas.




Marie Prevost 1898.
Debido a su voz dejó de ser conocida con la llegada del cine sonoro. Acabó sola y pobre.
Como nota escabrosa: en 1937 la encontraron en su piso cuando llevaba varios días muerta, su perro se había comido parte de su cuerpo.




Barbara Lamarr 1896.
Se la conocía como "la muchacha demasiado hermosa". Aficionada a las drogas murió en 1926.
Decía que no dormía más de 2 horas al día para aprovecharlo.

5 comentarios:

Campu dijo...

Muy interesante este homenaje al cine mudo y a sus mujeres, Raiña...
Lo cierto es que soy una auténtica desconocedora de este tipo de películas...tengo que reconocerlo.

De todas formas, eso de dormir dos horas para aprovechar el día no me convence nada...¡con lo bien que se está entre mantitas remoloneando un poco de vez en cuando!...

:)

Por cierto, se nota que falta la mano de Mendiguiño en este cuchitril...
¿Cuándo regresa?.
Creo que hay algunos que ya le están echando de menos, por lo que he podido leer...
:P

Anónimo dijo...

Lo efímero de la gloria, lo efímero de la vida. Carpe diem.

Raíña Loba dijo...

Espero al mendiguito para esta noche, agradeceré su compañía en la cama, se nota frío :P
Campu ya sabes que me gustan las actrices de otras épocas, las de ahora pueden estar buenísimas, pero son tan artificiales... les falta glamour, aunque en los detalles de la vida cotidiana no se diferencian mucho.

"Carpe diem" eso intentamos la mayoría Jose Manuel ¿no?.
También en lo efímero hay belleza.
Dejar huella aunque sea breve.

Mendiño dijo...

Sic transit gloria mundi

flor de un día dijo...

Me encanta pasarme mis buenos ratos mirando fotitos antiguas.
Y además las actrices (más que los actores, normalmente, no sé por qué) de esa época, las de cine mudo e inicios del sonido en las películas, tienen caras asombrosamente delicadas y expresivas. Con esos ojazos y esas boquitas de piñón...
Creo que el mismo nombre que se les ha escogido desde hace tiempo para nombrarlas lo dice todo. Estrellas... Brillan, pero no suelen ser más que carboncillos ardientes, deseosos de jugar e intentar ganar una carrera que todos estamos inevitablemente destinados a perder.
Y al final, de una forma u otra, todos buscamos ese ardor que parece inalcanzable... a veces. ;)
Estrellitas macilentas... Tienen un halo de desconsuelo que me gusta.