Cuando en la tele, en la radio, escucho "los violentos han protagonizado disturbios en Amorebieta..." me quedo pensando.
¿A quién se referirá?
Los violentos, así, en absoluto. Una categoría, el paradigma de la violencia.
¿Se referirá a alguna banda neonazi?
¿O serán mascachapas bacalaeros de los del bate de baseball en el Hyunday Coupé tontuneado?
A ver, a ver...qué violentos conozco...
¿Hinchas de algún equipo de fútbol?
¿Un grupo de machistas maltratadores?
¿Una reunión de antidisturbios?
¿Navajeros de barrio, proxenetas o menudeadores de farlopa?
mmmm
Amorebieta...vascos...ah, ya!
¡Se refiere a abertzales! Debí haberlo supuesto. En España, sólo ellos son violentos, la única violencia que hay es la suya.
El resto de la sociedad es pacífica y democrática (en contraposición a los violentos estamos el resto, los demócratas).
Los demócratas...de Democracia Nacional, por ejemplo.
Pues la verdad, de todos los jarraitxus que he conocido, ninguno sale a la calle con uno de éstos debajo de la ropa:
Quizá se llevaba los útiles de trabajo a casa (el asesino es militar profesional en el batallón de Honores del Regimiento Inmemorial del Rey del Ejército de Tierra)
No es lo mismo defender el racismo que defender la igualdad del ser humano. No es lo mismo luchar por la libertad que por el fascismo. No es lo mismo apuñalar que morir apuñalado.
Desprecio a los periodistas que han mostrado el incidente desde una aséptica equidistancia. Precisamente periodistas, tan interesados siempre ellos en la objetividad.
Mi pésame a la familia del joven asesinado, y mis deseos de pronta recuperación para su compañero herido.
Mi vas enérgica repulsa a la pasividad de la fiscalía y de los cuerpos policiales para detener la violencia fascista que todos los fines de semana se enseñorea de muchas ciudades españolas. Es vergonzosa la impunidad con la que bandas organizadas de fascistas (¡a veces incluso en forma de partidos políticos!) desarrollan su apostolado del odio y el crimen.
Vallekas antifascista, siempre.
2 comentarios:
Curioso vocabulario el empleado en los medios, con ellos siempre hay una cortina que levantar para ver realmente lo que hay de verdad tras las primeras palabras.
Las palabras se inventaron para ocultar la verdad.
No es mío, ya lo dijo alguien antes, lo que pasa es que no recuerdo su nombre.
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