Capitán de Infantería D. Roberto González Calderón
Jefe de la 1ª Compañía de la I Bandera "Cte. Franco" del Tercio Gran Capitán 1º de la Legión. Melilla
Respetada Sra. Directora:Tras una cuidadosa deliberación de cuál sería la mejor vía para hacer pública esta carta y dejando de lado (...) la primera de ellas, que era plantarme con mi Compañía en el Ministerio de Defensa y entregarle en mano al Sr. Bono esta misiva, decidí enviarle estas líneas con la ilusión de que tuviera a bien el publicarlas.
Así comienza la carta que este esforzado capitán envió a un periódico de Melilla para su publicación. Para no ocupar espacio no la pego entera, mejor seguir el enlace, porque parece sacada de los tebeos de "Martinez el facha".
Melilla hoy - Malestar
Otro imbécil que cree que su opinión es relevante, que España no se puede pasar sin ella. Repito,¿ porque esta gente no abre una bitácora y ahí expulsa sus demonios interiores? Si no está mal pensar así, es legítimo, no es que me vaya a sonrojar por lo que dice. De hecho, hay 10 millones de españoles que piensan como él, y votan a la derecha españolista. Y me parece perfecto. Pero somos 40 millones.
El tontolhaba este debe creer que sus opiniones tienen más peso que las de una camarera, un barrendero o una cajera de banco por estar armado, por tener más fuerza. Como si importase el tamaño del escroto a la hora de sopesar las razones.
No es por ser repetitivo, pero verdaderamente me exaspera que a este soldadito español, al que le estamos pagando su inútil sueldo y el de su tropa de descerebrados legionarios los españolitos de a pie, a quien costeamos sus caprichitos en tanquecitos y cañoncetes. No contento con tener un empleo fijo y un sueldo nada corto, ahora nos viene este capitán con amenazas y bravuconadas.
¡Que se va a plantar con su tropa en Madrid! No mire, la última vez que estuvo la legión en Madrid, ya se enteraron los madrileños de qué clase de animales son. Para asesinatos y violaciones ya hubo de aquella bastantes así que, si no les importa, se follan a su cabra y luego se la comen frita.
Estoy reharto que el señor Bono ande lloriqueando de que los militares cobran poco, y de que ha de haber más militares. Lo dice un ministro de Aznar y lo ponen de fascista en adelante.
Defensa ofrece jubilaciones a los 40 años
Subida de sueldos del 20%
Coño! Lo que hay son pocos profesores, pocos (y muy mal pagados) investigadores, pocos autores teatrales, pocos médicos (joder que listas de espera!)...
Al españolito medio se la suda que haya pocos militares. Joder, y ya son muchos! Lo carísimos que nos cuestan!
¡Y aún por encima para que nos vengan con amenazas! Esas fanfarronadas de machito español ya sólo dan risa. A ver si se independizan de una puta vez Euskadi, Cataluña, Galicia, y con un poco de suerte alguna más (Paixos catalans, Euskadi con Lapurdi y Nafarroa...). A ver si se va de una puta vez al carajo este tinglado surgido hace quinientos años de un matrimonio sin amor, si deja de existir de una puta vez España y se pegan un tiro estos caballeros legionarios al no existir ya patria a la que salvar.
España no ha existido siempre, y es evidente que todo lo que nace muere y, tarde u ojalá temprano, el conglomerado de culturas y nacionalidades que aglutinó la potencia militar castellana se diluya en el mar de la historia. Pueblos hablando con voz propia en una estructura supranacional europea, sin que los grandes estados sirvan de intermediario. Es una posibilidad, y sería interesante probarlo. ¿Porqué no?
España es sólo un ente administrativo, no tiene justificación antropológica. No posee una lengua ni una cultura comunes, sino que es la amalgama de culturas dispares, a las que se unció con el católico yugo para que caminasen por la misma senda. Si invento sirve a los ciudadanos, pues estupendo, pero si representa un problema, pues pasamos de ella y construímos otra cosa. Con tranquilidad, no hay problema. No son importantes las patrias, lo importante son las personas que viven en ellas.
Recordemos que es tan justificable que Pamplona y Cádiz sean partes de un mismo estado, que que lo sean Pamplona y Pau. Las cosas ocurrieron así, pero podrían haber ocurrido de otras formas. Es más, en buena lógica, y si los Estados naciesen de la libre voluntad de las personas de asociarse y no del sable ensangrentado de los coroneles...sería mucho más lógico que Biarritz y Donostia, Vigo y Oporto, Lleida y Toulouse, Cáceres y Évora...fueran ciudades de un mismo Estado. No es necesario, pero sí que parece conveniente que las entidades administrativas que son los estados respondan a unos ciertos criterios de afinidad cultural. Ello configuraría un cuerpo electoral más homogéneo y su gobierno presentaría menos dificultades (hacer una ley, por ejemplo agraria, que valga tanto para el minifundio gallego como para los latifundios andaluces se antoja harto difícil).
Un Estado tan heterogéneo como es España da lugar a que existan intereses divergentes, a menudo contrapuestos, de las sociedades que lo componen, tensionando la estructura común. Querer mantener esa estructura, que no se fundamenta en la revelación divina sino en la historia de los hechos consumados, querarla mantener ante cualquier objeción, quererla mantener matando si es preciso...
...es irracional.
El hombre es anterior a los estados. Los estados se hicieron para el hombre, y no el hombre para los estados. Los países no tienen una existencia real, son sólo una convención para agrupar colectividades de un modo más o menos lógico, para poder dotarnos de unos órganos de gobierno. Ni más ni menos que una Comunidad de Vecinos.
Si esas agrupaciones nos sirven o nos convencen, bien. Pero recordemos que puede haber otras, de hecho hubo otras (hubo momentos de la historia en que podíamos decir que un ciudadano de Brujas, uno de Quito, uno de Manila y uno de Coimbra eran compatriotas). No está escrito en el libro de los tiempos que España haya de ser como la conocemos, ni tan siquiera que haya de ser, como nos induce a pensar mucho hijo ideológico del fascismo. No es necesario. Símplemente habrá que plantearse si es conveniente.
España no es más que un instrumento a nuestro servicio, si nos sirve bien y si no, a la basura y a fabricarnos otro.
Al final, la ideología de Mena, de Bono e Ibarra, de Acebes y del capitán chusquero este es la misma: España está por encima de los españoles. La Patria por encima del ciudadano. La unidad de la Patria no se discute, la democracia tiene sus límites.
El derecho de autodeterminación no es más que la base de un estado democrático, que los ciudadanos se constituyen por propia voluntad en una nación y se dotan de los órganos de gobierno que líbremente decidan. En democracia no pueden existir sociedades forzadas a pertenecer a un Estado con el que no se identifican. El derecho de autodeterminación es pues la consecuencia de la democracia, de un estado de ciudadanos libres.
Sólo se puede negar el derecho de autodeterminación abrazando la concepción divina del Estado-Patria de la ideología fascista, un estado que trasciende al individuo, que no está construído por los hombres sino otorgado por la divinidad.
Curiosamente, ya no es delito cagarse en Dios (práctica además muy sana, que relaja un montón). Sin embargo sigue siendo delito cagarse en España o en el Profeta y su familia (real).
curioso
Parece que la religión nazi de glorificación de la Nación aún está vigente, y mucho españolito del PSOE arde en deseos de pregonar su credo. Ante ellos, con sólo diferencias cromáticas en las banderas, surgen los vasquitos, catalanitos y galleguitos, con sus putas patrias confeccionadas con retales de los libros de historia.
Sospecho que Bono comparte la ideología nacional-socialista de Primo de Rivera (que no deja de ser nazismo a lo cazurro, una desvirtuación de la lucha de clases marxista, pero sin matar antes ni a Dios ni a la Patria).
Si al final, los más cuerdos van a ser los liberales. Sólo existe una Patria: el billete de dólar. Con él todo el mundo es tu hogar, sin él eres escoria hasta en tu propio barrio.
El otro día estuve leyendo sobre el anarcoliberalismo...curioso. Una corriente del ultraliberalismo económico pasado a la política.
Me recuerda a un excelente libro de Fernando Pessoa (muy reaccionario): "O banqueiro anarquista".
Al menos tiene sentido!
Pues eso, que me cago en todas las patrias putas, en sus sucias banderas y en las falsas fronteras que sólo existen, como las brujas, en las estúpidas seseras de los que creen en ellas.
Es más fácil militarizar civiles
que civilizar militares
Miguel de Unamuno
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