1 de marzo de 2009

No hay nadie más ciego...



"Yo me niego a vivir en una ciudad y en una sociedad en la que tenga que aceptar que hay personas que van a rebuscar en la basura para comer"
Ana Botella


Si la hubiera enunciado como: "Yo me niego a vivir en una ciudad y en una sociedad en la que haya personas que van a rebuscar en la basura para comer", entonces tendría que recoger sus bártulos y emigrar a otro país, como hizo su esposo (eso que salimos ganando). Pero tal y como lo enunció, como no tiene que aceptar nada, como nadie le exije que acepte nada, pues puede quedarse viviendo en la capital del Reino.

Esta frase fue soltada respondiendo a las críticas por la nueva ley que ha sacado esta Concejala, que multa con 750€ a las personas que rebusquen en la basura.

En la lista de personas que me produce repugnancia su simple imagen, se me olvidó incluir a la esposa del Innombrable. Acabó su alocución con otra frase antológica:

"Se trata de defender los derechos de la mayoría, que paga mucho para tener una ciudad limpia y segura"


Limpia de mendigos. Aunque la mayoría de mendigos son de nacionalidad española, tan ciudadanos como esta señora, con exactamente los mismos derechos teóricos, pero ninguno en la práctica. Ni siquiera, a sobrevivir con las inmundicias. ¿Quién vigila por la seguridad de los desheredados, cuando van a tener 300 perros acosándoles para que no busquen entre la basura su sustento?

Qué miedo me da esa "mayoría" de la que habla. Y yo pregunto dónde podría mudarme para tener lejos a todas las Botellas, las Rosa Díez, los Berlusconis y los Bush. ¡Qué espanto, esta gente decente, temerosa de Dios! Cuando pienso en la basura que me rodea, acabo yendo al fregadero y encasquetándome un cubo en la cabeza.


Ahora me acuerdo de la abuela que recogía cartones en mi barrio, con la ayuda del esqueleto metálico de un carrito de la compra y unas cuerdas. Hablé de ella en una de mis primeras entradas. Si viviera hoy, imposible dada su avanzada edad ya de aquella, vendría un zampabollos del Ayuntamiento a multarla. Se me viene la imagen a la cabeza, un mozalbete subnormal con uniforme de capullo profesional regañando a la minúscula y venerable anciana, amenazándola con que si vuelve a sorprenderla cogiendo cartones le pone una multa y...el niñato ese iba a escupir sangre, si veo tal cosa. Uno tiene paciencia, ¿pero tanta? No creo que sea bueno.

Echo de menos mi Madriz, mi barrio. Mañana cogeré un avión para estar allí unos días y no me apetece nada ver con lo que me voy a encontrar. Este Madriz de hoy no me gusta, ha perdido la humanidad. Quizá esté más limpio, más brillante. Pero está muerto. Como sus habitantes. Tienen la mirada gris, me dan miedo.



En fin, mucho ojito los madrileños. Haced bien vuestro trabajo de separador de basura, para entregarles a los empresarios la materia prima ya catalogada. Antes nos daban un duro por el casco de la botella, ahora nos multan si no la devolvemos gratis.

Una cosa: lo que para vosotros es basura, es materia prima para muchas industrias que, si viene ya separada, tiene mucho más valor pues se ahorran mano de obra para hacer ese trabajo. Lo recubren como ecología, pero es sólo un negocio en el que nos exigen que seamos la mano de obra gratuita.

Y la señora Botella, siempre pensando en los intereses de los pobrecitos empresarios.

Venga, alguien que me diga por qué es más ecológico reciclar el vidrio, que hacerlo nuevo. Venga, adelante. Lo habéis dado por hecho ¿verdad? Pues no deis NADA por hecho.

Ecológico es lo que se hacía antes, una reutilización PRIMADA de los cascos de las botellas; pero eso era de pobres. Pero ahora, con la multiplicidad de los envases de vidrio que hay (falta normalización!), lo que se hace es triturar el vidrio y volverlo a fundir. ¿Ahorramos recursos? Si algo sobra en el mundo es arenas silíceas. El impacto de su extracción en el medio es mínimo. Y al final, el consumo energético es similar, sea fundiendo la arena, sea el vídrio molido.

El reciclaje es un gran negocio, pero como solución ecológica sólo de tercer orden. Hay otras prioridades que, curiosamente, la concejala madrileña no le presta ninguna atención. Por ejemplo, a llenar de cemento todo el territorio. Por ejemplo, a seguir potenciando el transporte privado, convirtiendo Madriz en una de las ciudades con el aire más tóxico de Europa.

Curioso que sólo se vista de verde la señora Botella en aquellas actitudes ecológicas que generan negocio. La broma con su apellido es simple.

Mejor no sigo, que se me pone mala sangre. Parece que la maldita España eterna vuelve, y vuelve, y vuelve.

Es en estos momentos, donde me da asco el mundo que me rodea, que encuentro consuelo en los brazos de los grandes. Castelao, el más grande caricaturista, diputado de las cortes republicanas huido a Nuevo York, y luego a Buenos Aires.

Castelao ya retrató la perfidia de la Botella, hace más de ochenta años, en su álbum Cousas da Vida. No era profeta, es que la bajeza moral que denunciaba es eterna.




-Nas cidades prohibiron os pobres.
-Sería mellor que prohibiran a probeza.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuesta creer estas cosas, y sin embargo son ciertas.

Crear una brigada para buscar entre la basura si separas o no (¿cómo sabrán de quién es cada bolsa entre tanta mierda?) es rastrero, pero multar al que busca en la basura para comer es lo más bajo y vil. A veces la literatura más catastrofista sobre este tipo de actitudes se queda corta. Cosas que antes parecían exageradas ahora no lo parecen tanto.

Qué asco.

Mendiño dijo...

Pues sí, Wen. A mi tanta bajeza me recuerda a lo que leemos en Dickens o Victor Hugo. Esa ruindad moral y falta de humanidad para con los semejantes que no han tenido tanta suerte en la vida me retrotrae al s.XIX.

Parece que cada vez vale menos, el kilo de carne humana. En cuanto deja de ser productivo y no tiene dinero para ser consumidor, su vida no vale nada.

¡Cuánto asco que me da la "gente de bien"!


En otro orden de cosas, hago una llamada a la insumisión y el sabotaje: poner en los contenedores de recogida de basuras todo equivocado. Meter plásticos dentro de las botellas, latas con el papel... ¡que se jodan los empresarios y paguen salarios para separar la basura! Jodamos el negociete que se tienen montado. Aún nadie me ha aclarado cuánto recibe el Ayuntamiento de mi ciudad por esa materia prima que cedemos (porque es nuestra) y separamos de forma gratuita. Voluntariamente! Como aún por encima me obliguen, habrá que quemar los contenedores.

Antes eran los gitanos, con el camioncete destartalado, los que recogían el cartón, los metales...para sacarse unas pelas. Ahora, quiere tener la exclusiva la Botella, dejando a esta gente sin trabajo. ¿Cuánto se lleva Botella por su nuevo oficio de chamarilera? A los empresarios, seguro, seguro que les sale más rentable.

Es como si el gitano que nos recogía antes el cartón, nos amenazase si no le entregamos el cartón recogidito, apiladito en el contenedor, y mucho cuidado no se nos valla a escapar un trocito en la bolsa de la basura.

Aaaaanda a la mierda. La mafia es quien se encarga en Palermo del negocio de la basura y también huele a podrido el asunto en España.

¡No recicles la botella! ¡Al contenedor de basura con ella! :P

Anónimo dijo...

A tomar pol saco. Yo soy uno de esos ingenuos que piensa que separar la basura y depositarla en su contenedor correspondiente sirve para algo ¿y resulta que lo único útil es el beneficio que regalamos a las empresas de reciclaje? Jó, como nos la meten...

wenmusic dijo...

Lo que me jode es que así acaba toda la mierda en los vertederos... Si e que no acaba ya...

Anónimo dijo...

Alucinante, denunciar eso me parece propio de inmundicia humana, y no de lo que ellos tachan de deleznable, solo por intentar vivir a su aire y con lo que pueden. Un mendigo ha de tener los mismo derechos, teóricos y prácticos que cualquier humano. Estoy segura que muchos de ellos poseen mucha más humanidad que aquellos que se creen más. Ahora cada vez más gente se había apuntado a esto de rebuscar en la basura, por todo lo que se tira más que nada, sobre todo en los supermercados. Dentro de las tres R, reducir, reciclar y reutilizar, la segunda tendría que ser el último recurso y no el primero, si de verdad se piensa de una manera ecológica. Sin embargo en esta aseptica sociedad, donde solo parece gustar lo nuevo y de aspecto impoluto es a lo que más bomba se le da. Que se puede esperar donde un personaje público como Ana Botella o Mario Conde es querido por muchos, o peor aún, torna famosos a personajes como la chica esa de gran hermano que va a vender su muerte por televisión (me enteré de su existencia hace unos pocos días). No me molesta lo que hace ella, cada uno es libre de vender lo que el venga en gana, eso sólo demuestra lo poco que vale como humana, me avergüenza que sea un ícono o ídolo para muchos adolescentes y de demás edades. ¿Por qué? Por su incultura, por su modo de hablar, por yo que sé que?. Eso es lo que se persigue o admira? Ser de esa manera? En serio, intento estar de buenas, destensarme por como está el mundo y por los estudios que me agobian, pero me cuesta no apesumbrarme a veces. Llevo incluso unos días semienferma, ni desconectando... Saludos! Una apherta!

wenmusic dijo...

El mundo cada vez nos pesa más... Según vamos comentando este tipo de cosas y viendo lo que vemos todos los días... Supongo que cada vez vemos más la realidad como es, no como creíamos que era. ¡Y lo que nos queda por ver!

Fíjate en la ilustración de Castelao, hace ya mucho tiempo, pero aplicable a hoy en día.

Está claro que algo va mal.

Mendiño dijo...

Picapiedra, no es que esté mal reciclar. Lo que pasa es que, como comenta Helena, esa es la última de las alternativas, y es la única que se toma en cuenta porque es la que da negocio. Y un negocio nada transparente, insisto. Es materia prima de puta madre servida en bandeja, y aún parece que nos hacen un favor recogiéndola. Pffff.

Para que te hagas una idea, lo de reciclar papel. La peña que lo hace queda con la conciencia muy limpia. Una tonelada de papel reciclado ahorra la tala de un árbol.

Pues mira, yo en mi vida he plantado muchos árboles (que luego han ardido, que esa es otra). Espero plantar, si todo me sale como quiero, muchos más. Con eso creo que tengo licencia para no reciclar absolutamente ningún papel (que a veces lo hago, y otras no, pero sé que es nimia la diferencia).

Pero la cuestión es que yo no tiro una tonelada de papel ni en toda mi vida. Por ejemplo, para notas, tengo a mi lado las papeletas electorales que me mandaron para votar por correo. Intento usar el papel al máximo y no imprimir si no es absolutamente necesario.

No consumir, vamos. Igual, con la energía.

Pero claro, eso sí que no se lo escucharás a la Botella...eso no sólo no da negocio, sino que destruiría el mundo sobre el que reina.