28 de enero de 2007

La hora azul

Amo las horas; amo cada segundo de mi vida. Cada instante tiene el cándido encanto de lo perecedero. Por eso las amo e intento retenerlas. Todas ellas parecen tan frágiles y caprichosas… Todas simulan entre risas querer volverme loca. Locura de esclava, locura de amor.

Pero hay una de ellas, una entre todas esas horas maravillosas, que es sencillamente excepcional: la hora azul.




Es la hora en que todo se vuelve azul. Azul intenso, penetrante.

Es la hora en que las celestes plumas de las palomas blancas dan paso al aleteo añil de los murciélagos negros. Se palpa una pincelada azul en el aire, en el tranquilo correr de las aguas, en el rebrotar de los tallos moribundos, en el silencioso transitar de las nubes.

El canto del cuco, azul. La hierba, azul. Los recuerdos, azul, azul, azul…

Todo es azul.

Azul espeso.

Y ya cuando todo se confunde y me abandono a los deseos de esta efímera hora, un largo aullido me avisa: la hora azul se marchita. La Princesa de la Noche toma su trono para cubrirlo todo con su manto en blanco y negro.

Adiós, triste azul. Azul añoranza.

6 comentarios:

Mendiño dijo...

¡Buen estreno, ostia!

Esto...la foto no será tuya ¿no?

No, que cosas tengo. Ni que no te conociese...

¿De dónde la has sacado? Es buenísima.

flor de un día dijo...

Quizás algún día...
La saqué de esta página: http://www.photo.net/photos/Atle.G

Mendiño dijo...

Redios! Como odio esto.

Son fotos preciosas, pero minúsculas. Está visto que en esta vida nadie da nada gratis. Que les den por culo, ya sacaremos nosotros fotos mejores.

Por cierto, en clase de francés tengo un poster de la Ribeira Sacra. Y está sacado desde exactamente el mismo lugar donde sacamos una de las fotos (cuando comimos). Pero...la nuestra es mucho mejor (en serio) :p

Entiendo que todo el mundo tiene que ganarse los garbanzos, pero el placer que me produce compartir belleza...

Anónimo dijo...

"Cada instante tiene el cándido encanto de lo perecedero"...
Me gusta el texto, la fotografía es preciosa...se confunde el agua con el cielo, desaparece el horizonte...y el color azul, como se llamaba la calle de mi película...
Quizá sea el color de la esperanza.
Muchas gracias por compartirlo con nosotros.

flor de un día dijo...

Sí, sería bonito poder compartir lo que se quisiera con todo el mundo (o al menos con todo el que quisiera unirse al intento). Supongo que hay demasiada gente a la que no le parece bien que se comparta. A pesar de ello, por suerte, hay quien lo sigue intentando.

Mendiño dijo...

Compartir no es negocio. Lo que no es negocio, no enriquece a los empresarios ni hace crecer la economía. Lo que no hace crecer la economía, está contra el sistema. Lo que está contra el sistema es delito y debe ser perseguido.

Debes trabajar y consumir, todo lo demás no te está permitido.

Un puto hamster dado vueltas a la noria.