que yo me apeo en la próxima estación.
La Directiva de la Vergüenza ha sido aprobada por 367 votos a favor, 206 en contra y 109 abstenciones.
Entre los votos a favor, los 24 del PP. Nada nuevo, es su directiva, la de la derecha xenófoba.
A ellos se sumaron los votos de los 24 diputados del P$OE, excepto Ramón Obiols y Josep Borrell, que votaron en contra.
Martí Grau (P$OE) se abstuvo, así como el representante del PNV, Josu Ortuondo.
Ignasi Guardans, de CiU, votó también a favor, como el resto de sus compañeros "liberales". Libertad para los capitales, reclusión para los seres humanos.
Por lo tanto, de los 54 europarlamentarios españoles, sólo votaron en contra del fascismo racista, además de los mencionados Josep Borrel y Ramón Obiols:
Willy Meyer (Izquierda Unida)
Raül Romeva (Iniciativa Per Catalunya-Verds)
David Hammerstein (Los Verdes)
Mikel Irujo (Eusko Alkartasuna)
El resto de europarlamentarios españoles, les parece oportuno encerrar tres años en un campo de concentración a un inmigrante por el hecho de serlo, sin juicio ni defensa.
ME DAN ASCO
El Parlamento Europeo ayer orinó sobre los Derechos Humanos.
La podrida Europa ha escogido la misma cura contra la miseria que en la Edad Media empleó con los leprosos: encerrarlos en una isla. Como la caduca nobleza dieciochesca, que ocultaba con un pañuelo perfumado el acre olor de la miseria a su delicada pituitaria, así soluciona la pérfida Europa el drama humano que se vive en este planeta.
Pero en esta enfermedad, los apestados son mayoría, y Europa, vieja y fea, encerrando a los harapientos se encierra a sí misma. Vive aislada del mundo real, en su jardín artificial, que es su jaula de oro.
Europa, hoy lo veo claro, no tiene más nada que aportar a la humanidad. Somos, con nuestras excrecencias norteamericano-oceánicas, el obstáculo para el progreso del género humano. La clase noble, minoritaria, que engorda con de la explotación del pueblo llano. Somos el problema.
Europa decrépita, marchita, decadente, ruin. Sin la riqueza que llega del otro lado de la valla tras la cual te escondes, serías una vieja harapienta.
Las riquezas de una naturaleza que ya es para ti una extraña; la riqueza de otras gentes que aún tienen un sol en la sonrisa y una llama en la mirada.
Como continuación a: Europa Esclavista.
20 de junio de 2008
Que paren este tren
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11 comentarios:
no te bajes, hay queluchar porque ese tren no lo conduzcan quienes lo hacen y no lo hagan descarrilar,ese tren ,lo tenemos que recuperar para todos
salu2
Nas Duende.
Sinceramento, no creo que haya ya forma de cambiar la Unión Europea (que es a lo que me refiero, en este caso).
Han creado un engendro escásamente democrático, donde colarle a los ciudadanos aquellas medidas económicas que no colarían (quedarían feo) en los Parlamentos Nacionales. Bolkestein, Bologna, y en estos últimos días, el engendro de las 65 horas y ahora ésto.
Luego te dicen "es lo que manda Europa" y es como si lo mandase Alá. Frente a ese ente incorpóreo y todopoderoso, lejano, que se llama Europa, no hay nada que discutir, sólo acatar.
Lo único que me gustaba del Tratado de Lisboa es que planteba una pérdida de poder del Consejo, en favor del Parlamento. Del Consejo, aún menos representativo que el Parlamento, formado por chupatintas escogidos por los gobiernos de cada país, sólo salen directivas lesivas para los intereses de la ciudadanía, poniéndonos en bandeja a las multinacionales (europeas o usamericanas).
Este monstruo ya no hay quien lo arregle. Mejor desmontarlo y crear otra cosa, desde el principio.
Estando de acuerdo en líneas generales con el "post", las alusiones nazis son exageradas y despistan.
Otro detalle, creo que se le debería dar mayor relevancia al hecho de que si la derecha arrasa en Europa es porque la gente (incluidos amplios sectores de los perjudicados) apoyan el autoritarismo y el darwinismo socio-económico.
Personalmente, esta acitud "suicida" me parece esencial para entender lo que pasa en Europa, donde aplicar sin matices la tesis de que la gente está manipulada es una verdad relativa.
Si Félix, claro que la svástica es una exageración. Pero no creo que despiste sino que más bien choca.
La situación actual no es la de la Alemania del 35, por ejemplo. Claro que no.
Pero sí que hay en el "miedo al extranjero" el mismo tipo de racismo, de temor al futuro, de búsqueda de un chivo expiatorio, que fue lo que llevó a Hitler a ocupar la Cancillería.
¿Los alemanes estaban manipulados, enloquecidos por la propaganda nazi? No claro, era una de las sociedades más cultas. Se dejaron convencer fácilmente, gustosamente, de que ellos eran una raza superior y de que era justo que el resto de razas estuviéramos a su servicio.
Más o menos, la misma idea que subyace bajo esa directiva.
Tampoco creo que haya que ser tan negativo con eso de que Europa es el problema de todos los males de la humanidad.
El problema es que Europa está mal organizada; los políticos se han establecido como una especie de entes superiores que saben lo que es mejor para nosotros, los ciudadanos de a pie, que mejor no opinamos porque somos unos incultos. De esta manera se han aprobado muchas leyes en Europa con la que la mayoría de los ciudadanos no están de acuerdo. El claro ejemplo es el Tratado de Lisboa. No me pronuncio sobre si este Tratado es bueno o malo, simplemente digo que como los políticos, nuestros entes superiores, querían aprobar algo que ellos "saben" que es "beneficioso" para nosotros, han decidido aprobarlo por vía parlamentaria en todos los países, no vaya a ser que en un referendo la gente diga que no (maldita gente, que a veces no hace lo que le dicen). ¡Y ay, Irlanda! Bueno, es un país muy chiquitito, no es representativo, ¿por qué lo iba a tener que mandar todo a la basura? No vamos a anular el Tratado cuando sólo lo ha rechazado Irlanda y el resto de los países lo ha aprobado. Pero claro, hay que tener en cuenta que Irlanda es el único país en el que se ha votado...
Pues con estas directivas pasa lo mismo... no creo que tanta gente esté a favor como tú dices. El problema es que habría que darle más importancia en España a la Unión Europea, dar más información para que la gente se involucre. Al fin y al cabo, nosotros elegimos a nuestros entes superiores...
Y la participación en España en las elecciones europeas siempre es muy baja. Con un poquito más de información sobre lo que se decide en Europa la gente se involucraría más.
Habría que hacer llegar a la gente, desde los medios de comunicación, las líneas generales de los programas con que cada partido se presenta a las elecciones.
Pero vamos,que yo soy bastante optimista, creo que la cosa se puede arreglar desde dentro.
Buenas Drídam.
Pero compi, si hay verdadero debate, si informas a la gente (informar no es adoctrinar) de lo que va cada ley...a lo mejor la gente se pone a pensar y votan lo que los políticos no quieres.
Es curioso que los irlandeses hayan votado lo contrario de lo que proponían los partidos mayoritarios. Ahí se ve la distancia que hay entre políticos y población.
En el caso español no se informó, ni hubo debate. Era o sí o sí, y los que votamos NO a la Constitución Europea éramos tachados de locos, de nazis, o de vaya usted a saber el qué.
El único debate sobre la Constitución me acuerdo que enfrentó a Josep Borrel (uno de los políticos más inteligentes que ha dado España, y que algo conoce de la Unión Europea :P) con...¡Lucía Etxebarría! que iba en plan "yo no entiendo nada, y no digo que sea mala pero no me acaba de convencer".
Muy equilibrado el debate. Y que yo recuerde, al menos en televisión fue el único. La profundidad de tal debate ya te la puedes imaginar.
Que los políticos gobiernan de espaldas al pueblo: totalmente de acuerdo. Ahora, que gobiernan sin contar con su opinión, pero en el beneficio del pueblo...JUAS!
Insisto, nos están sirviendo en bandeja a las multinacionales. Un aperitivo de trabajadores-consumidores, ya preparaditos, limpios, troceaditos, con un punto de sal.
No conozco a fondo el tema, pero con esta decisión Europa se lava las manos del gran problema mundial que es el éxodo de personas de países sumergidos en la inoperancia de sus dirigentes y la corrupción, hacia países donde pueden aspirar a un nivel de vida algo más digno.
El exilio es durísimo. A nadie le gusta dejar su país, menos cuando siente que es la tierra a donde pertenece la que le ha cerrado las puertas a un futuro mejor. De eso los argentinos aprendimos mucho ultimamente. Tengo cinco o seis amigos que han mudado su nacionalidad luego de la crisis de 2001 y me consta por la experiencia que me transmiten que irse de esa forma de la tierra donde uno ha nacido es, además de una necesidad personal para con uno mismo, una pena que no tiene nada por qué celebrar.
Si al drama de haber optado por irse se le suma el rechazo que se vive en países que asumen políticas anti inmigratorias como esta, lo que tenemos como resultado es un mundo hostil que sólo genera depresión y violencia. Odio racial, intolerancia, todo lo contrario a lo que nos quieren hacer creer en esta, la era de la comunicación.
Europa debería reveer esta decisión, en pos de la solidaridad internacional y de la historia.
Saludos desde Buenos Aires.
Pues estoy de acuerdo contigo, Nicolás.
Aquí se nos llena la boca con botaratadas como "puente con iberoamérica" y toda esa mandanga. Pero luego, en Barajas (aeropuerto de Madrid) se somete a los sudamericanos a humillaciones.
Una sociedad replegada en sí misma, encerrada, con MIEDO al otro. Ése es el paraíso que nos ofrece el capitalismo.
Parecemos el arquetipo del avaro, dibujado por Molière, que teme relacionarse con la gente pues cree que todo el mundo busca quedarse con su dinero.
Sólo, una puntualización a lo que decía Nicolas de "...pero con esta decisión Europa se lava las manos del gran problema mundial que es el éxodo de personas de países sumergidos en la inoperancia de sus dirigentes y la corrupción".
En absoluto, Europa no se lava las manos, toma partido en este problema. De una forma horripilante y vergonzante pero lo toma, vamos que si lo toma. Deja bastante claro cual es su postura. No mira para otro lado, mira de frente al problema y toma la decisión más denigrante contra el ser humano. No sólo para los que vienen sino también para los que estamos porque yo, desgraciadamente, me siento cómplice.
Consolido mi triste apreciación de que el número de inmigrantes (legales o ilegales) que parece que Europa va a asumir son los necesarios para mantener su nivel productivo sin que descienda el nivel de vida de los ciudadanos europeos. Cuando haga falta mano de obra barata sí que se hará la vista gorda y nos haremos los tontos. Cuando la cosa se ponga fea y haya que dejar de consumir... cerrojazo.
Supongo que cuando hablamos de Europa, hay que aclarar a quien nos referimos. Porque Europa, como España o Murcia son sólo ideas. Los que conculcamos los Derechos Humanos no son los países, sino las personas.
Yo no creo que todos los europeos seamos unos bastardos racistas. Los hay, pero también hay mucha buena persona. De la misma forma que no habría muchos alemanes que aprobasen las cámaras de gas. Pero el ciudadano no se quiere enterar, no le interesa, de lo que sufre un inmigrante para llegar hasta aquí.
Sabemos que nos afean el jardín, y que los queremos ver fuera, y para eso contratamos a los perros que nos vigilen la valla.
Así nuestra conciencia está tranquila, ya que no nos sentimos responsables de las tragedias humanas que provocamos.
Igual que los alemanes en los 40, no sabemos, no queremos saber lo que pasa con los judíos.
Pero es que la ignorancia es cómplice. Y por lo tanto culpable.
En Argentina pasa lo mismo. En Buenos Aires se discrimina a Peruanos, Bolivianos y Paraguayos sin descanso, aunque confío en que, con gran esfuerzo de nuestra parte, a medida que avancen las generaciones se irá logrando el mestizaje y la hermandad que tanto necesita el Continente para romper de una vez con esa paternidad hipócrita que, aún oculta, se ha mantenido en la larga noche de los quinientos años. Y ni que hablar de la nefasta influencia de los Estados Unidos, otro gran impulsor y responsable de la miseria y el subdesarrollo latinoamericanos.
En lo que nos toca hacernos cargo, no podemos obviar la propia incapacidad de Sudamérica de superar sus propios problemas, causados -entre tantas otras cosas- por la sucesión indefinida de malos y peores gobiernos... y por supuesto la xenofobia. Me gustaría conocer la opinión de un erudito sobre su origen, sobre cómo se fue inculcando en la conciencia de los pueblos. Es una de las mayores estupideces en las que pueden caer las sociedades.
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