15 de junio de 2008

Ministrilla



¿Para quién gobierna el gobierno? ¿Qué intereses defiende?

Es una cuestión que subyace en el discurso de esta página y el pensamiento de muchos ciudadanos.

El gobierno fue elegido (indirectamente) por los ciudadanos, al menos una mayoría de ellos, pero luego...¿son correspondidos por el gobierno? ¿O más bien el gobierno es uno más de los resortes del poder que controlan y manejan los grandes grupos financieros, como lo hacen con los medios de comunicación?

Incluso podríamos hacer más directa la pregunta: ¿Está el gobierno al servicio del gran capital, o por el contrario gobierna buscando el bien común?

Cada uno tendrá formada su propia opinión al respecto, yo sólo quiero añadir un granito de arena a vuestras consideraciones.

La Ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, dijo que "Es el momento adecuado para comprar una vivienda".

Hagamos una pausa.

Reflexionemos.

Es el momento adecuado para comprar una vivienda.

Eso dice la ministra del sector.

Bien, la opinión generalizada, si no unánime de los entendidos en la materia es que no es momento de comprar, ya que hay expectativas de que los precios vayan a bajar en breve plazo (ya lo están haciendo en las capitales más infladas).

De hecho, los rumores entre la gente pudiente versan sobre la conveniencia de aguantar sin comprar, acumular capital para en un añito o dos poder acudir a las rebajas y conseguir verdaderas gangas.

Pisos, todoterrenos, empresas y locales comerciales... Me recuerdan al típico buitre de las viñetas de Ibáñez, que espera subido en el cacto con los cubiertos preparados y la servilleta al cuello, mientras se relame mirando a Mortadelo.

En la época de carestía de la posguerra, hay quien vendía tierras, joyas, lo que fuera con tal de tener que comer. El que en los momentos de crisis tiene una situación desahogada, puede hacer un tremendo negocio comprando por bajo precio lo que la necesidad obliga a malvender.

Cuando lleguen los desahucios, los embargos, las subastas; habrá buitres previsores que acudirán al festín en bandadas. Pues les sobra el dinero para invertir, mientras a los más no les llega.

Pero eso es una cuestión de justicia, y ahora tratábamos de oportunidad.

¿Es pues momento para comprarse un piso? Parece evidente que no, y de hecho así lo refleja el mercado, con una caída espectacular de las ventas.

Entonces ¿por qué la Ministra Corredor ha dicho esa mentira? ¿Qué intereses defiende sosteniendo lo contrario de lo que se respira en el sector?

Parece evidente: estimular la compra de vivienda, que cae en picado, y de esta forma minimizar el tortazo de la construcción y lograr estabilizar (¿normalizar? ¿apuntalar?) el precio de la vivienda en el altísimo nivel en que está ahora (estupendo para los que especulan con ellas, nefasto para los que sólo aspiramos a tener una donde vivir).

No me cabe duda que la Ministra gobierna para el bien de las constructoras, promotoras e inmobiliarias.
El Gobierno no abandonará "a su suerte" a las constructoras de vivienda residencial
Lo cual es legítimo (algo menos en un gobierno que tiene la desvergüenza de seguir apellidándose socialista) y es a lo que estamos acostumbrados.

Pero...¿La señora Corredor se da cuenta del grave daño que puede hacer a una persona, una familia que siga su consejo? Es evidente que los especuladores profesionales van a ignorar su comentario, o todo lo más sonreírse con cinismo al escucharlo. Pero ¿y si una persona ingenua que aún confíe en la palabra y el honor de un cargo público hiciera caso de su consejo y comprase una vivienda creyendo que estamos en un buen momento para ello?

Suscribir una hipoteca de por vida para luego ver como el valor de tu casa cae, no es precisamente de los momentos triunfales en la vida de una familia.

¿Esta señora compraría ahora unas viviendas -su sueldo se lo permite- para especular con ellas? ¿Si de un familiar o amigo se tratase, le haría la misma recomendación?

La ministra Corredor no quiere abandonar a su suerte a las constructoras ¿pero por qué, para ello, tiene que engañar y servir en bandeja a incautos ciudadanos que sigan manteniendo esta locura ladrillista?

Un sector en el que los ciudadanos hemos sido abandonados, donde se cometen todo tipo de irregularidades que encarecen el precio de la vivienda, libre o protegida, mientras el Estado (no sólo el gobierno, sino la fiscalía o Hacienda) no es capaz de poner orden y regular el acceso a un bien de primera necesidad como reconoce su idolatrada Constitución.

Precisamente en este sector, los que merecen la protección y el amparo del gobierno son las empresas constructoras. No sus trabajadores, que son los que tienen encima la amenaza permanente del desempleo. No, hay que cuidar a las empresas, que sigan dando beneficios. Para que en cuanto amenacen con pérdidas, el empresario eche el cierre quedándose con toda la burrada de millones que ha ido acumulando (probalemente off-shore) en los años de vacas gordas.

¿Quien elije el gobierno? La mayoría
¿Para quien gobierna? Para una selecta minoría.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Fíjate como está el patio que ya no se molestan ni en disimular. Otro ejemplo: David Taguas, ex director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno "chachipiruli" de Zapatero es, desde finales de abril, el nuevo presidente de la patronal constructora Seopan.

Anónimo dijo...

Juas!

El sustituto de Miguel Sebastián, ahora en el papel de Vito Corleone.

Lo bueno de la tercera vía es que no tienes que disimular que no eres de izquierdas: lo dices claramente y tan panchos.

Un fulano que defiende el capitalismo puede presidir el Partido $ocialista Obrero Español y nadie se ruboriza.

Es como si Roberto Iniesta presidiera un día la conferencia episcopal.

Mendiño dijo...

Parece que lo que diga la ministrilla no le importa (afortunadamente) a nadie:

La venta de viviendas se desploma un 31,8% en el primer trimestre

Debe ser la única persona en toda España que piensa que es buen momento para comprar un piso :P

Anónimo dijo...

Cuánta irresponsabilidad!! y pelotudez!
Es que no se lo cree ni ella. Y lo que más me jode, es que con estos comentarios, uno ya no sabe a qué partido político representa, o lo que es peor, sí?

De socialistas, muy poco, talvez, el mal menor...aunque ya no sé...

Mendiño dijo...

Aaanda, cuanto tiempo, Bibi!

Un placer volver a leerte!

Mendiño dijo...

La ministrilla, sigue diciendo chorradas mientras que la realidad va por otros derroteros, ajena a su discurso de que todo está bien y bajo control.

Me recuerda un espantapájaros en un campo de trigo, moviendo brazos y piernas sin sentido según por donde venga el viento.

El espantapájaros cree que todo ocurre obedeciendo sus gestos.

Mendiño dijo...

Corredor anima a comprar casas ante el "llamativo" descenso del Euríbor

La señora insiste en que nos endeudemos. ¿Es una ministra o la agente de ventas de una inmobiliaria?

Ella con que compremos, y Zapatero haciendo todo lo posible porque no dejemos de pagar la hipoteca. Es evidente que todo el edificio se basa en la enorme deuda que tenemos contraída para pagarnos la casa, y que si queremos que no se derrumbe tenemos que seguir pagándola y nuevas generaciones seguir alimentando la maquinaria esclavizándose.

Por favor! ¿Podrían quitar de una maldita vez el término "socialista" al nombre de su partido?

Mendiño dijo...

La ministrilla sigue haciendo el oficio de agente de ventas de las constructoras. No se cansa de decirnos que compremos pisos, que ahora están muy baratos, que es buena oportunidad, que nos endeudemos de por vida para que sus queridos constructores puedan seguir amontonando fabulosos beneficios.

POR PIEDAD! NO HAY ALGUIEN MENOS RIDÍCULO PARA ESE PUESTO!!!

Lo último: la ministrilla pide a los bancos que "miren con cariño a las familias" españolas cuando piden un préstamo hipotecario ya que, en su mayoría, son "plenamente solventes".

Dadles préstamos, dejadles hipotecarse hasta el tuétano, para que puedan comprar los pisitos de mis representados...

Desde el mendiguito se recomienda NO endeudarse, o al menos hacerlo por una cantidad mínima, para comprar un piso (huir de la gran ciudad es una buena opción). Y en ningún caso comprar antes de que haya acabado de desinflarse la burbuja inmobiliaria y se hayan regularizado los precios.

Pero claro, al mendiguito, a diferencia de la ministrilla, le importa un cojón si al pocero y sus amigos se les hunde el chiringo. De hecho, está esperando que ocurra, para que pueda rehacerse la economía española sobre bases más sólidas que la especulación inmobiliaria ad infinitum.
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