26 de agosto de 2008

Citius, altius, fortius



Porsche Cayenne Turbo, el coche olímpico.

Más grande, más potente, más caro.

Más todo.

Me recuerda a dos niños hablando de lo que tienen sus papás.

- Mi papá tiene esto y lo otro.

- Pues el mío tiene eso, y lo otro, y lo de más allá, y chorrocientos mil muchísimos de todo.

En la mentalidad infantil, lo importante es tener más de lo que sea. Aunque no te sirva de nada tenerlo. Pero tienes más.

¿De qué sirve un todoterreno con 500 CV cuando en cuanto el firme sea resbaladizo, sus neumáticos asfálticos no son capaces de transmitir ni 30 CV al suelo antes de ponerse a deslizar?

¿De qué sirven esos caballos si en cuanto pases de 80 Km/h le revientas las suspensiones de recorrido corto -para asfalto- si es que no sales volando en el primer bache -nula capacidad de tracción, con muelle duros-?

El colmo del absurdo: un todoterreno que no es capaz de hacer todoterreno. Sólo es pura estética.

Evidentemente, el dueño de un Cayenne no piensa ni loco rayar la pintura metiéndolo por una trialera. Es un coche para asfalto, con pinta de todoterreno.

¿De qué sirven 500CV si es ilegal circular a más de 120 Km/h y delictivo hacerlo a más de 180Km/h? Para que los niños vean el 300Km/h en el marcador y alucinen.

Y aún pensando que esto te da igual y que quieres aprovechar esos 500CV corriendo por asfalto (ya que por campo es inverosímil)...¿Por qué te gastas más de veinte kilos en un todoterreno, enorme, pesado, con el centro de gravedad alto...la antítesis de lo que debería ser un deportivo?

Absurdo. Es la quintaesencia del coche disfuncional: tiene más de todo, pero no sirve para nada.

La expresión más pura del infantilismo con cuatro ruedas.

Pero yo lo tengo más grande.

Patético.




Vayamos un pasito más allá: Esos 20 kilos y pico que cuesta un bicho de estos...¿son del dueño? ¿No los ha detraído de una sociedad para luego sacarlos del país comprando un producto de lujo hecho en Alemania?

Cuando da de beber a ese monstruo...¿lo hace con su dinero? ¿Es suyo, es decir, lo ha generado él, lo ha creado, lo ha obtenido como el agricultor que obtiene la cosecha de tomates? No, evidentemente, es un dinero que ha obtenido del resto de la sociedad. Ese dinero con que llena el depósito...¿lo ha ganado como justa contraparte al trabajo que ha ofrecido a la sociedad? Bueno, no conozco a nadie que trabajando pueda mantener un Porsche. Por muy trabajador que seas, el trabajo de nadie vale tanto como para dar de beber a un V8 Turbo.

Por lo tanto, si el dinero no es suyo de seu, como se dice en gallego, es decir, legítimamente suyo; sino que es un dinero obtenido gracias a un intercambio comercial o financiero desigual, es decir, un dinero que le has sacado a la sociedad, que es mayor que el valor que tú le has proporcionado; entonces podemos colegir que al menos se tiene una responsabilidad social con ese dinero que era de todos y ahora es sólo de uno.

Usar la riqueza absorbida de la sociedad para desequilibrar la balanza comercial española (artículos de lujo, combustibles), o para dañar el medio ambiente (emisiones), excede con mucho la legítima libertad de hacer cada uno con su dinero lo que se le antoje.

Porque no es su dinero, sino nuestro dinero que ha acabado en su cuenta.


Es ya un mal secular. La nobleza española, hoy nobleza económica ya desembarazados de excusas de pureza de sangre para justificar la injusticia, siempre ha dilapidado su capital en ostentaciones y oropeles en vez de invertirlo en actividades productivas. De esta forma, el oro que robaban al pueblo iba camino de las arcas de banqueros genoveses o flamencos, para pagar el modo de vida improductivo en el que vivían.

El empleo que los ricos españoles dan a lo que nos roban (toman de más, en relación a lo que aportan) es lesivo para los intereses del común de la sociedad. Son agentes al servicio de potencias industriales, haciéndose con el dinero de la sociedad y sacándolo del país para satisfacer sus lujos (cuando no camino de paraísos fiscales).

4 comentarios:

Raíña Loba dijo...

Juas, que bueno.
Burro grande, ande o no ande.

pilar dijo...

Buenísimo, buenísimo, buenísimo.

wenmusic dijo...

Este post es de los que me gustan, a la yugular del asunto.

Mendiño dijo...

Bueno, es que la manía (muy yankee) de tener el coche más grande que el del vecino es un interesante caso psicológico. Una forma sencilla de suplir una falta de autoestima (problemas de impotencia, tal vez?).